REALIDADY FANTASÍA
La vuelta del platanero
Hacía días que el platanero no aparecía por casa, la verdad es que lo he extrañado porque suele traer noticias sabrosas. Cuando me trajo el cafecito, Emma me conto que su amigo la había visitado tempranito. Ella lo invito a tomarse un café acompañado de pan con salchichón. Un piscolabis que el platanero agradeció contándole las ultimas noticias de las cocinas encumbradas.
Dice el pícaro platanero que los nuevos funcionarios no son algo aburridos y sus trabajadoras no logran descubrir episodios picantes, si los tienen, obran con mucha discreción y no dicen ni esta boca es mía, en la intimidad de sus hogares. Sin embargo, en opinión de platanero, deben de tener sus asuntillos, como buenos dominicanos. La cocinera de un ministro le contó que había sorprendido al incumbente, susurrando palabras de amor, muy bajito, por su celular, quien era la receptora, no tenía idea, pero el funcionario lucia muy entusiasmado. A las casas de los funcionarios, no llegan lujosos regalos como sucedía antes y hasta la comida le pareció al platanero, ordinaria y sosa. También le conto a Emma que la familia no parece gozar de beneficios o regalos fuera de lo ordinario. La cocinera se quejó inclusive, que ni siquiera le habían subido el sueldo. Todo luce austero y sin el derroche de antaño. El platanero, sin embargo, sigue sus incursiones por las cocinas de las altas esferas. Emma le pregunto si no había vuelto a donde sus amigas del antiguo régimen, el platanero confeso que aún lo hace porque el menú es mucho mejor en esos predios, aunque no tengan la derrochadora de antes. Emma le recomendó que siguiera averiguando porque más tarde que temprano, averiguaría algún chisme bien sabroso.