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FAMILIA

Complicidad más allá del amor materno

Biviana Riveiro posa junto a sus hijos, Diego, Aurora y Rosendo. A la derecha, Gema Vargas con su pequeña Victoria.

Biviana Riveiro posa junto a sus hijos, Diego, Aurora y Rosendo. A la derecha, Gema Vargas con su pequeña Victoria.

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Marta QuélizSanto Domingo, RD

Vestirse igual, jugar sin que se interpongan los años, disfrutar de momentos juntos y hasta guardar curiosos secretos son parte de la complicidad que puede desarrollarse entre las madres y sus hijos e hijas. Pero: ¿hasta qué punto puede perdurar esa relación, tomando en cuenta que hay castigos y conductas que pueden quebrantarla?

Para la psicóloga Anina González, una cosa no tiene que ver con la otra. “Las reprendas son parte de la crianza, lo que hay que saber es cómo nos manejamos a la hora de poner los límites. La buena conducta es innegociable, y en esa complicidad que se suele lograr, esto debe quedar claro”, comenta.

Siempre será mejor dar educación y formación a los hijos y las hijas, no maltrato o reclamos inadecuados. Esto lo dice la especialista, quien también resalta que lo más saludable siempre será la confianza y saber negociar con las niñas y los niños para lograr que esa relación perdure para siempre.

A propósito de que el próximo domingo se celebra el Día de las Madres, LISTÍN DIARIO quiso registrar el tema sobre complicidad con el testimonio de tres progenitoras que lo han logrado y están trabajando para mantener para toda la vida la hermosa relación alcanzada con sus hijos.

Partiendo de la experiencia

María José es la única hija de la comunicadora Gina Almonte. Aunque solo tiene siete años, comparte momentos de aprendizaje y diversión con su madre. Ya sea que salgan de la casa en fin de semana o que se queden en pijama un domingo de juego y lectura disfrutan a plenitud una de la otra. Tener claro que al final del trabajo tendrá la recompensa de reencontrarse con ella, paga el día para Gina.

Priscila D’Oleo no desperdicia un solo segundo de los que le toca compartir con su hijo Héctor Enrique. Lo disfruta cuando literalmente “se derrite” con su mirada o cuando se goza sus ocurrencias. Saber que tiene a su lado al ser más hermoso que Dios ha podido regalarle, le aliviana hasta el pesado trabajo que le toca realizar día a día en el Congreso Nacional, como diputada.

La complicidad de Biviana Riveiro Disla se da entre cuatro. “Disfruto de mis hijos en la construcción de los momentos más sencillos, en las historias de la cotidianidad y en la sorpresa de un simple descubrimiento. Es tan grato sentir con intensidad ese amor por ellos, ese deseo de abrazarles, impulsarles y ayudarles a soñar sin límites”. Aunque como directora de ProDominicana tiene una carga fuerte de trabajo, no escatima esfuerzos para compartir con Diego, Aurora y Rosendo.

Victoria es la ‘compañera inseparable’ de Gema Vargas. El afán diario del trabajo puede que le robe tiempo para disfrutar más juntas, pero no les quita la complicidad que hay entre ellas cuando logran compartir momentos de calidad. Risas, secretos, paseos, conversaciones… las ayudan a construir historias que sellan una linda relación entre madre e hija, a la que llaman complicidad.

Gina Almonte con María José y Priscila DOleo con Héctor Enrique.