Marta Ortega, la heredera que asume las riendas del imperio Zara
Marta Ortega ha trabajado en los últimos años supervisando el diseño e impulsando la marca, pero sin haber ocupado ningún puesto ejecutivo ni haber dirigido una filial
Marta Ortega, hija del multimillonario Amancio Ortega, se convertirá este viernes en la mujer más poderosa del "prêt-à-porter" mundial cuando asuma las riendas del gigante español Inditex, la matriz de Zara, que se encuentra en un momento clave para su futuro.
Descrita como discreta y reservada, la mujer de 38 años, la más joven de los tres hijos de Amancio Ortega, era vista desde hacía años como la sucesora natural de su padre a la cabeza del emporio de 6,500 tiendas y 174,000 empleados.
Pero fue recién en noviembre pasado cuando su nombramiento fue oficializado, en el marco de una reorganización orquestada por el propio Amancio Ortega, tras una década de "regencia" de su otrora mano derecha Pablo Isla, artífice de la expansión del grupo a nivel internacional.
"Llevamos tiempo preparando esta transición", explicó en ese momento Isla. "Marta lleva ya quince años trabajando en la empresa. Ha impulsado muchísimas iniciativas (...) Es una persona que conoce muy bien la empresa", subrayó.
Nacida el 10 de enero de 1984 de la unión de Amancio Ortega y su segunda esposa Flora Pérez, Marta Ortega, de figura esbelta y largo cabello rubio, creció en La Coruña, ciudad gallega situada en el extremo noroccidental de España, junto a sus medio hermanos Sandra y Marcos.
Luego de estudiar en un colegio católico en Galicia y en un prestigioso liceo privado en Suiza, se graduó en 2007 en la European Business School de Londres, ciudad donde daría los primeros pasos, de incógnito, en el grupo familiar, como vendedora en una tienda Zara.
"La primera semana, pensé que no sobreviviría. Pero luego te vuelves adicta a la tienda. Algunas personas nunca se quieren ir", contó sobre esa experiencia al Wall Street Journal esta apasionada de la equitación.
Aunque según el diario El País, su compañeros en la tienda, sorprendidos de verle con un reloj Rolex, se dieron cuenta de quien era.
Marta Ortega, ¿falta de experiencia?
Marta Ortega, que pronto se unió a la sede de Inditex en Galicia, "creció inmersa en la empresa" y durante su carrera "estableció muchos vínculos con el mundo de la moda", señaló a la AFP Alfred Vernis, profesor en la escuela de comercio Esade y exejecutivo del grupo textil.
Afincada en La Coruña con su segundo marido Carlos Torretta y sus dos hijos, Marta Ortega ha trabajado en los últimos años supervisando el diseño e impulsando la marca, pero sin haber ocupado ningún puesto ejecutivo ni haber dirigido una filial.
Un hecho que explica en parte su falta de visibilidad: casi nunca ha dado entrevistas a los medios, aunque sí ha aparecido en ocasiones en fotos en revistas de celebridades, durante, por ejemplo, eventos hípicos.
¿Será una desventaja su falta de experiencia en gestión y finanzas? Al anunciarse su nombramiento, el retroceso de la acción en bolsa hizo patente la inquietud del mercado. Pero, poco a poco, los temores parecen haberse desvanecido.
Marta Ortega, que recibirá anualmente 1 millón de euros (1.10 millones de dólares) en su puesto al frente de Inditex, "ha estado muy bien preparada" y "está bien rodeada", estima Vernis, que recuerda que dos de sus tíos ocupan puestos de dirección: uno al frente de Zara, el otro de Massimo Dutti.
Un 2022 complicado
La hija de Amancio Ortega ocupará la presidencia del grupo y no su dirección general, en la que estará Óscar García Maceiras, proveniente del Banco Santander. "Sera él el que deberá tomar las decisiones ejecutivas", si bien "ella tendrá que jugar un papel" frente a los desafíos que enfrentará el grupo, acotó Vernis.
Fundado en 1985 por Amancio Ortega, el hijo de un trabajador ferroviario que terminó convertido en el hombre más rico de España, Inditex, líder mundial de la moda de masas, se prepara para un 2022 complicado, principalmente por la guerra en Ucrania, que lo llevó a suspender las actividades de 502 tiendas rusas.
Asimismo, el grupo se encuentra inmerso en un delicado "viraje verde" para reducir su impacto ambiental, siendo la industria textil uno de los principales contaminantes en el mundo. Para lograr la meta "todavía queda camino por recorrer", advierte Vernis, para quien esta estrategia "tendrá un coste" para Inditex.