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ESTE 15 DE AGOSTO

El Jardín Botánico cumple 45 años

¿Qué proyectos tiene en carpeta para seguir siendo uno de los principales espacios verdes de Santo Domingo?

El jardín japonés, uno de los espacios favoritos de los visitantes al JBN. © Yaniris López / LD

El jardín japonés, uno de los espacios favoritos de los visitantes al JBN. © Yaniris López / LD

El Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso (JBN) arriba a su 45 aniversario superando todos los propósitos que motivaron su inauguración el 15 de agosto de 1976.

Ahora, ¿qué se le puede exigir mejorar a un espacio que parece una postal y cuyos aportes a la investigación y conservación de la flora de La Española han sido documentados y reconocidos a nivel local e internacional? Mucho. Lo que sucede es que esas necesidades no se notan porque la belleza del lugar hace que pasen, en cierta forma, desapercibidas. Continuar proyectos que estaban en carpeta y agregar otros que eleven la experiencia de los visitantes y mejoren las condiciones laborales de los empleados forman parte de los objetivos que espera lograr en su gestión el nuevo director del JBN, Pedro Nolasco Suárez. Con apenas un mes en el cargo, el ingeniero agrónomo tiene claro que esas prioridades deben comenzar cuanto antes. ¿Cuáles son?

PASANTÍAS Y RECLUTAMIENTO DE ESTUDIANTES. No, no hay suficientes botánicos en el Botánico. “Tenemos que acercarnos a la Universidad (Autónoma de Santo Domingo) y ver cómo reclutamos a esos estudiantes interesados en seguir los pasos de los grandes botánicos. El que se especializa en esa área tiene trabajo seguro. En el Jardín tienen la oportundidad de especializarse, de volverse verdaderos técnicos en sus áreas”, dice Nolasco Suárez. El botánico Francisco Jiménez explica que hace unos meses, mientras fungía como director interino del JBN, se informó por error que la institución estaba reclutando voluntarios. Esto provocó que cientos de estudiantes les escribieran, interesados en formar parte del equipo. Para algunos, ese deseo se hará realidad cuando el JBN inicie el proyecto de reclutamiento y voluntariado. Según Nolasco Suárez, la institución tiene que abrirse. "Es la única forma de especializar el recurso humano que necesitamos porque nuestros botánicos se están poniendo viejos".

NUEVOS ESPACIOS PARA LA FAMILIA. Se contempla recrear un área de juego para los niños, "donde boten esa energía que posiblemente en casa no pueden", señala Suárez. La atracción principal será un laberinto y juegos temáticos.

REMOZAMIENTO DE ÁREAS. Priorizarán el pabellón de plantas acuáticas y, frente a este, el pabellón Caracol, considerado uno de los espacios más atractivos del JBN. Usado hace años para la celebración de eventos sociales y exposiciones, actualmente se utiliza como almacén. A un costado del jardín japonés, la Casa del Té espera concluir su remozamiento en los próximos meses. Parte del techo ya ha sido acondicionado; faltan el piso y las puertas. Otros espacios que también están siendo reacondicionados son el pabellón de helechos y el área de plantas medicinales.

DISPENSARIO MÉDICO. Se espera reabrir este servicio, que funcionaba en los años 80, para brindar asistencia tanto a los visitantes como a los empleados del Botánico. Estaría ubicado al lado del local donde funciona la cooperativa, frente al área de picnic.

EL ROSAL. Uno de los puntos más vistosos del Jardín Botánico está próximo a un remozamiento completo pues, como dice Francisco Jiménez, las plantas se han ido degenerando y hay que sustituirlas. Claritza de los Santos, encargada del departamento de Horticultura, adelanta que solo se está a la espera de la aprobación del presupuesto para comenzar con la remoción del sistema de riego, el cambio de sustrato y la compra de plantas nuevas para darle nueva vida a la rosaleda. La bióloga recuerda que el mantenimiento de la rosa es arduo, con necesidades especiales de poda, fumigación y temperatura.

TECNIFICAR PROCESOS. En este caso contemplan soterrar un tanque dispensador para tecnificar el área de distribución de combustibles, que se hace "de manera artesanal" actualmente; y comenzar a usar podadoras giratorias montadas para mejorar el proceso de poda de las áreas verdes.

MAPAS Y SEÑALIZACIÓN. Mientras se mejora la instalación de mapas y señalizaciones por todo el parque, el jardín instaló códigos de barra o QR en varias zonas que les permiten a los usuarios saber en qué punto se encuentran.

Está en proyecto instalar códigos QR en las placas de información de las plantas de manera que, al ser escaneados, ofrezcan más datos sobre la especie: nombre científico y común, familia a la que pertenece, breve descripción, usos, dónde crece y estado de conservacion. OTROS PROYECTOS: la venta en línea de boletas de entrada al parque, continuar produciendo material científico para la revista Mosocosa y actualizar, junto al Ministerio de Medio Ambiente, la Lista Rosa de especies de República Dominicana. "La última vez que la actualizamos fue en el 2016. Hay un montón de especies nuevas para incluir y otras han mejorado su estatus, porque hemos trabajado con la conservacion de esas especies", expresa Jiménez.

APADRINAMIENTO. Algunas de las áreas del JBN se mantienen gracias al apadrinamiento de instituciones y empresas comprometidas con el medio ambiente y la conservación de la biodiversidad. Dada la necesidad de recursos del JBN, las ayudas son siempre bien recibidas. "Ojalá nosotros contar con un padrino para cada cuadro o proyecto del jardín", señala Suárez.

RESTAURACIÓN EN VALLE NUEVO. El Jardín participa, en conjunto con la fundación Moscoso Puello, el Ministerio de Medio Ambiente y la fundación Propagás, en el proyecto de propagración y siembra de especies nativas propias de zonas altas en las áreas críticas del Parque Nacional Valle Nuevo.

"Es un proyecto bellísimo -señala Jiménez-. Nosotros aportamos la parte técnica para la recolección de esas especies nativas y endémicas de las altas montañas para la restauración del área".

DE INTERÉS - En el JBN funciona un centro de documentación especializado en botánica abierto al público. - Al herbario llegan continuamente investigadores de prestigio mundial. En estos días ha estado de visita Andrew Hendersonan, del Jardín Botánico de Nueva York. - Los investigadores del JBN realizan recorridos científicos por todo el país desde el nivel del mar hasta las altas montañas. "Todos esos especímenes están georeferenciados y con fechas de colección", explica Jiménez. - El vivero, dedicado al principio a ofrecer plantas ornamentales, es actualmente un centro de conservación y reproducción de plantas en peligro crítico de extinción.

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Arbusto de campanita criolla (Cubanola domingensis) repleto de flores en el JBN.  Roger León / JBN

Pedro Nolasco Suárez, director del JBN; Fátima de los Santos, asistente del director; y Francisco Jiménez, subdirector técnico del Botánico. Le acompañan Nurys González, subdirectora; Claritza de los Santos, encargada del departamento de Horticultura; y Olga Lidia Rojas, encargada del departamento de Educación Ambiental.  Roger León / JBN

El vivero del Jardín Botánico. En sus inicios solo ofrecía plantas ornamentales. Hoy es un gran centro de conservación y reproducción de plantas en peligro crítico de extinción.  Yaniris López / LD

Reloj floral.  Víctor Ramírez / LD

El pabellón de helechos.  Yaniris López / LD

Panorámica del Jardín cuando todavía estaba la plantación de Cycas revoluta en las áreas verdes de entrada al parque.  Yaniris López / LD