Recursos naturales: Una generación que vela por el planeta

“Tenemos que solven­tar los problemas e in­tentar frenar las con­secuencias del cambio climático. No podemos permitirnos más días sin medi­das”. Greta Thunberg

Esta frase se ajusta a los plan­teamientos de Alexandra Mouta­fi, una joven de 15 años que tra­baja por la conservación del medio ambiente. Para ella, debe realizarse un cambio importante para cuidar el planeta donde vivi­mos, y tener claro que es proble­mática que sacude las mentes de los jóvenes de hoy”, entiende.

Para Alexandra, cuidar el en­torno donde habita es muy im­portante. Comparte con la juven­tud y toda la población, lo que, desde su perspectiva, puede ha­cerse para lograr un país con un aire y entorno más limpios. “De­bemos comenzar a educarnos en algo tan relevante como es pre­servar nuestros recursos y la ma­nera en que vivimos”.

Con determinación, opina que lo más importante para orientar a todos es la educación gratis y ase­quible. Seminarios, charlas, talle­res…, sin costo para que llegue a todos, y que sean impartidos de manera sencilla y en corto tiem­po para cautivar a los participan­tes. “Podemos empezar hablar de separar los desechos para que ca­da quien se acostumbre a dividir la basura y se cree ese hábito”.

Mensaje a las autoridades

y a la ciudadanía

La experiencia que a su corta edad ha adquirido en cuanto a la defensa del medio ambiente, la han llevado a sugerirles a las au­toridades cómo, de una mane­ra sencilla se puede despertar en la gente el interés por la preser­vación de los recursos naturales. “Yo les diría que no enfaticen en el cómo, sino el porqué. Todos tene­mos que poner de nuestra parte, pero hay que entender la razón. Por ejemplo, muchos no se ima­ginan el gran aporte que hacen al separar la basura. De verdad, se puede mejorar tanto el planeta y la calidad de vida”, sostiene.

Al hablar sobre planes a futuro para mejorar el planeta, la ado­lescente dice que sí tiene. “Hay dos cosas. Primero, en mi colegio estamos trabajando con un señor que se llama Enrique que vive en Samaná para establecer las zonas de no pesca y se vuelva ley allá. También plantamos manglares en la zona y tomamos nota de cómo crecen, si están funcionan­do bien y todo lo concerniente a ello… este es un proyecto en el que estoy trabajando ahora y que me gusta”.

El segundo proyecto es más in­dependiente. Tiene que ver con educar a apersonas que no tie­nen accesos a educación prima­ria. “Una amiga de mi madre tie­ne una empresa en los girasoles, en la cual imparten seminarios a personas que viven allá y le ense­ña a coser, a hacer un jardín y yo, por mi parte, deseo impartir char­las para enseñarles a hacer ‘com post’, que el compostaje es un pro­ceso de transformación natural de los residuos orgánicos mediante un proceso biológico de oxidación que los convierte en abono rico en nutrientes y sirve para fertilizar la tierra. También quiero hacer de­coración, a base del reciclaje”, co­menta Alexandra.

Por su juventud fue necesa­rio preguntarle que cómo repar­te su tiempo para cumplir con tus compromisos escolares y con esa tarea que se ha puesto sobre sus hombros de cuidar el medio am­biente. A esto respondió: “El co­legio es parte de mí y todo lo que me interesa de verdad nunca me parece tarea ni trabajo, es algo a lo que le quiero dar prioridad, no que debo. Y trabajar por el medio ambiente, es mi pasión”.

Estas responsabilidades, no limi­tan a la joven a divertirse como el resto de su edad. “Claro, me divier­to, y haciendo este tipo de cosas es diversión para mí, las comparto con amigas y las involucro en los procesos para hacerlo divertido.

Fundación Verde Profundo

“En 2018, buscando expandir nuestro proyecto de espíritu eco­lógico, encontramos La Funda­ción Verde Profundo, que está restaurando y multiplicando los manglares en Boca Chica. Tam­bién comenzaron un proyecto de cultivo de coral. Nos hemos uni­do a la organización como vo­luntarios recurrentes haciendo trabajo de campo y aprendiendo sobre los manglares y su creci­miento en proceso”, dice Alexan­dra.

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