La Vida

DOCENCIA

Un impulso educativo a las asociaciones campesinas del Cibao

Lenin Ramos y María JiménezLa Vega, RD

Las Escuelas Radiofónicas Santa María desde sus inicios han estado orientadas al campesinado, con la intención de procurarle al obrero agrícola, desde diversos campos, el saber educativo y el contenido práctico de las enseñanzas escolares abarcando los tres primeros cursos de la Educación Básica, lo que dio paso a la creación de asociaciones colectivas por las cuales, y mediante la radio, el campesino se expresaba masivamente y se representaban de manera grupal, con independencia de los conocimietos que iban adquiriendo.

Crecimiento Los primeros cursos impartidos a estos grupos se orientaban alrededor de asignaturas tradicionales como: Historia, Aritmética, Moral y Cívica. También, se impartían nociones de salud e higiene, cooperativismo, extensión agrícola y otras materias de contenido práctico, como la creación de pequeños huertos familiares (12 en un comienzo), que para ese entonces se situaban alrededor del Santuario de las Mercedes.

Ya para finales de 1967 dichos huertos eran más de 700. Gracias a estas acciones sociales la iglesia descubrió el gran potencial de la radio como agente motivador, movilizador y educativo del medio rural campesino.

El lema de Radio Santa María, desde sus inicios, fue “La voz del campesino”. Esta identidad hacía referencia a su principal función en favor de los agricultores. Para ese entonces, la radio se limitaba a espacios esporádicos como “El rosario en familia” y “El ángelus” pero, poco a poco, y con la colaboración de muchas personas, fue creciendo en espacio físico y capacidad de servicio a la comunidad campesina del Cibao.

Los fundamentos del crecimiento han sido espirituales, lo que conlleva a la familia a identificarse con la problemática del campesino.

Acciones Con el avance de los años, Las Escuelas Radiofónicas estructuraron un sistema de docente llamado “Educación abierta”, diseñado específicamente para los campesinos, compuesto por programas como: “Universidad para todos”, “Juventud Pa’lante” y “Chiquilladas”. Además, se impartía el espacio “Hablan las ligas agrarias”, desde el cual los dirigentes campesinos de la Federación de Ligas Agrarias Cristianas (Fedelac), exponían las problemáticas de su clase con la intención de encontrar soluciones a las mismas.

En un escrito antiguo del periodista Bienvenido Sardá cita que “la Radio Santa María sirve de expresión genuina de los sin voz”.

Para los 80, Pedro Carlos Rodríguez, director de las Escuelas Radiofónicas, dio a conocer detalles sobre la entidad y decía que, esta posee maquinarias al servicio de las comunidades, así como fondos para facilitar pequeños préstamos a los integrantes de las diversas agrupaciones agrarias de la región, que la solicitaban para invertir en la siembra y cría de animales.

Para ese entonces, Radio Santa María promovía las cooperativas de campesinos. Fueron tienpos donde se instalaban más de 10 tiendas populares con una doble finalidad: Proveer a sus socios de alimentos de primera necesidad a bajo precio y la felicidad de administrar dichos establecimientos. Era algo así como llevar los conocimientos adquiridos de la teoría a la práctica.

Apoyo a la mujer En esta misma línea, una extensión de la referida iniciativa era destacar el papel de la mujer campesina, proporcionándole fondos para una libertad financiera independiente a la de sus esposos. El plan era comprar vacas y chivos, de manera que la mujer campesina desempeñara una labor significativa en la producción, de modo que las comunidades rurales se pudieran sostener del trabajo conjunto de los agricultores organizados y la ganadería.

En adición a esto, se destaca el papel de una mujer que desde sus mismos inicios se convirtió en ícono de la cultura popular dominicana, Florinda Muñoz Soriano, mejor conocida como Mamá Tingó. Ella encabezaba luchas en beneficio de los campesinos mediante movilizaciones.

Mamá Tingó trabajó sus tierras durante décadas junto a su esposo, Felipe. Más tarde, un terrateniente reclamó las tierras que le pertenecían a Tingó. Ella, aunque era analfabeta, luchó por los desposeídos, y murió por esa causa.

Las ERSM estructuraron un sistema de docente llamado “Educación abierta”, para los campesinos, compuesto por programas como: “Universidad para todos”, “Juventud Pa’lante” y “Chiquilladas”.

Esto sentó los cimientos de lo que hoy son las escuelas radiofónicas. Todo el recorrido realizado integrando nuevos elementos que se adaptan al contexto actual y a la metodología de trabajo cumplen el objetivo estar acorde con una educación a distancia de calidad.

En la actualidad, y siguiendo su enfoque de desarrollo, Radio Santa María continúa apoyando mediante su “Cooperativismo Comunitario”, a través de préstamos blandos, no de manera individual, como se solía hacer en el pasado, sino de forma colectiva. Si un grupo se acerca con una idea o proyecto viable se le concede un prestamo.

Las Escuelas Radiofónicas Santa María se crearon para dar. Junto al pan de la enseñanza, los campesinos recibían oportunidades de crecer. Gracias a la emisora, miles de los “desposeídos de la fortuna” encontraron un camino para arar la tierra con mucho más fortuna.

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