La Vida

Resetear el amor

El Día de los Enamorados no mejorará por si solo y mágicamente la armonía y la felicidad en la pareja, pero puede ser una buena ocasión para hacer una reflexión compartida y pulsar juntos el botón de reinicio, revisando los ingredientes clave de la relación sana para reforzarlos durante esta etapa marcada por la covid.

La pandemia no solo afecta la salud y la economía de las personas, sino que además hace tambalear los pilares de muchas parejas, debido a los cambios de comportamiento y estilo de vida y a las limitaciones en el contacto físico y la actividad social, que alteran las maneras de relacionarse, funcionar y convivir.

La comunicación, el erotismo, la confianza y la diversión, son cuatro de “los ingredientes de una relación sana” más afectados por la covid-19, confirma a Efe la doctora María Sánchez, médico asistencial especializada en prevención y promoción de la salud y e-Health Manager (gerente de tecnologías de la salud) de la aseguradora Cigna (www.cignasalud.es) en España.

San Valentín puede ser una buena ocasión para que los integrantes de la pareja revisen juntos está situación, según la doctora Sánchez, que ofrece algunas sugerencias para fortalecer los cimientos del vínculo, abordando las dificultades que los están poniendo a prueba en estos meses de coronavirus.

COMUNICACIÓN ATENTA.

Lo ideal es que, durante una conversación, ambos participantes están concentrados en el diálogo y sientan que son escuchados y comprendidos por el otro interlocutor, según Sánchez.

Reconoce que durante los últimos meses esta comunicación se ha podido ver afectada en una pareja o en los convivientes, por el estrés individual o el cambio de rutinas.

“Además, el uso en exceso del ‘smartphone’ o ‘tablet’ durante la pandemia puede agravar, en algunos casos, la falta de escucha activa y empatía con la pareja”, señala.

Para mejorar la escucha activa y fomentar la comunicación en la pareja, esta experta recomienda intentar escuchar a la otra persona “sin juzgarla, teniendo en cuenta el mensaje y las emociones, centrar la atención en la conversación y evitar interrumpirla cuando está hablando”.

“Parafrasear (comentar, ampliar o explicar con nuestras propias palabras) lo que la otra persona nos está comunicando, conseguirá aumentar su motivación y haremos que se sienta más cómoda en la conversación”, sugiere.

Para Sánchez también es esencial delimitar los momentos en los que se usan los dispositivos móviles, para que nuestra pareja no se sienta desatendida, por lo que una buena opción para este 14 de febrero “podría consistir en regalarse un día sin dispositivos móviles y compartir alguna actividad ‘fuera de línea’”, indica.

EROTISMO ACTIVO.

La incertidumbre, el confinamiento, los rebrotes y los cambios repentinos en nuestra rutina diaria están provocando que nuestros niveles de estrés se incrementen, según se ha constatado en el estudio de Cigna ‘COVID-19 Global Impact’.

El estudio sugiere que esta exposición prolongada al estrés tiene consecuencias en nuestro bienestar físico, mediante síntomas como fatiga, náuseas o dolor de cabeza, muscular o abdominal, y en nuestro bienestar emocional y conductual, disminuyendo la concentración y aumentando el nerviosismo, la irritabilidad o la confusión.

Cuando nos sentimos estresados, nos suele resultar difícil dormir o comer bien, lo cual también puede afectar nuestra salud física y lo que, a su vez, puede estresarnos todavía más emocionalmente.

Evidentemente, dicha sintomatología puede llegar a afectar a nuestro apetito sexual y apasionamiento amoroso.

“Una buena forma de empezar a reducir el estrés y controlar su incidencia es entender nuestro bienestar físico y emocional como un tándem que hay que cuidar llevando un estilo de vida saludable, en todos sus aspectos”, según Sánchez.

“Esto significa practicar ejercicio físico, mantener una alimentación sana, planificar nuestra rutina, evitar la sobresaturación informativa, acudir a terapia psicológica si la situación se hace insostenible y, sobre todo, cuidar nuestros vínculos con aquellos que nos rodean y más nos importan”, explica la experta.

Señala también que no solo nos causa estrés nuestro contexto laboral, “sino que también impactan en nuestra salud mental otros aspectos que han cambiado enormemente desde la pandemia, como la calidad de nuestras relaciones, nuestras finanzas o nuestra vida social”.

Para incentivar el erotismo, Sánchez sugiere dar una sorpresa al otro miembro de la pareja en San Valentín, ya que la expectativa que genera un plan inesperado hará que una cita de este tipo se convierta en algo romántico y enriquecedor.

“Esta sorpresa podría ser una cena especial, una noche de hotel en la misma ciudad o una pequeña escapada -si la situación sanitaria lo permite-, sin desvelar el plan e indicando a la otra persona solo qué ropa tiene que preparar y a qué hora debe estar listo/a”, indica.

“Estas iniciativas reflejan un interés por mejorar la situación y disfrutar de más tiempo de calidad compartido”, asegura.

CONFIANZA MUTUA.

Para Sánchez, la confianza es algo que se trabaja con el tiempo, a través de una comunicación eficiente, sinceridad, asertividad, comprensión mutua, gratitud y, especialmente, respetando el tiempo y espacio individual de cada persona.

“Si todo esto no se cuida, el vínculo se va perdiendo”, asegura, reconociendo que probablemente algunas parejas hayan mejorado su confianza esta época de pandemia, al haber dedicado más tiempo a trabajar estos aspectos y a descubrir facetas desconocidas de la otra persona.

“Un buen detalle podría consistir en aprovechar San Valentín para entablar una conversación en la que expresemos lo que sentimos por el otro miembro de la pareja, hacer un repaso de lo que hemos vivido juntos y analizar lo que hemos crecido como personas durante ese proceso”, según esta doctora.

“Esta acción tan simple reforzará la confianza mutua, A veces, no es necesario hacer grandes regalos. Un buen discurso premiando el esfuerzo común puede ser el mejor agradecimiento”, recalca.

DIVERSIÓN COMPARTIDA.

“La diversión en pareja es una emoción que, durante la rutina, muchas veces se olvida. La relacionamos con los momentos de más ‘libertad’ y desconexión, como el fin de semana o las vacaciones”, señala Sánchez.

“En época de pandemia, este factor ha podido verse afectado a causa del confinamiento, las limitaciones de movilidad o por no poder compartir momentos con nuestros amigos o familiares”, señala.

“El reto para las parejas es intentar romper esa idea y compartir instantes, por pequeños que sean, que les hagan reír y pasar un buen momento” explica.

“No hacen falta grandes planes. Basta con organizar una sesión deportiva “online”, programar una cita doble virtual con amigos, cocinar juntos un menú especial, hacer un álbum con fotos de los viajes realizados o jugar a algún juego en pareja”, concluye.

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