HISTORIAS DE LA VIDA
Yudelsy De-Raben: la pobreza la enseñó a ahorrar y superarse
Hoy todos quieren que esta joven les decore sus eventos, pero pocos saben que llegar hasta donde hoy se encuentra le ha costado mucho sacrificio, entrega, limitaciones y más que todo, lecciones de vida. Comparte su historia para que algunos aprendan a no darse por vencidos aun cuando las calamidades amenazan el éxito.

Conforme pasaba el tiempo y avanzaba en la escuela, su negocio también crecía. Foto cortesía Yudelsy De-Raben
“Es tanto el beneficio que me ha dado el guardar siempre algo, inclusive de lo poco que me daban para la merienda, que hoy, que no tengo tantas limitaciones, me he quedado con ese hábito. Tanto es así que tengo por norma gastar solo el 10 por ciento de lo que me gano al mes. No importa lo que venga, no me salgo de ahí”. Esto lo cuenta entre risas Yudelsy De-Raben, acomodándose su abundante cabellera.
Ha pasado por muchas. Pero, contrario a lo que hacen algunas personas, en sus recuerdos amargos ella ha encontrado fortaleza para “echar pa’ lante”. “Se me salían los ojos cuando veía a mis compañeros de la escuela comiendo de todo lo que vendían, y yo debía conformarme con comerme lo que podía comprar con los cinco pesos que me daban”. Sus ojos evidencian nostalgia, pero su risa se encarga de ocultarla al máximo.
Es ante este tipo de carencias que la dueña de esta historia de superación decide “guardar pan para mayo y harina para abril”. Estudiando en el centro Fe y Alegría le presta atención a las clases complementarias que imparten. Le saca provecho a las manualidades y ahí comienzan sus primeros pasos en “los negocios”. Pese a su corta edad, decide trabajar el tejido en macramé. “Recuerdo que hice como una especie de macetero y lo colgué en la galeriíta de mi casa, pasó alguien y le gustó. Me lo compró y me dije: ‘Oh, pero yo haré pulseras también. Así lo hice, y me las llevaba a la escuela y allá las vendía”. Deja ver su entereza y el orgullo que siente de su emprendimiento, aun cuando el término ni soñaba con estar de moda.
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