ÁREAS PROTEGIDAS
Banilejos se unen para el rescate y puesta en valor del cerro Cucurucho de Peravia
Fue declarado en el 2015 zona natural protegida con el nombre de Don Rafael Herrera, insigne banilejo y director de Listín Diario por 31 años
Desde hace varios meses un grupo de banilejos, preocupados por los niveles de abandono y descuido a que ha sido sometido por las autoridades locales del sector uno de los cerros de más valor biológico, histórico y socio-religioso de Baní, el Cucurucho de Peravia, han decidido ir en su rescate y puesta en valor.
El Cucurucho de Peravia, declarado zona natural protegida mediante el Decreto 40-15, es una loma de las estribaciones de la Cordillera Central, con apariencia de volcán, situada a la entrada este de Baní, justo en la comunidad de Fundación de Peravia. Esta loma fue declarada área protegida con el nombre de “Don Rafael Herrera”, en homenaje al que fuera durante 31 años director del LISTÍN DIARIO e hijo ilustre de Baní. La declaratoria del Cucurucho de Peravia como “zona natural protegida” se logró por una solicitud expresa que hiciera el director actual de Listín, el destacado periodista banilejo Miguel Franjul, al entonces ministro de Medio Ambiente (2015), Bautista Rojas Gómez.
Situación de este espacio cultural El bohío que se construyó a mitad de su cima, como un mirador espectacular hacia la ciudad banileja y parte de la provincia, así como zona de descanso de los visitantes, luce hoy vandalizado, raído por todas partes. Ese bohío, que se amuebló y se acondicionó con utensilios típicos de la cultura campesina banileja de principios de siglo 20, al momento de ser inaugurado en su declaratoria de área protegida, en noviembre del 2015, luce hoy completamente deteriorado, cayéndose a pedazos y todo el mobiliario que había en su interior, muebles, sillas, tinaja, tinajeros, mesas y vasijas de cocina, ha desaparecido.
Planes de rescate y puesta en valor
Desde el patronato de apoyo y protección al Cucurucho de Peravia que han conformado este grupo de banilejos que se han propuesto no solo restaurar el emblemático bohío y amueblarlo de nuevo como un atractivo importante para turistas y otros visitantes, sino que además contemplan la creación de corredores ecológicos. Procuraran también, según ha explicado Fabio Herrera Cabral, miembro directivo del patronato, hacer escalones (escaleras) en todo el sendero que va desde su falda hasta su cima, para facilitar el acceso y subida a este altozano de peregrinajes, deportistas que allí suben a ejercitarse, los que caminan a diario como actividad de salud, los que hacen investigaciones de corte historiográfica y cultural y otros que buscan conocer el lugar y vivir la experiencia de la panorámica que este ofrece de gran parte de la provincia Peravia en un radio de 360 grados.
Gestión voluntaria
Herrera Cabral ha dicho a Listín Diario que la disposición de este patronato es una gestión de buena voluntad, “y estamos trabajando inspirados en el rescate de este recurso natural de los banilejos y hacer del Cucurucho un atractivo ecoturístico. “Como sociedad banileja decidimos intervenir este recurso nuestro, para restaurarlo, colocarle sus escaleras para facilitarle la subida a los visitantes, hacer los corredores y un mirador que permita a la gente disfrutar del paisaje”, detalla con Entusiasmo este noble banilejo. Además, están colocando la señalética de los espacios orográficos que brinda el cerro, así como de los recursos de flora y fauna que hay aquí.
Apoyo
Lo que hasta ahora han logrado hacer es con aportes de muchísima gente, cuenta Fabio; pequeños y medianos aportes de banilejos localizados en el extranjero, en Santo Domingo, aquí en Baní y tienen la promesa de una empresa importante de apoyarles también con una buena colaboración, para lograr poner en valor este valioso recurso natural. Paralización de los trabajos
En los últimos dos meses han tenido que detener los trabajos que han venido ejecutando de forma voluntaria, justamente por la falta de recursos, dice Ismael Díaz Melo (Manolo), otro de los miembros del patronato, pero con el esfuerzo de todos, asegura, “estamos empezando a reiniciarlos de nuevo”.
Pedido a Medio Ambiente
Manolo expresa que solicitan de Medio Ambiente, entidad que tiene bajo su responsabilidad el cuidado y protección de este recurso ecológico e historiográfico, que se hace necesario que se nombre a alguien que represente en el parque a esta entidad oficial con carácter de autoridad medioambiental. Establece que “la reserva está prácticamente abandonada ahora mismo, aquí solo algunas personas del área se han convertido en vigilantes voluntarios y realmente no hay una protección, por lo que le solicitamos al ministro que por favor nos pueda designar un personal que esté permanentemente al cuidado de este parque”. Reitera el pedido que se le hizo en el encuentro del Centro Cultural Perelló (CCP), el 19 de febrero último, al ministro Jorge Mera, de construirle al parque casetas de vigilancia y baños para los visitantes.
Peligros que acechan
Para Díaz Melo, el crecimiento urbano está llegando a la falda del cerro y esto es una gran amenaza para la conservación de este recurso natural. Ya en algunas zonas, advierte, sobre todo la falda del oeste, está siendo agredida por la extracción de su suelo y otros materiales y este es un problema al que hay que ponerle mucha atención. A juicio de Ismael, la seguridad de esta loma, frente al crecimiento urbano y los depredadores, solo se logra cerrando el área “y definiendo muy bien los límites de este este recurso para evitar que los depredadores vulneren su integridad y lo destruyan”.
Circuito ecoturístico
Marcos Chalas Martínez, miembro del patronato Cucurucho de Peravia y coordinador del proyecto Peravia Ecotur; así como Eladio Malaquías Arias, miembro del patronato y dirigente comunitario, coinciden en que Baní podría crear con el Cucurucho de Peravia, Las Yayitas, con aprovechamiento del río Baní, y la loma del Recodo, donde ya se trabaja en su fase final en un museo multicultural, un circuito ecoturístico de carácter autosostenible y a la vez que sea un centro de atracción y recreación para todas las comunidades circunvecinas y del turismo nacional.