CIENCIA
“Que nuestro esfuerzo de meses haya sido considerado nos dejó felices”: cómo estudiantes de liceo lograron premio en competencia de la NASA
Por segundo año consecutivo el nombre de República Dominicana figura en la lista de ganadores del Human Exploration Rover Challenge (HERC), concurso estudiantil anual auspiciado por la NASA.
Esta vez el logro llega de manos de un grupo de estudiantes del Liceo Científico Dr. Miguel Canela Lázaro, de la provincia Hermanas Mirabal, que ganó la categoría Task Challenge Award en la división de escuelas secundarias.
Desde que recibieron la noticia el pasado viernes 16 de abril en una conferencia virtual, las felicitaciones para estos chicos no han parado. Y no es para menos. Se trata del primer equipo de secundaria del país premiado en el HERC.
“Ver que nuestro esfuerzo de meses haya sido considerado nos dejó bastante felices”, dice Eydan Peña, estudiante de quinto grado de secundaria y líder del equipo.
Los adolescentes conversaron con Listín Diario en videoconferencia desde las instalaciones del plantel, que funciona en los terrenos de una zona franca.
LA COMPETENCIA
En el HERC, equipos de diferentes países diseñan y construyen un rover (vehículo de exploración espacial) de propulsión humana y compiten en una superficie que simula el suelo lunar o marciano, mientras superan obstáculos y completan una serie de tareas.
Una de las tareas de este año consistió en el diseño e impresión en 3D de un dispositivo capaz de recolectar muestras líquidas evitando la contaminación cruzada.
Usando el programa de modelado SolidWorks, los dominicanos diseñaron y fabricaron la herramienta, cuyo proceso de creación y eficacia explicaron y defendieron frente al jurado de la NASA.
Este trabajo les hizo merecedores del Task Challenge Award, una de nueve categorías premiadas en esta edición (y una de las más importantes, en opinión de los chicos, porque requería mayor enfoque científico y técnico).
RETOS
A los desafíos propios de la competición se sumaron otros, empezando por el hecho de que toda la presentación y defensa del proyecto debía hacerse en inglés.
Igual de retador era obtener los permisos para salir —los estudiantes son, en su mayoría, menores de edad— o manejar los horarios de clase.
“A pesar de que perdíamos clases, sí lo recuperamos. Hago énfasis en eso. No es que descuidamos la clase”, aclara Ashley Severino, de sexto de secundaria.
Incluso el clima les jugó una mala pasada. Una vaguada afectó el área que habían preparado para grabar las pruebas del rover.
Que el HERC se realizara de forma virtual no simplificó las cosas. Hasta cierto punto, las hizo más complejas.
“Al principio considerábamos que iba a ser menos difícil, pero la verdad es que fue complejo”, comenta Ashley. “Nosotros teníamos que demostrarle a la NASA que el vehículo lo habíamos construido nosotros”.
A diferencia de años pasados, cuando los competidores llegaban con su rover a Alabama para medirse en una carrera, en esta ocasión el jurado exigía la entrega de documentos científicos y reseñas del diseño y la operación del vehículo, además de presentaciones en videoconferencias y demostraciones en video.
El trabajo les tomó meses, desde la inscripción del equipo a finales del 2020 hasta el anuncio de los ganadores el pasado 16 de abril.
Como señala Christopher Mercado, de quinto grado, “no es un proceso que se haga de un momento a otro”.
Los progresos del equipo Artemis 17, como se hicieron llamar, se pueden seguir en la cuenta @artemis17_rd en Instagram.
PARTICIPACIONES ANTERIORES
Dicen que la tercera es la vencida. En el caso del Liceo Científico, fue la cuarta. Estudiantes de la institución registraron su primera participación en el HERC en 2018, cuando, por problemas de logística, el vehículo que diseñaron no llegó al Marshall Space Flight Center, de Huntsville (Alabama), y quedaron fuera de la carrera.
Con todo y contratiempo, en aquella ocasión marcaron un hito al convertirse en la primera institución del país admitida en la competición de la NASA.
En el 2019 volvieron a probar suerte, aunque, de acuerdo con el asesor del equipo, Ender Araujo, “se participó un poco más de manera inocente; los estudiantes estaban más participando que compitiendo”.
El Liceo Científico se presentó también en la edición 2020 (se incribieron aunque, finalmente, no participaron), que se realizó de forma virtual como consecuencia de la pandemia, al igual que la de este año, en la que, por fin, entraron al palmarés.
La idea de rendirse no les pasó por la mente. En el proceso hay tantos aprendizajes que el simple hecho de concurrir ya es ganancia.
“Entendiendo la naturaleza del proyecto, en ningún momento pensamos en desistir —asegura Eydan—, simplemente seguimos aprendiendo y con el tiempo nos dimos cuenta de aspectos a mejorar hasta llegar a este punto donde fuimos oficialmente reconocidos”.
Este año al HERC concurrieron 86 equipos de 10 países. Dos procedían de República Dominicana: Artemis 17, del Liceo Científico, y Apolo 27, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).
Precisamente el Intec colocó a República Dominicana en el cuadro de honor del año pasado al llevarse el System Safety Challenge Award en la división universitaria (en cada categoría la NASA premia un equipo universitario y uno de secundaria).
UN TRABAJO COLABORATIVO
Ninguno de los integrantes del equipo actual formó parte de la primera representación del liceo en el HERC. Tanto por la complejidad de la misión como por la dedicación y el trabajo necesarios, la participación en el Rover Challenge se reserva a los estudiantes de cursos más avanzados.
“Deben tener buen desempeño académico y otros proyectos STEM (siglas inglesas para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) que los llevarán a este”, explica Ashley.
Aunque el reconocimiento recae sobre los diez miembros del equipo y sus dos mentores, los jóvenes señalan que sin el apoyo de toda la escuela y otras instituciones no habrían ganado.
“Es un proceso colaborativo en el que se vio involucrado todo el centro, incluso podría decir la provincia”, afirma Eydan. “Nosotros nos inscribimos en el concurso, pero no quisiéramos decir que todo el reconocimiento debería de venir a nosotros”.
Fondos aportados por el Ministerio de Educación para el año pasado y que no se usaron por la suspensión del encuentro en el Marshall Space Flight Center, de Alabama, sirvieron para financiar la participación del Liceo Científico en el Rover Challenge 2021, en tanto que la Escuela Vocacional de las Fuerzas Armadas de La Vega puso a la disposición sus instalaciones, herramientas y personal para la construcción del vehículo.
SITUACIÓN DEL LICEO
El premio, que se une a otros logros alcanzados por alumnos del Liceo Científico, llega en un momento de incertidumbre para la institución donde reciben formación 530 jóvenes. En noviembre del 2020 el presidente Luis Abinader anunció los planes de reactivar la zona franca en cuyos terrenos funciona el plantel. La noticia movió a preocupación a la comunidad educativa y sus familias.
Caterina Clemente, directora del centro educativo, informa que se mantiene en comunicación con todos los sectores involucrados en el tema y que quedan pendientes reuniones con arquitectos para analizar la posibilidad de que tanto la zona franca como la escuela coexistan en el mismo terreno.
“Entendemos que tanto la búsqueda de empleo, el ofrecer empleo en la provincia Hermanas Mirabal, como apoyar la educación son dos proyectos muy importantes para un país”, expresa la educadora. “Se puede coexistir; el espacio es muy grande”.
INTEGRANTES DE ARTEMIS 17
Eydan Peña (líder del equipo y conductor del vehículo), 5to grado; Ashley Severino (oficial de seguridad y conductora del vehículo), 6to grado; María Bonilla, 5to grado; Darla Castillo, 5to grado; Ilhen Duarte, 4to grado; Enmanuel Solano, 5to grado; Melvin Núñez, 5to grado; Javier Mordan, 6to grado; Yerlin Duarte, 6to grado, y Christopher Mercado, 5to grado. El maestro Ender Araujo fungió como asesor y Waldu González, como encargado de diseño.