ZONA COLONIAL
Regina Angelorum: El Convento precedió a la iglesia
Cual telón de fondo, la iglesia Regina Angelorum se levanta ante mis ojos mientras me desplazo por la calle José Reyes hacia la Padre Billini. ‘¿Quedarán restos del convento que le dio origen?’, pregunto a mi hijo Alexis. ‘A la vista, no’, dice. Pero… ‘En el patio de la Escuela Salomé Ureña (hacia el oeste) se ven salir algunos pequeños restos arqueológicos que pertenecieron al Convento’, me informa luego el arquitecto César Iván Feris Iglesias. ‘Entre el templo y el convento había una puerta para que las monjas de clausura subieran al coro. Hacia el sur, detrás del presbiterio, donde ahora funciona un seminario para vocaciones tardías, pudiera haber elementos que formaron parte del convento original’. De este convento, cuya construcción ‘se aceleró’ a causa de un crimen pasional, según relata María Ugarte en Estampas coloniales, apenas queda el recuerdo.
El drama pasional
En 1554, María de Arana era una adinerada viuda que admiraba a los frailes de la Orden de Predicadores, en la cual profesó uno de sus hijos en España. Pero otro hijo, Lorenzo Solano, era un galán que estando casado sostenía relaciones con Luisa de Nebreda, esposa de Cristóbal de Tapía, quien les atrapó en el lecho. Habiéndoles dado muerte tuvo que ocultarse. El fiscal le condenó a perder sus bienes y ‘la cabeza’. Pero el ambiente en su entorno le era favorable, En tanto, la afligida madre solo quería irse a España para tener el consuelo de su hijo. Ese momento sicológico, según Fray Cipriano de Utrera, ‘fue bien aprovechado por los dominicos’ para obtener de ella los bienes necesarios para fundar el monasterio de religiosas de su orden. Al proyecto se oponían ciertas personalidades que, finalmente, apoyaron la fundación del convento para contribuir a que María de Arana se fuese a España, ‘porque así se aseguraba mejor la ocultación del homicida a quien por parentesco o amistad trataban de salvar’. Aconsejada espiritualmente, María de Arana ‘puso el sello a su donación con el perdón cristiano’ y se marchó.
Fachada principal
La iglesia de Regina Angelorum ‘es uno de los templos más bellos y mejor conservados del período colonial’, escribe María Ugarte en Iglesias, capillas y ermitas coloniales. Su fachada principal tiene un cuerpo inferior muy renacentista, mientras el segundo cuerpo cuenta con decoraciones platerescas combinadas con elementos del barroco. Del nicho vacío la leyenda cuenta que la imagen que tenía cayó sobre un soldado que se subió a coger miel del panal que allí había, y lo mató por profanar esa parte del templo. Unos dicen que ocurrió durante la dominación francesa. Otros, que durante la ocupación haitiana. Sea cual fuere, coinciden en el soldado.
(En la casa que hoy se levanta junto a Regina Angelorum, entre el templo y la Escuela Salomé Ureña, funciona la Orden de Malta República Dominicana que tiene a su cargo el templo).