COSAS DE DIOS

Como Dios reparte

Alicia Estévez

Alicia Estévez

Una muchacha, llena de dones y bondad, se ofrece para brindar un servicio en su parroquia. Le cae encima un trabajo descomunal, suficiente para tomar varias semanas, pero ella lo tiene listo en solo una y con excelentes frutos. Pero esta chica, cumplido su deber, solo se retira y continúa con su trabajo, obligaciones y tareas cotidianas. No pide reconocimiento, ni paga alguna, trabajó para Dios y eso es suficiente.

UNA BENDICIÓN

Pero el Señor no se queda con lo de nadie y, pasado un tiempo corto, esta muchacha recibe una bendición gracias al resultado de aquel trabajo que hizo de manera desinteresada. Y, además de estar dispuesta a dar el testimonio de esta experiencia, también reitera su disposición de servir a Dios

TRUEQUE NO

Esa manera de actuar es la única que garantiza el que puedas recibir la Gracia de Dios. Porque si haces cualquier cosa como un trueque, yo te doy y tú me das, ni te sientes a esperar recompensa. El trabajo que Dios premia es aquel que haces sin esperar nada a cambio, con la plena convicción de que servir es lo único que importa. Y si esa satisfacción es lo único que recibes, debe ser suficiente.

CAMBIAR EL ENFOQUE

Dios es tan justo que cuando algo no funciona bien en nuestras vidas, no estaría demás cambiar el punto hacia el que estamos mirando. En lugar de fijarnos de dónde viene, por ejemplo, nuestra crisis económica, vamos a observar cómo anda nuestra generosidad. Cuánto de lo que recibimos damos a otros, cuáles de nuestros dones ponemos al servicio de los demás. Cuánto repartimos.

JUSTICIA EXACTA

Insisto en esa justicia exacta de Dios que distribuye sin quedarse con lo que le toca a nadie. Así como a la chica de quien hablé al inicio de este escrito, puede devolverte a ti, cuando menos lo esperas, el fruto de un trabajo desinteresado hecho con amor para los demás. También, puede ocurrir que nos lleguen pocas bendiciones porque Él nos las entrega en el mismo número en que las repartimos entre los otros, nuestros semejantes. Porque, como tú partes, así mismo, Él te reparte.

Tags relacionados