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SOCIEDAD

Comunicación no verbal y su influencia en las personas

Es importante regular los movimientos corporales, los gestos, las características de la voz, el aspecto, etcétera, al emitir un mensaje.

Parecen sinónimos pero no lo son. Información y comunicación no es lo mismo. Los mensajes informativos se emiten involuntaria o pasivamente. Es decir, no hay un objetivo puntual en esa transmisión de datos. Por ejemplo, un tatuaje en el brazo o la edad que intuye el otro que tenemos en función de ciertos rasgos que observa, es información. Sin embargo, la comunicación ocurre de forma voluntaria y con una intención, que es el caso de levantar la mano en solicitud de la palabra.

Lo que sí engloba ambos conceptos es el comportamiento no verbal, en el entendido de que todo comunica, independientemente de que el emisor se haya propuesto un objetivo para que el receptor –llamado también perceptor- decodifique el mensaje de un modo en particular. Puede que devele todo lo contrario.

Entonces, por la falta de observación y entrenamiento en la interpretación de las señales no verbales, gran parte de lo que compartimos es información y no comunicación. Pudiera transformarse en un acto comunicativo el hecho de escoger para una entrevista de trabajo vestirse con traje gris y camisa o blusa azul marino, sabiendo que esto transmite estabilidad, profesionalidad y confianza. Lo complicado, y muy necesario, es regular los movimientos corporales, los gestos, las características de la voz, el aspecto, etcétera, al emitir un mensaje.

La función

Se puede llegar a inferir rasgos de la personalidad de alguien basándose en la observación de sus comportamientos: uso de los espacios, administración del tiempo, gesticulación, etcétera. Esa información posibilita al emisor adecuar su mensaje en función del contexto, no sólo respecto al espacio sino también a la persona.

Al hablar directamente con alguien, el conjunto de señales no verbales representa de un 75 a un 93% del contenido del mensaje transmitido, a esto se le sumaría el otro porcentaje referente a las palabras, que va de un siete a un 25%.

Como se ve, tiene más peso el comportamiento no verbal, por lo que atenderlo y comprenderlo propicia conocer al otro y relacionarse con él de manera más exitosa, teniendo como base que es imposible no comunicar desde el punto de vista de quien ve y escucha al emisor, aún cuando éste no es consciente de tal realidad.

Frecuentemente se escucha a alguien preguntándose cómo fue que causó indiferencia u hostilidad en el otro “si no dijo nada malo”, ignorando que el inconveniente pudo venir a raíz de lo que hizo y cómo lo hizo, no tanto de lo que dijo.

El mayor riesgo a enfrentar, al no conocer de la comunicación no verbal, es que son estos comportamientos los que pueden apoyar o contradecir lo que se expresa verbalmente, sobre todo considerando las emociones como alegría, tristeza, miedo, ira, desprecio, entre otras. El reto está en lograr que coincida lo verbal con lo no verbal, lo que se dice con lo que otros interpretan, tanto como sea posible, con un mayor apoyo de lo comunicativo a lo informativo.

Comportamientos positivos en la mayoría de circunstancias:

-Mirar a los ojos y/o al público, mostrando una actitud abierta. -Sonreír, según el contexto, e incluso al hablar por teléfono, para denotar cercanía. -Inclinar un poco la cabeza indicando escucha activa. -Hablar con velocidad y volumen moderados. -Gesticular con las manos para reforzar el mensaje. -Apretón de manos firme y con mano en vertical. -Evitar invadir el espacio personal e íntimo del otro. -Presentarse aseado y con ropa bien cuidada. -Prescindir de gestos parásitos (entre ellos cruzar los brazos) y movimientos estereotipados, como arreglarse la corbata.