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FÁBULAS EN ALTA VOZ

El quirófano con el “moño hecho”

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Marta QuélizSanto Domingo, RD

Quiérase o no, el Covid-19 llegó para quedarse. Ya es de rigor que entre los tantos requisitos para una cirugía electiva, él también está incluido. Es tanto su protagonismo que, muchas veces ha dejado el quirófano con el “moño hecho”. Así como lo lee. Todas las evaluaciones listas y aprobadas por los médicos actuantes, y de repente ¡sorpresa! La prueba sale con el resultado positivo. Hay que esperar el tiempo suficiente para someterse a otra PCR, y comenzar de nuevo el proceso. Otro gasto de dinero.

¡Ay de los que el virus les da malo! Es tan “indolente” el Covid que, si mientras estás a la espera de la operación, te da con toda su furia, debes volver a realizar todo de nuevo, sin contar el sufrimiento por el que atraviesas con la situación de salud que te ha llevado a someterte a la cirugía. Viendo cómo Sofía ha sido víctima de esta realidad, quise llevarla a una ciudad fabulosa para que el dolor intenso que está aguantando no se prolongue, y lo disipe viviendo una experiencia de sanidad en este lugar donde no hay virus que te eche a perder tus planes de salud.

Viviendo con intensidad Una vez llegó a la hermosa ciudad, no había quebranto que estropeara la alegría de Sofía. La palabra Covid era tan extraña como remoto era que alguien estuviera contagiado. Allí ella estaba a salvo. De hecho, todos lo estaban. La salud no se afecta con nada, no hay virus que la “viren”. La prevención es la clave para mantener a todos con bienestar. A esto se une la vocación de servicio de los médicos, un buen sistema de salud, ah, y por si fuera poco, la empatía. Sí, ponerse en los zapatos del otro. En este lugar fabuloso, no hay la tediosa burocracia de hacer largos trámites y gastar altas sumas de dinero para tener salud. Al contrario, todo te lo facilitan, pues saben que eso es parte de tu bienestar.

Su vuelta al dolor Como es de esperarse, Sofía no quería regresar a su realidad. Había que hacerlo porque otra prueba PCR esperaba por ella para ver si con un resultado negativo, el quirófano que se había quedado con el “moño hecho” la acogía para que de una vez por todas y con el favor del Todopoderoso, el fuerte dolor que le quita la paz pasaba a ser parte del olvido. Ahora solo queda esperar a que todo salga bien y, que luego de la cirugía a la que se someta en el tiempo de Dios, que es perfecto, ella pueda volver a sentirse como en aquella ciudad fabulosa donde ni el Covid ni ningún dolor atenta contra su bienestar.

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