El futuro del trabajo: lecciones de la pandemia
El “Informe mundial sobre la felicidad 2021” explora en uno de sus capítulos el impacto de la crisis en el mundo laboral y en el estado general de bienestar emocional de las personas.
En el mundo laboral pospandémico será importante mantener los beneficios de trabajar desde casa y, al mismo tiempo, permitir que los empleados y las empresas desarrollen y mantengan su capital social e intelectual.
Esa es una de las conclusiones del “Informe mundial sobre la felicidad 2021”, presentado en marzo de este año con motivo del Día Mundial de la Felicidad.
El reporte anual, que compara datos de 149 países y se basa en información de la Encuesta Mundial de Gallup, se centró en esta ocasión en los efectos de la covid-19 y en cómo les había ido a las personas alrededor del mundo en medio de la pandemia.
Si bien la crisis ocasionada por el virus SARS-CoV-2 podría terminar pronto, “su impacto en el mundo del trabajo mundial bien podría perdurar”, dicen los autores del informe en el capítulo titulado “Trabajo y bienestar durante COVID-19: impacto, desigualdades, resiliencia y el futuro del trabajo”.
No solo quienes perdieron su empleo como consecuencia de la crisis sanitaria experimentaron una disminución en su estado bienestar. Entre los trabajadores que conservaron su empleo el impacto fue mixto y hubo quienes experimentaron una disminución de la felicidad en el trabajo.
Por otro lado, encontró la investigación, el apoyo social puede proteger contra el impacto negativo de no poder trabajar.
“A raíz de la crisis, es posible que algunos trabajadores comiencen a buscar trabajos más significativos y que cuenten con sólidas redes de apoyo social, mientras que otros pueden comenzar a priorizar los ingresos y la seguridad laboral”, reza el informe que publica la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible en coordinación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estos y otros cambios en el mercado laboral pueden proporcionar algunas indicaciones acerca de hacia dónde se dirige -o hacia dónde debería dirigirse- el trabajo. Los siguientes puntos son cuatro lecciones para el trabajo del futuro contenidas en el “Informe mundial sobre la felicidad 2021”:
1. A corto plazo, quizás el cambio más destacado provocado por la pandemia ha sido la necesidad de trabajar desde casa para quienes pueden. Si bien los trabajadores han informado de leves disminuciones de la productividad durante la crisis, también han experimentado beneficios inmediatos, como una mayor autonomía y evitar el desplazamiento (y los gastos asociados con él).
2. Al percibir una revolución en el lugar de trabajo, algunas empresas ya han decidido deshacerse de sus oficinas por completo. Sin embargo, esto corre el riesgo de pasar por alto importantes impactos negativos potenciales del trabajo a domicilio a tiempo completo. Este cambio podría socavar el capital social e intelectual, lo que podría dañar a las empresas y a sus empleados a largo plazo. Para los trabajadores, el capital social e intelectual se construye mediante experiencias compartidas con compañeros de trabajo e interacciones sociales no planificadas que amplían el pensamiento.
3. Establecer relaciones significativas con los compañeros de trabajo, especialmente con la gerencia, es fundamental para la satisfacción laboral y vital. Trabajar desde casa todo el tiempo no permite eso en la misma medida que en la oficina. El trabajo en sí mismo representa más que un cheque de pago: es una gran parte de la identidad de muchas personas.
4. En el futuro, será importante mantener los beneficios de trabajar desde casa y, al mismo tiempo, permitir que los empleados y las empresas desarrollen y mantengan su capital social e intelectual. A lo largo de la pandemia, la flexibilidad se ha convertido en un impulsor del bienestar en el lugar de trabajo aún más importante de lo que ya era. Incluso trabajar en la oficina uno o dos días a la semana puede proporcionar a las personas la red, la rutina y la identidad necesarias para respaldar el bienestar. Un modelo de trabajo a domicilio flexible que aún ofrezca a los empleados oportunidades para establecer contactos, colaborar y socializar en persona podría proporcionar los flujos de entrada necesarios de capital social e intelectual y generar grandes dividendos de productividad.