Franklin Polanco: Un nagüero que llevó su vocación a Guatemala
La vocación por enseñar siempre ha sido parte de Franklin Polanco, sin importar dónde esté. Ayudar a otros es la principal razón para que este dominicano se quedará en Guatemala, donde tiene 13 años residiendo.
En Nagua, su ciudad natal, recibió el llamado para dedicar su vida a ayudar a los más necesitados.
A muy temprana edad, cursando el nivel básico en la escuela, cuenta que alguien habló sobre la vocación y le apasionó todo lo que esto involucraba.
Más adelante su vida toma un giro y decide entregarla a Jesucristo. “Yo fui hermano de La Salle, estuve en formación por muchos años con ellos, luego decidí hacer la salida y ahí empieza mi vida laica, como le llaman”, añadió.
Sus años en el ámbito religioso fueron muy activos e intensos. Estuvo involucrado en la pastoral juvenil y pasó a ser líder de grupos de jóvenes.
Recuerda con gran sonrisa en el rostro que esta etapa marcó su vida. “Podría decir que fue una etapa muy hermosa de muchas decisiones y de mucho trabajo comunitario, que es una de las cosas que más me fascina hoy día”.
Al salir del grupo religioso, con 27 años, llega la oportunidad y viaja a Guatemala con la intención de durar un mes, sin embargo, este país se convirtió en su segunda casa.
Su corazón fue tocado nuevamente. Se casó y formó una familia, aunque el motivo que inclinó la balanza para que su estadía se alargara fue brindar ayuda a una fundación que acogía a niños de las calles.
“Me quedé apoyando a una institución educativa que recogía niños de la calle, cuando llegue a este institución a mí me impacto demasiado. Yo decidí quedarme”, precisó Polanco.
Años después y con todo listo para retornar a República Dominicana, un amigo le presenta una oferta, nueva vez para ser parte de una fundación, donde queda escogido como colaborador. Sin embargo, su deseo de seguir ayudando lo impulsó a crear la Asociación Mujer Atrévete, organización que apoya en la formación académica de niñas y adolescentes. Además, tiene una casa de albergue para aquellas que necesiten quedarse.
“Se ha apoyado a más de 100 niñas aquí en toda Guatemala, desarrollo el proyecto por casi 7 u 8 años, hay una casa en la que ellas viven. Ahí ya ellas manejan el proyecto, lo llevamos a un nivel donde ya no necesitan mi presencia, entonces ahí es cuando yo decido hacer algo por mí”, indicó.
A pesar de no tener formación académica relacionada a los negocios, en 2013 crea Bio Quisqueya, una empresa dedicada a la exportación y distribución de frutas y vegetales. Polanco señala que los productos se distribuyen a varios supermercados en El Salvador y otros a proveedores de Guatemala.
Siete años más tarde, pasa al mundo editorial con Auxe, uno de los proyectos que más le apasiona, confiesa. “Se dedica a la producción de libros, contamos con más de 150 materiales en estos momentos impresos, terminados y promocionándolos en escuelas y establecimientos privados”.
“Mi rollo siempre ha sido el tema de la educación, en eso me he desenvuelto por casi 20 años”, resalta. Y es que por más de 8 años fue educador en universidades guatemaltecas y se dedicó a apoyar organizaciones sin fines de lucro en el tema de capacitación y formación.
Polanco estudió Ciencia de las Religiones en la Universidad Iberoamericana (Unibe) de República Dominicana. No obstante, afianzó sus conocimientos con cursos superiores en Guatemala y México, abarcando áreas como la teología, filosofía, educación, psicología y antropología. “Tengo un doctorado en Guatemala en Antropología Social y Cultural”, agregó con satisfacción.
A pesar de los retos y dificultades que presentó, como en todo proyecto nuevo, siguió adelante. Resalta que ser extranjero y tener que mantener de pie sus empresas, pese a las malas épocas económicas, solo le sirvió de empuje.
Hace un año, con ganas de experimentar en otros campos se lanza en el mundo hotelero y gastronómico con Dominican turism & Business. En una finca alberga dos proyectos: Entre Nubes Restaurante, un comedor con hermosa vista y comida tradicional de este país.
Allí, además se encuentra el mirador El Quetzal de Rosas. A unos 2,100 metros de altitud y gran extensión de tierra habitan 7,117 rosas, en honor al número de lenguas vivientes.
Además, estratégicamente todos los capullos forman un quetzal gigante (ave nacional), con el objetivo de celebrar el Bicentenario de Guatemala.
Actualmente, Polanco es el presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteca-Dominicana (Guatedom), entidad que se creó hace un año en colaboración con la Embajada Dominicana en Guatemala.
En este sentido, Polanco afirma que la cámara tiene una alianza con una escuela de aviación y cuentan con una vacante para los estudiantes que quieran vivir la experiencia seis meses en Guatemala y aprender este oficio. Los interesante pueden comunicarse directamente con la entidad.
“Nosotros como Cámara podemos facilitar que vengan a vivir la experiencia de seis meses o viceversa, tenemos oportunidades de becas para la misma gente que se agremie con nosotros”, dijo Polanco.