PSICOLOGÍA

Autoestima: ¿solamente amor a uno mismo?

Va más allá de decir que es el amor a uno mismo. También se tiende a confundir autoconcepto y autoestima. Aunque la autoestima se fundamenta en el autoconcepto. Definamos ambos, antes de profundizar en la autoestima.

El autoconcepto es el concepto mental que elaboramos de quién soy, cómo soy. Todo el mundo tiene una imagen mental de quién es, tanto física como psicológicamente. En este sentido, mientras más realista sea el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos, mayor será la oportunidad de trabajo en un espacio terapéutico y de crecimiento personal, lo que resultará en una autoestima sólida y estable.

La autoestima la definimos como la aceptación de nuestro autoconcepto, por ende, a mayor aceptación, más estable podrá ser o llegará a ser nuestra autoestima.

EL ACOMPAÑAMIENTO ADECUADO

Cuando una persona llega a consulta con una demanda de baja autoestima, el trabajo no es solo cambiar el pensamiento negativo a positivo, es ayudar a la persona a promover sus propias herramientas, acompañarla en el proceso de autodescubrimiento, que pueda ser lo más objetiva y justa consigo misma y el entorno y que logre aceptarse como un todo.

Como seres humanos, cambiantes constantemente, la autoestima, por ende, también lo es, no es un concepto rígido y fijo, sino todo lo contrario, ya que en la medida en que cada etapa vital y situaciones que la vida nos presenta, la autoestima irá fluyendo y modificándose a lo largo de nuestra vida. En terapia, al ser trabajado este tema, las posibilidades de cambio positivo adquieren un buen pronóstico.

Existen diversas modalidades de trabajo terapéutico: uno es el trabajo individual, otro es el trabajo grupal, para lo cual existen programas como Aestimare, un programa de 12 semanas de trabajo grupal terapéutico, enfocado en trabajar la autoestima.

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La autora es Carmen Virginia Rodríguez, terapeuta familiar del Grupo Profesional Psicológicamente

La vanidad no es lo mismo que la autoestima