EQUIDAD
‘TICnificando’ el rol de la mujer en el sector de las tecnologías de la información
Los negocios registran mayores rendimientos cuando emplean a mujeres en sus altos cargos. Así lo demostró un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, durante un sondeo a casi 13 mil negocios en 70 países, comprobó que el 60% se benefició del trabajo de las mujeres en puestos directivos no sólo en materia de ganancias, sino también en creatividad y reputación.
Cerca de la tercera parte de las compañías encuestadas que promovieron la diversidad de género en cargos directivos registraron un incremento de sus resultados de entre 5% y 20%, un porcentaje que en la mayoría de las empresas osciló entre el 10% y el 15%.
El dato es más interesante si se contrasta con el “Informe mundial sobre la brecha de género 2020” del Foro Económico Mundial (FEM). Según la investigación, América Latina y El Caribe tardaría unos 59 años en alcanzar la igualdad de género.
El documento indica que no se ofrecen suficientes oportunidades a las mujeres y siguen existiendo normas y creencias culturales fuertes que dictan su papel en el hogar y la sociedad. Por lo que estas brechas en el trabajo y la remuneración probablemente provienen de una variedad de factores institucionales y sociales.
Pese a esta radiografía, y a la idea de que hay escenarios solo para los hombres, una cosa es cierta: el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tiene un sello femenino desde sus inicios. Por ejemplo, Ada Lovelace es la madre de la programación informática luego de diseñar una máquina analítica mecánica, capaz de calcular funciones algebraicas; en 1943, Edith Clarke escribió un libro de texto de referencia en el campo de la ingeniería de la energía, Circuit Analysis of A-C Power Systems; Hedy Lamarr fue la inventora de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia y Joan Clarke descifró el código Enigma que permitió el triunfo aliado en la II Guerra Mundial, junto a Alan Turing.
Esta historia continúa escribiéndose con el aporte de dominicanas como Ana Patricia Rosario, ingeniera industrial y egresada del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), quien trabaja como Investigadora de Experiencias de Usuarios en Google, y Mayte Vásquez, investigadora en la Organización Europea de Satélites Meteorológicos, entre otras muchas.
Entonces la tecnología y la ciencia no son ajenas a las mujeres. Para Sandra Guazzoti, vicepresidenta de Oracle para multi country en América Latina, hay una frase de la VP de inclusión de Netflix, Verna Myers, que explica muy bien la diferencia entre inclusión y diversidad. Mientras la diversidad es ser invitado a fiesta, la inclusión es ser invitado a bailar. Y, en ese sentido es necesario que más mujeres sean “invitadas a bailar en el mundo de la tecnología”.
Su experiencia de más de 20 años en el sector de la tecnología le ha permitido ser parte del crecimiento de la industria y ver cómo más mujeres están tomando roles de liderazgo como resultado de alzar la voz. “Cada vez es más común verlas en cargos directivos o gerenciales en las compañías de tecnología. Somos la mitad de la población e incorporarnos en las decisiones que se toman en las organizaciones es relevante para que sean representativas de la sociedad. Además, tenemos drivers muy específicos y diferentes de los hombres. Entonces, ¿cómo podemos llegar a esas consumidoras si nuestras empresas no incorporan su punto de vista desde la toma de decisiones?”, afirma.
Guazzoti conoce muy bien la brecha existente y los resultados que ha dejado la pandemia en dicho aspecto, sin embargo, cree fielmente que las mujeres siguen creciendo en el sector y cada vez ocupan un lugar más relevante. Para ella, es necesario que las mujeres tengan más autoconfianza y sean capaces de entender que tienen las mismas capacidades que los hombres para enfrentar los desafíos y desarrollarse profesionalmente.
Un punto de vista en el que coincide con Julissa Mateo, presidenta y fundadora de la organización Mujeres en Tecnología RD, colectivo que trabaja en pro de la integración de las féminas a este ámbito.
“El primer límite está en nosotras, en creer que no podemos. Debemos entender que tenemos herramientas en las manos para educarnos. Habla más la voz de una mujer que se desarrolla, trabaja y busca el espacio para demostrar su conocimiento, que aquella que se queja porque no hay un espacio”, dice Mateo, quien recuerda que en un principio fue rechazada en una posición de tecnología por ser mujer, “pero luego me di cuenta de que había otras 80 empresas con los brazos abiertos”.
Con más de 10 años en la industria del software y TI, Mateo ha trabajado como consultora en tecnología en diferentes empresas con especial atención a la dirección de proyectos, desarrollo de software e implementación de metodologías ágiles. En el seminario Mujer, Ciencia y Tecnología, organizado por UNIREMHOS, ella se refirió a la necesidad de capacitar a las mujeres, “ofrecerles mejores oportunidades de formación” para lograr una mayor inclusión en carreras tecnológicas.
Según Mateo, un sondeo realizado en las diferentes universidades del país comprobó que 2 de cada 10 estudiantes en carreras tecnológicas es mujer.
“Mediante varias organizaciones y ministerios se están ofreciendo becas de estudio, así como también información sobre las diferentes áreas que las mujeres pueden desarrollar en el ámbito de la tecnología. Por lo general, muchas creen que solo pueden ser programadoras y hay muchas más opciones en este campo”, acotó.
Además, Mateo llamó a las empresas a hacer valer el talento y capacidad de las mujeres en el mundo de la tecnología y llevar a niñas y jóvenes programas de formación.
SEPA MÁS
Formación
El programa Oracle Academy busca ofrecer mejores oportunidades a niñas y jóvenes en el mundo de la tecnología. El programa ha impactado a más de 120 instituciones educativas, más de 250 docentes y más de 700 estudiantes en el país, brindando oportunidades de programación.