Que reine la paz en el mundo

¡Hola! Buenos días. “No siempre quien sonríe es feliz. Existen lágrimas en lo más profundo del corazón, que no llegan a humedecer los ojos”. Con esta frase de la escritora Isabella Renz inicio mi entrega de hoy.

Un episodio que conmovió profundamente mi alma fue ver entre sollozos y rostro compungido a la cónsul de Ucrania en nuestro país, Ilona Oleksandrivna, solicitarle al presidente Luis Abinader una audiencia para que auxilie a los ucranianos que se encuentran de paso en el país, y a quienes el conflicto bélico los obligo a permanecer por más tiempo.

La petición fue acogida por el Presidente, cuya sensibilidad humana le brota a borbotones y quien le prometió protección para sus compatriotas, muchos de ellos turistas que estaban vacacionando en diferentes puntos del país, y que hoy están sin protección alimentaria y techo donde dormir.

Esperamos que Dios Todopoderoso toque el corazón de quienes iniciaron y están empecinados en esta guerra, especialmente al presidente Ruso, Vladimir Putin, para que la paz vuelta a reinar en el mundo.

Congresistas aprenden lección protocolar

Pasando a otro tema, les cuento que muchas de las congresistas aprendieron la lección sobre el protocolo que rige la ceremonia de Rendición de Cuentas al país que cada año hace la Presidencia de la República de turno. En esta oportunidad le tocó hacer su segunda rendición de cuentas al presidente Luis Abinader.

En estos eventos se debe cuidar el más mínimo detalle para no hacer el ridículo. En cuanto al vestuario se refiere, tanto las damas como los caballeros estuvieron acorde con el mandato protocolar, comenzando por la primera dama, Raquel Arbaje, y continuando con la vicepresidenta, Raquel Peña, quien lució un hermoso diseño de Luis Domínguez, quien también vistió a la diputada Faride Raful.

La alcaldesa Carolina Mejía, Juliana O’Neill, Betty Gerónimo y Marian Cruz de Martínez, fueron de las que lucieron regias, ajustadas al protocolo que manda el evento. Tanto el color, como la textura y el diseño deben ajustarse a los cánones protocolares.