ZONA COLONIAL
Casa del Cordón, testigo de los pagos a Drake
Las mujeres ayudaron a pagar el rescate de la ciudad de Santo Domingo
‘¡Párate, párate!’ exclamo nerviosa cuando, desde el auto en el que nos trasladamos por la calle Isabel la Católica, veo a la izquierda la Casa del Cordón. Mi hijo Alexis frena con lentitud el auto y, deteniendo brevemente el tráfico tras hacer una señal a la señora que conduce detrás y que responde con la mano en un gesto amistoso, se dirige hacia la acera a nuestra derecha para tomarle una foto. Es que estamos frente a la casa donde en 1586 se instaló la balanza en la cual se pesaron los valores que tenían que ser entregados al pirata inglés Sir Francis Drake como rescate de la ciudad de Santo Domingo.
Y de la gran ayuda de las mujeres en dicho pago quedó constancia, según reproduce la Guía Santo Domingo, Llave de las Indias Occidentales: ‘Las matronas dominicanas, vestidas de luto y con el cabello descompuesto, en señal de duelo, fueron a desprenderse de las alhajas que constituían su ornato’. (El cabello revuelto era a modo de símbolo, recordando a aquellas célebres mujeres que en la antigüedad sacrificaban sus cabelleras. Con ellas tejían aparejos que ayudaban en la defensa de una plaza sitiada).
Francisco de Garay
La Casa del Cordón, cuya fachada tiene como decoración un elemento en forma del cordón de San Francisco, quizás sea en Santo Domingo la única (aparte del Convento) con este adorno. Levantada en piedra fue ‘una de las primeras viviendas de dos niveles edificada a inicios del siglo XVI’, cita la Guía de Arquitectura Santo Domingo. Este libro señala que fue construida en 1503 para vivienda de Francisco Garay que, señala María Ugarte en Monumentos Coloniales, vino a la isla como criado de Cristóbal Colón, quien le enseñó el oficio de escribano. Llegó a estar vinculado a la conquista de México, fue gobernador de Jamaica y en 1519 recibió el título de Adelantado de las tierras de Nueva España y Pánuco. En esta casa se alojó temporalmente, en 1509, el virrey Diego Colón, cuando los enemigos de su padre le obligaron a abandonar la Torre del Homenaje.
Hoteles y banco
Esta amplia construcción, en la Isabel la Católica esquina Emiliano Tejera, a la cual algunos expertos llegaron a comparar con un palacio castellano de finales del siglo XV, fue en 1861 asiento del Hotel Comercial, y en 1874 del Hotel de la Unión. En su época eran ambos famosos. En 1974, a este edificio del siglo XVI adquirido por el Estado años antes, le fueron realizados trabajos de puesta en valor financiados por el Banco Popular, y Alejandro Grullón (q.e.p.d), fundador y presidente del banco, en ese entonces tuvo aquí su despacho. (Los azulejos colocados en las contrahuellas de la escalera aparecieron en los trabajos de restauración de la catedral).