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LUTO

Arcadio Díaz: ¡El país te queda a deber!

Quienes conocieron a Arcadio Díaz más allá de sus chacabanas saben que su grandeza no estaba en sus dotes de excelente diseñador. Estaba en su calidad humana, en su entrega y en su facilidad para darse a los demás. Sobre la pasarela, eran sus piezas las que llamaban la atención por la creatividad, terminación de primera y atractivo sin igual. Fuera de los desfiles, era él la gran atracción.

De hablar y caminar pausado se ganó el cariño y el respeto de gente de aquí, de Venezuela y de muchos otros países que luego de conocerlo se dieron cuenta que como persona aportaba mucho más que como diseñador, y sepan que fue inmensa su contribución a la industria de la moda. Fue desde muy temprana edad que comenzó a poner el nombre de su país en alto, desde Venezuela, su otra nación.

Ese hombre que, a los siete años comenzó a “enamorarse” de la moda cuando conectaba la plancha del sastre de su natal Santiago, le generó muchos éxitos a una República Dominicana que queda en deuda con él, porque, aunque se les reconocen sus grandes méritos, no ha sido suficiente si se compara lo que dio con lo que recibió.

Un traje a la medida de sus aportes

Sus colegas también han entendido que los dominicanos se han quedado cortos con el ‘artesano de las chacabanas’. Reconocen que además de ser un extraordinario diseñador y trabajador incansable, se tomaba el tiempo para apoyar al nuevo talento y para respaldar en silencio, las causas más nobles que hasta a él llegaban.

Isabel Reynoso, Leonel Lirio, Marisol Henríquez y Giannina Azar son algunos de los que aseguran que cualquier distinción para Arcadio, es pequeña si se toma en consideración todo lo que dio al país en términos profesionales y personales.

Ni hablar del legado que dejó a sus hijos, porque era un hombre que creía en la familia, en los valores, en el trabajo honesto, en los amigos y en el respeto.

Era tanta su humildad que, en una de sus entrevistas para LISTÍN DIARIO, dijo: “Cuando me hablaron para formar parte de los diseñadores que habrían de conformar la agenda para la primera entrega de DominicanaModa, no lo dudé. De inmediato acepté presentar en mi país una colección a la altura de esa fiesta del talento nacional en el área del diseño. Recuerdo que, para entonces, estaba radicado de lleno en Venezuela y vine a vivir una experiencia que todavía atesoro”. A partir de ahí, todos los eventos de moda de aquí contaron con su presencia y su apoyo incondicional.

Siempre agradeció a quien escribiera hasta una letra sobre sus desfiles y, aun así, decía: “Te quedo a deber”. Porque sencillamente, ese hombre amable que el sábado 23 de abril, de 2022, partió a los brazos del Señor, era un ser agradecido, de fe, de amor… Y se fue sin saber que hoy es el país, que le queda a deber.

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