HISTORIAS DE LA VIDA
Gilberto Amarante: “No logré ser pelotero, pero ayudo a otros a que lo sean”
“Corté grama, lavé platos en restaurantes, y trabajé construcción y dándole mantenimiento a estadios de 'baseball'. De todo hice al llegar aquí, a Estados Unidos. Eso sí, menos lo mal hecho”. Gilberto Antonio Amarante Perdomo es quien lo dice para introducir la historia que Dios le ha ayudado a construir en el mundo de la pelota.
Hoy es el presidente y fundador del programa de becas Albany Paulies, también vicepresidente y director del complejo deportivo Z-Axis Sport Complex. Gracias a su trabajo, alrededor de 500 jóvenes con talento en la pelota han pasado por el programa que él desarrolla. A ellos les ha enseñado a alcanzar el éxito como estudiantes atletas. “Les ofrecemos consejería y una mejor preparación tanto física como mental”. Eso llena de satisfacción a Gilberto. Cuando le tocó vivir la experiencia, no había ese tipo de guía.
“De nuestro programa Albany Paulies, 10 jugadores han alcanzado el profesionalismo. Ahora mismo, tenemos un prospecto que tiene el chance de llegar a las grandes ligas. Sería el prospecto #5 en la organización de los Cleveland Guardians. Se llama Daniel Espino, y podría estar haciendo su debut este año o el próximo año entrante”. En esta parte, el representante dominicano, agradece a Dios por ser su guía en todo lo que hace.
Aunque primordialmente se enfoca en los dominicanos, también trabaja con jóvenes de otros países como Venezuela, Panamá, Colombia, Puerto Rico, México, El Salvador, y Curacao. “El hecho de que yo no haya podido ser un pelotero como me hubiese gustado, no quiere decir que no esté dispuesto a ayudar a otros a que sí lo logren”. Lo enfatiza.
Detrás de su éxito
Gilberto es de Villa Faro y, fue allí donde nacieron sus sueños por llegar a las grandes ligas. La muerte de su padre Modesto Amarante, cuando apenas tenía 17 años y grandes posibilidades de llegar, cambió su esquema de vida.
Al fallecer su papá, no le queda de otra que poner a reposar sus sueños para dedicarse a ayudar a su madre viuda y con tres hijos. No niega que la mayor decepción que ha tenido en la vida ha sido el no haber podido firmar en República Dominicana cuando se le presentó la oportunidad. Sin embargo, ello no ha sido obstáculo para encarrilarse en el mundo de los deportes que le apasiona y extender su mano a jóvenes con talento.
“Descubrí que me gustaba el 'baseball' a la edad de los 12 años. Anteriormente, es decir, desde los siete años, jugué baloncesto. Los que me inspiraron en el 'baseball' fueron Sammy Sosa y Manny Ramírez”. Con esta cita fundamenta que tiene más de 20 años amando una disciplina a la que hoy se dedica por entero.
Así como encontró respaldo de Darton College en el año 2006, que le otorgó una beca completa de 'baseball', así también contribuye a que otros puedan lograr al menos realizar estudios como atletas en Estados Unidos.
Gilberto sabe la cantidad de atletas que hay en su amada República Dominicana, y por ello, no descansa hasta lograr la creación de una fundación para recaudar fondos, los cuales serían utilizados para ayudar a jóvenes de bajos recursos que tengan el interés de estudiar en Estados Unidos.
Respeto a su familia y a la de sus atletas
Gilberto Amarante tiene tres hijos biológicos. Christopher Gabriel, de 15 años, Elijah Alexander, de 13, y Janely, de nueve. Pero son más los que ha “adoptado” a lo largo de los 12 años que tiene dedicándose a reclutar jóvenes atletas. Para él cada uno es como un hijo, al que respeta, educa y orienta en todo el sentido de la palabra.
El respeto es la base en la que este dominicano fundamenta su trabajo. “Respeto a mi familia y a la de cada joven que esté bajo mi responsabilidad. Nuestra misión no es solo que logre su sueño de llegar a la meta, sino que se convierta en un buen ser humano y un hombre de respeto y de bien”. Esta cita la respalda la madre de uno de los tantos jóvenes que están siendo ayudados por el caza talento deportivo.
“Realmente, nuestra experiencia con él ha sido muy favorable. Nuestro hijo está en Estados Unidos bajo sus directrices. Estamos al tanto de todo lo que hace porque Gilberto nos informa. Nos gusta el hecho de que él no busca la ventaja de que lo firmen para lucrarse, sino que de que estudien y se preparen”. Eso lo dice Rosanna Tremols, que fue quien se acercó a LISTÍN DIARIO para que se hiciera eco de la historia de este hombre que ha fregado hasta platos con tal de entrar a trabajar a un estadio de pelota.
El único varón de doña Genoveva Perdomo tiene dos hermanas de padre y madre que son Rosanna y Paola. Por parte de padre tiene a Katherine y a Modesto. La familia es su debilidad. Eso fue lo que aprendió y lo que trata de inculcarles a los atletas que recluta. “Porque en la vida todo es sacrificio y es la familia la que ayuda a uno a no tirar la toalla”.
Experiencia laboral
Fue en el año 2008 que Gilberto comenzó a dar sus pininos como asistente de ‘baseball’ en la Junior College División 1 ‘Darton State College’, en Albany, Georgia. “Ahí estuve dos años. Durante ese tiempo, me decido a crear el programa de becas Albany Paulies, el cual ya tiene 12 años funcionando. Comenzó en febrero de 2010”. Iba realizando ambas funciones.
En el año 2011 pasa a ser asistente de ‘baseball’ en la Universidad NCAA Albany State University, en Albany, Georgia. Ahí estuve cinco años (2011-2015). Cada vez iba dedicando más tiempo a quienes entendía necesitaban de un guía para lograr sus sueños. Esta parte la aborda dejando claro que su enfoque fundamental era no solo convertirse en un captador de talento, sino en un consejero estudiantil.
Ya para el año 2021, se convierte en vicepresidente y director Z-Axis Sport Complex, puesto que aun ostenta y que le ha permitido abrir más las oportunidades a los muchachos que apoya. “Ayudo a los jóvenes porque cuando tuve la oportunidad de venir a este país junto a otros de mis compañeros, en búsqueda de oportunidades de beca universitaria, no existía una persona o agencia que se encargara de guiarnos para poder conseguir dichas oportunidades”. Al comentar esta parte no esconde la emoción del deber cumplido.
A la pregunta de que cuál es su mayor anhelo dentro del oficio que realiza, Gilberto responde: “Poder seguir ayudando a jóvenes a superarse, como lo he podido hacer yo durante estos últimos 12 años. Ayudarlos a que tengan buena salud física y mental a base de disciplina y que puedan lograr sus sueños”. Eso quiere.
Bella historia con su papá
Su padre trabajó muchos años para la familia Lama, en Vulcanizado Dominicano, una compañía que se encargaba de hacer calzados. “Mi papá era encargado de Almacén. Luego consiguió una oferta como encargado de una compañía americana de calzado en Puerto Plata, lo cual lo obligó a aprender inglés. Años después decidió independizarse. Creó su propia empresa llamada ‘Calzados Nass’. Su compañía le vendía calzados al por mayor a tiendas como Plaza Lama, Los Muchachos, etcétera”.
Gilberto recuerda que, siendo pequeño, él lo ponía a sacar puntilla, a cortar hilos, y hacer las cajas de los zapatos. Aunque eran tareas fáciles de realizar, eso le fue creando el hábito de lo importante que es aprender. “Eso fue lo único que aprendí, pero más que todo, la enseñanza fue la importancia que tiene el trabajo y el hacerlo como se debe”.
Luego su padre se enfermó de los riñones. Duró seis años de tratamiento con diálisis hasta que un día le dio un derrame cerebral y falleció. Ahí comenzó la historia de un Gilberto que, pese a solo tener 17 años, entendió que su madre y sus hermanas dependían de él. Su afán de superación es lo que lo ha llevado a que, hoy día, sean muchos los jóvenes que dependen de su gestión para lograr abrirse camino en los estudios en Estados Unidos y en el mundo de la pelota.