RELIGIÓN
Carmen Figueroa: cuatro décadas al servicio del crecimiento espiritual de los dominicanos
Se convirtió en ministra ordenada de Unity en Dominicana hace ya cuarenta años
El 17 de junio de 1982 ocupa un lugar especial en la memoria y el corazón de Carmen Figueroa. En esa fecha, de la que en pocos días se cumplen 40 años, la dominicana fue ordenada ministra de Unity, durante una ceremonia que tuvo lugar en la sede central del movimiento religioso, ubicada en Misuri, Estados Unidos.
“Es un sentimiento tan grande”, expresa Figueroa al recordar lo que experimentó.
Al convertirse en cabeza visible de Unity en Dominicana (unity.org.do), la mujer, que por entonces tenía 50 años, hizo un compromiso público de servir y ser ejemplo para los seguidores de esta filosofía de vida.
En el interior de Figueroa existió desde temprano una inquietud espiritual y la búsqueda de respuestas la condujo, entre las décadas de 1960 y 1970, a las reuniones de Unity.
En esta escuela de cristianismo práctico encontró su propósito, porque, como ella misma proclama, “todos tenemos un plan de vida”.
Su deseo de crecimiento y la inspiración que encontró en maestros que venían a disertar desde otros países la llevarían a graduarse como maestra licenciada en el Instituto Unity de Puerto Rico y a dirigir un grupo de estudio y oración en La Romana, su tierra natal.
“Cuando tú tienes un deseo sincero en tu alma -reflexiona-, se te abre el camino”.
Primer gran reto
Otra mujer, Elvira Gil Cáceres, había trazado las huellas que Figueroa seguiría al asumir las riendas de Unity en Dominicana. Gil Cáceres organizó, a partir del 1963, las primeras reuniones del movimiento en República Dominicana y dirigió el ministerio en sus primeros años.
Y es que las mujeres, asegura por su experiencia Figueroa, “son las que más buscan a Dios”, un fenómeno que atribuye a factores culturales y que, considera, debe cambiar con el tiempo.
Al ser ordenada como ministra, el primer gran reto que Figueroa asumió, confiada en Dios y en el poder de la oración, fue la construcción de un templo.
Las dudas no detuvieron la obra y la meta se cumplió en 1984, con la inauguración del espacio que ocupan hoy en la avenida 27 de Febrero, en el sector El Vergel, del Distrito Nacional.
Bajo su liderazgo la organización ha ampliado su alcance con la transmisión de programas de radio y televisión y servicios en línea, además de la reimpresión de La Palabra Diaria, pequeño libro devocional bimestral.
Algunas de estas herramientas han compensado, en los últimos dos años, la reducción en el número de reuniones presenciales fruto de la pandemia.
A propósito de la crisis sanitaria mundial, la reverenda comenta que esta no se le puede achacar, como señalan algunos, a un castigo divino. La pandemia es, en su opinión, “la consecuencia de lo que hombres y mujeres hemos sembrado”.
Reconocimientos
A lo largo de su dilatada carrera ministerial, Figueroa ha recibido múltiples satisfacciones y reconocimientos tanto en el país como fuera de él.
Entre ellos se destaca el premio Light of God Expressing, que le otorgó en 2011 Unity Ministerios Mundiales (www.unityworldwideministries.org). Fue la primera ministra hispana en merecer tal distinción.
No toma todo el crédito para sí. Recuerda a sus “múltiples colaboradores” y, además, asegura: “Cuando tú le das la mano al maestro Jesús, todo se te facilita”.
A sus 90 años de vida, 40 de ellos dedicados a la labor ministerial, Figueroa quiere ser recordada con alegría y como una persona que ha vivido para servir a los demás.
¿Qué es Unity?
El movimiento Unity fue fundado en 1889 en Misuri, por los esposos Charles y Myrtle Fillmore. Aunque basa sus enseñanzas en el cristianismo, se nutre de otras antiguas tradiciones religiosas.
Unity no es una iglesia, sino “una filosofía de vida” o una “escuela de cristianismo práctico”, aclara Figueroa; no obstante, para fines de registro e incorporación, se vieron precisados a usar el término iglesia.