Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

ÁNIMO EN DOS MINUTOS

“¿Ma li walak?”

Avatar del Listín Diario
Luis García DubusSanto Domingo

“Ya yo estaba desmoralizado. Un vicio me dominaba. Traté de todo y todo me falló. Me sentía fracasado, enfermo, estúpido.”

“Entonces hice algo que no ha había intentado antes: le pedí ayuda a la Virgen”.

“En poco tiempo, logré dominar el vicio. Han pasado 15 años, me siento mejor que nunca. Si no le hubiera pedido ayuda, habría muerto ya”.

La persona que me contó esto, nunca fue devota de la Virgen. Es una persona, con problemas como los suyos y los míos, sin ninguna experiencia de oración especial.

Lo único extraordinario fue, que supo a quién acudir cuando ya no podía más.

En el evangelio aparece una intervención de ella en un matrimonio. Se dio cuenta de un problema que tenían los esposos, se lo dijo al Señor, su Hijo, y el Señor resolvió el problema haciendo un milagro.

Fue el primer milagro que Él hizo, y fue un milagro raro: El Señor convirtió 600 litros de agua en 600 litros de vino de primera.

Y fue un milagro raro porque fue hecho para que siguiera la fiesta, para impedir que la alegría se terminara.

Ese es el Señor auténtico. Un Dios de fiesta, de alegría, de vida, no de muerte. Y ella es la madre auténtica, que quiere ver a sus hijos alegres y felices.

Dichosos nosotros, si hoy mismo, frente a cualquier problema o proyecto, acudimos confiados y alegremente, sabiendo que ella no falla.

La pregunta de hoy

¿Qué significa “ma li walak?

En el evangelio, la Virgen informa humildemente a su Hijo del apuro de los novios. No le pide nada. Según estudios hechos por exegetas, la respuesta que le da el Señor corresponde al hebreo “¿ma li walak?”, una frase que se usa como expresión de sorpresa ante una petición recatada de una persona querida, significando que uno está en la mejor disposición de complacerla. (“Biblia comentada” por profesores de Salamanca, BAC, página 1005)

Y el Señor añade, para mejor claridad: “aún no ha llegado mi hora”, refiriéndose a la hora de su pasión y muerte. “¿Ma li walak?” responde Jesús a su madre queriendo decir “¿Qué quieres que haga? ¡Estoy a tu disposición!”. (Ver Juan 7, 30: 9, 20, Juan 13, 1; 7, 6-8; 12,27; Marcos 14,41; Lucas 22, 14 y Juan 17, 1; y 12, 24-36).

La Virgen entiende perfectamente su respuesta, y es por eso que dice a los sirvientes: “hagan lo que él les diga”. La Virgen no hace milagros, es el Señor quien los hace, si quiere.

Recuerde: Un hombre acude a la Virgen frente a un problema. Ella se lo informa al Señor, su Hijo. El Señor le responde “¿Ma li walak?” o “¿Qué quieres que haga?, estoy dispuesto a ayudarlo”.

Entonces la Virgen dice al hombre: “Haz lo que Él te diga”. Y al poco tiempo su problema queda resuelto.

¿Podríamos imitar a ese hombre…?

Tags relacionados