La Vida

Día Mundial del Folklore: un análisis a la música, gastronomía y trajes típicos dominicanos

Xiomarita Pérez enfatizó el hecho de que actualmente se ha concebido una idea errónea sobre el papel de la cocina dominicana en nuestra propia cultura

Folklore dominicano.

Este lunes se celebra el Día Mundial del Folklore, una fecha que busca valorizar la identidad de la cultura artística de los pueblos y que está dedicada a las tradiciones culturales del mundo.

Con miras a repasar y analizar los más recientes aspectos de la cultura folklórica y popular dominicanas desde diferentes disciplinas y expresiones, se realizó un encuentro virtual en el que participaron Xiomarita Pérez y los investigadores Ismael Hernández y Luis Manuel Brito, así como del gestor cultural y productor de radio Manuel Betances.

Dentro de los temas, se expusieron la gastronomía dominicana, la bachata y sus orígenes al igual que su baile, la vestimenta tradicional dominicana y todo lo concerniente al tema turismo con referencia a cómo se promociona República Dominicana en otras latitudes.

De su lado, Xiomarita Pérez enfatizó el hecho de que actualmente se ha concebido una idea errónea sobre el papel de la cocina dominicana en nuestra propia cultura. Así lo hizo ver también Ismael Hernández argumentando que “es una lástima que muchos negocios de alimentos solo se enfoquen en comida foránea y no tengamos un menú en común sobre nuestros platos locales, catalogados por región.

Además, se hicieron algunas observaciones sobre los gazapos o errores garrafales, empezando por la declaración del día de la gastronomía dominicana, así como por la desinformación que impera en cuanto a ciertas recetas de nuestros platos dulces y salados a lo ancho de la geografía nacional.

A su vez, comentaron sobre el tema del plátano, que aunque exista el refrán de que somos más dominicanos que este producto, la realidad es que este es de origen asiático, y que también tenemos otros productos, los que a pesar de haber sido traídos durante la época del Descubrimiento de América, tanto el maíz como el cacao y el tabaco llegaron a nuestra isla desde el viejo continente y fue desde acá que los demás países se nutrieron, mientras que en nuestra isla se aprovecha poco esa tradición de consumir y preparar dichos productos siendo los primeros en cultivarlos y consumirlos durante la colonia.

En cuanto a lo musical, el investigador Luis Manuel Brito hizo un resumen desde cuándo se ha venido abordando el tema del género musical conocido como bachata, y que hoy en día es un referente mundial para la República Dominicana. Brito explicó que a pesar de ser una música que estaba estigmatizada por muchos años, ya venía dedicándole párrafos y cuartillas en diferentes medios nacionales de prensa.

Asimismo, tanto Hernández como Pérez hicieron un llamado para tomar en cuenta los aspectos que deben definir un día nacional de este género que ya cuenta con el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, al plantear una serie de hechos que bien podrían indicar qué día se merece ser declarado oficialmente por su importancia y significación real del nacimiento de este baile.

Manuel Betances también hizo unas anotaciones, al igual que Xiomarita Pérez, sobre la manera de bailar la bachata tanto fuera como dentro del país, pero también recordaron lo penoso que resulta ver cómo nuestro género se enseña en escuelas de baile de Europa, y que incluso muchos dominicanos validen estos métodos, donde muchas veces más que el baile propio de cómo se baila la bachata en nuestros barrios sea confundido y tergiversado con pasos, por ejemplo, de la kizomba, un baile y género tradicional de Angola desde los años 80.

De igual forma se conversó sobre el tema del traje típico dominicano, que no es típico, porque un verdadero diseño de traje típico debe de ser por la usanza y no por concursos.

Los expositores finalizaron haciendo un llamado a tomar acción responsable sobre la manera en cómo se ha ido manejando el tema de nuestras costumbres y tradiciones, para llamar la atención de los actuales folcloristas para que se adentren a la investigación de campo ya que la cultura evoluciona, y no se queda estancada como es el parecer de muchos investigadores que creen seguir viviendo aún en las décadas de los 70 y 80.