Amaya, espacio, color y luz

Es el título de la primera exposición de esculturas de la artista visual Amaya Salazar, que se inauguró recientemente con el auspicio del Museo de Arte Moderno (MAM) del Ministerio de Cultura, con la asistencia de amigos, familiares, críticos de arte y amantes del arte que conocen su trabajo.

Las piezas, elaboradas en bronce, resina y madera, están inspiradas fundamentalmente en la maternidad, familia, mujer y naturaleza.

Amaya tiene la capacidad de armonizar los colores, aun los más controversiales. La luz es un elemento predominante, no solo en esta exposición sino en toda su obra. Ella vive reinventándose y cada exposición supera a la anterior en creatividad, evidenciándose en sus obras el resultado de un trabajo constante con disciplina, investigación y arte.

En esta exposición se destacan las palmeras hechas en metal, que se han convertido en un elemento constante en su escultura, proyectos presentados en dibujos y maquetas; y como elemento sorpresa reposa, en un espacio cerrado del museo, una caja con juego de luces que refleja en las paredes diversas figuras moldeadas por la artista.

La exposición tiene varios textos escrito por la curadora y experta Bingene Armenteros, en los que explica la temática y contenidos críticos del segmento que recoge el espacio.

Gamal Michelén, viceministro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y amigo de la artista, tuvo a cargo de los comentarios de la muestra, que estará abierta hasta el 24 de abril de martes a domingo, de 10:00 de la mañana a 6:00 de la tarde.

Federico Fondeur, director del MAM, inauguró la muestra que marca el inicio del programa de exposiciones que se desarrollará durante este año.