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ESCRITURA

16 cuentos de aliento y esperanza

Niños, adolescentes y jóvenes de San Pedro de Macorís y Hato Mayor reflexionan en torno a la pandemia del coronavirus a través de conmovedoras historias

Los niños, niñas y jóvenes que participaron de la iniciativa mostraron interés en seguir escribiendo. © Raúl Asencio/LD

Los niños, niñas y jóvenes que participaron de la iniciativa mostraron interés en seguir escribiendo. © Raúl Asencio/LD

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Yaniris LópezConsuelo, San Pedro de Macorís

¿Aliento en medio de una pandemia que le ha costado a la humanidad, a la fecha, la vida de 3.92 millones de personas?

Un grupo de niños, adolescentes y jóvenes de las provincias Hato Mayor y San Pedro de Macorís lo han canalizado a través de la escritura. El resultado han sido 16 emotivas historias que muestran la pandemia del coronavirus desde diversas perspectivas pero con un único objetivo: llevar a quien las lea un mensaje de esperanza y fortaleza ante la adversidad. La iniciativa se llama “Mi primer cuento en pandemia” y fue organizada por las iglesias evangélicas del Clúster del Este 3. La convocatoria estaba dirigida a niños y jóvenes con talento para la escritura. Participaron Yileiny (11), Wilkin (17), Yafreisi (17), Rosnely (10), Emmanuel (10), Jaroly (10), Brayan (17), Calerin (16), Elizabeth (13), Andrés (19), Arienlis (17), Yoscarina (18), Francelis (13) y Rodailis (13), todos de diversas comunidades de San Pedro de Macorís. Y de la provincia Hato Mayor: Naidelin (18) y Judith (12). La inspiración temática la encontraron en los valores familiares y en historias tristes que antes de un final feliz exploran la convivencia en familia, la búsqueda del propio ser, el reto de enfrentarse a lo desconocido, la falta de fe y las dudas de un futuro incierto. Ese sentir quedó registrado en títulos como Volverás a sonreír, De la oscuridad a la luz verdadera, La familia en tiempo de pandemia, Un extraño virus, Vivir diferente, Un milagro de Navidad y Vicisitudes del 2020. En el proceso creativo contaron con la asesoría de las maestras Dorka Rosario y Yani Mari Hernández, así como con el apoyo de padres y tutores. Ellos mismos participaron en el diseño, diagramación y búsqueda de imágenes de su primera publicación impresa. Al final, coinciden los jóvenes autores, lo vivido y plasmado en los cuentos deja como enseñanza que solo el amor de Dios es capaz de transformar las peores pruebas en experiencias que fortalecen y motivan a seguir adelante. Los pequeños creadores compartieron impresiones con Listín Diario en la Iglesia Bíblica Cristiana de Consuelo, también sede del Centro de Desarrollo Integral Bethel. “Nuestra intención era que esa pasión que tenían algunos la pudieran desarrollar y compartir. Y también, aprovechando el tema de la pandemia, que ellos en su escritura pudieran llevar aliento, mensajes de esperanza, algo positivo, porque la gente a nivel mundial está muy ansiosa. Hay mucha incertidumbre, mucha gente deprimida”, explica Dorka. Se buscaba también, agrega Yani Mari, que en los cuentos “se vean valores como la persistencia, el amor, la entrega, la creatividad y la solidaridad, que es un valor que resaltó mucho en este tiempo de pandemia; aparte de exponer el talento de ellos y de que motiven a otros niños”. Para Brayan, que ya tiene experiencia como escritor pues fue alumno en la Escuela Literaria Municipal Ana Teresa Martínez de San Pedro de Macorís, la publicación significa mucho porque puede ver una historia suya materializada. “Mi historia trata de una niña que perdió a su padre y no tenía ganas de sonreír. Hasta yo, en esta pandemia, he perdido las ganas de sonreír, por muchas circunstancias que he vivido con mi familia. Perdí a un tío por Covid-19 y mi mamá quedó desempleada. Perdí las ganas de sonreír y eso fue precisamente lo que me inspiró”.

¿QUÉ SIGUE?

El sueño de los chicos y sus tutores es que alguna editorial se motive a recopilar, editar y publicar en un solo ejemplar la colección de historias para que el mensaje llegue a más personas.

Cuentos y autoras. Judith Pimentel, de Sabana de la Mar: Un extraño virus; Francelis, del municipio de Quisqueya: El milagro de Lizzy; y Naidelin de la Cruz, de la comunidad Villa Ortega: Un milagro de Navidad.  Raúl Asencio/LD

Cuentos y autores. Rodailis Sentil, del municipio de Quisqueya: El monito Burbuja aprende a quedarse en casa y a combatir el Covid-19; Brayan Lizardo, de la comunidad Las Flores: Volverás a sonreír!; y Elizabeth Margarita Hilario, de la comunidad Pedro Justo Carrión: Protección de Dios a la familia en medio de la pandemia.  Raúl Asencio/LD

Cuentos y autores. Emmanuel Díaz, de la comunidad Villa Municipal: Diana, la niña que no tenía papá; Yoscarina Febles, de Batey Angelina: El limpiabotas de la esquina; y Calerin Ramos, de Las Flores: Todo obra para bien.  Raúl Asencio/LD

Cuentos y autoras. Jaroly Torres, de la comunidad Villa Municipal: Una Navidad en pandemia; Rosnely Villar Sosa, de la comunidad Pedro Justo Carrión: Fuerza por la vida!; y Arienlis Sosa, de la comunidad Las Flores: Vicisitudes del 2020.  Raúl Asencio/LD

Cuentos y autores. Yileiny Llipol, del municipio de Consuelo: Vivir diferente; Wilkin Valdez, de Batey Alemán: De la oscuridad a la luz verdadera; y Yafreisi Cesáreo, de Batey Alemán: La joven optimista.  Raúl Asencio/LD

Junto a padres y tutores en el patio del Centro de Desarrollo Integral Bethel, en Consuelo.  Raúl Asencio/LD