SOBREPESO
Obesidad y embarazo, una combinación peligrosa
Una mujer con sobrepeso o problemas de obesidad puede atravesar por situaciones difíciles durante el proceso de embarazo. Son muchos los riesgos de salud que conllevan estas condiciones. Presión alta y una mayor probabilidad de parto por cesárea son algunas de las dificultades que puede atravesar.
También puede causar diabetes gestacional, la cual se llama así porque se desarrolla en el tiempo de espera de la madre, por lo que, según expertos en el tema, es bueno hacer consultas pregestacionales para evitar complicaciones durante los nueve meses de espera.
Según el nutriólogo clínico Carlos Bolívar Lebreault Medina, es necesario cuidar cada detalle durante el proceso de embarazo. “Las mujeres que quedan embarazadas con sobrepeso y obesidad resultan más vulnerables a un aumento excesivo de peso durante este período y al desarrollo de patologías en un 55% versus una gestante de peso normal”, dice el especialista.
Una mujer embarazada con obesidad requiere un abordaje profesional multidisciplinario, además de un tratamiento nutricional previo y durante el desarrollo de este.
¿Cómo se pueden prevenir el sobrepeso y la obesidad durante el embarazo? Ante esta pregunta responde: “Se debe utilizar medicina preventiva, hacer consultas y evaluaciones antes de la gestación, para corregir los riesgos de desarrollar complicaciones, tanto maternas como fetales durante y el posparto”.
LA MUJER DEBE CAMBIAR SUS HÁBITOS ALIMENTICIOS
Este es el momento ideal para incorporar los cambios alimentarios y del estilo de vida. De esta forma se crea un ambiente saludable para la futura criatura, dentro y fuera del ambiente materno, explica Lebreault Medina.
Sobre los riesgos que corre una mujer con este problema en la gestación, el también obesólogo dietista comenta que dentro de los peligros que corre está el aborto espontáneo, que aumenta 1.5 veces en mujeres con obesidad comparadas con las de peso normal. Además del riesgo de evidenciar hipertensión gestacional en un 2.1 a 3.4 %, puede padecer de preeclampsia.
También la posibilidad de un parto traumático, ruptura prematura de membranas y desprendimiento placentario, así como la posibilidad de una cesárea por complicaciones típicas del problema. Mientras que la criatura puede tener retraso en el crecimiento intrauterino, nacer bajo peso, tener sufrimiento fetal, trastornos en la inserción de la placenta, malformaciones congénitas o tener posible muerte neonatal.
COMPLICACIONES QUE PUEDE PRESENTAR EL BEBÉ
Los fetos en desarrollo de las mujeres obesas también corren más riesgo de tener problemas de salud. Por ejemplo, investigadores encontraron una relación entre la obesidad materna y los defectos del tubo neural, en los que el cerebro o la espina dorsal no se forman adecuadamente en las primeras etapas del desarrollo.
Además, las investigaciones sugieren que la obesidad aumenta en aproximadamente un 15% la probabilidad de que una mujer dé a luz un bebé con un defecto cardíaco.
PREVENCIÓN: DIETA SALUDABLE Y EJERCICIO
1) Consumo de frutas y verduras frescas, debido al aporte de nutrimentos orgánicos como la fibra e inorgánicos como el folato (ácido fólico), hierro, calcio, magnesio, potasio y zinc.
2) Fomentar el consumo de lácteos fortificados, alimentos con alto contenido proteico, (las proteínas son alimentos plásticos y formadores) indispensables para la formación adecuada de los órganos.
3) No deben faltar los productos integrales, los lácteos y derivados descremados, proteínas de alto valor biológico como el huevo, carne magra, legumbres y una suplementación adecuada para evitar carencias de micronutrientes.
4) Las actividades físicas son importantes. Se recomienda la realización de 150 minutos a la semana de actividad física de moderada intensidad para la población general, incluyendo a madres en periodos de gestación y posparto. Y otros que le recomiende su médico.