CRISIS CLIMÁTICA
Un lago boliviano, declarado sitio Ramsar, es ahora un desértico basurero

Cuando se llega al lago Uru Uru, a unos cuantos kilómetros al sur de la ciudad boliviana de Oruro, ningún esfuerzo parece ser suficiente para frenar la degradación ecológica de ese humedal casi seco al que llegan plásticos, aguas servidas y desechos de la actividad minera cercana.
El desastre se contrapone a la casi olvidada declaración Ramsar, una convención relativa a los humedales de importancia internacional, que se estableció hace casi veinte años tras valorarse que el lago Uru Uru y su vecino Poopó eran una rica ecoregión.
En el Uru Uru y el Poopó existen aproximadamente 76 especies de aves, unos 120.000 flamencos de tres de las seis clases que hay en el mundo, plantas y peces endémicos que han servido de sustento al pueblo de los urus, que se cree es uno de los más antiguos del continente.
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