Personas calladas: Cuando el silencio habla
Hay que prestar atención a quienes son poco conversadores. Aunque son definidos como inteligentes, algunos callan por timidez y otros por cargar con algunos traumas que no canalizan.

A los calladitos hay que tenerles miedo”. Este es un dicho viejo y, al que algunos le dan la razón. Para citar un caso, no hay que ir muy lejos. Hace menos de una semana que José Espinal Almonte, un hombre definido como tranquilo y callado, le arrebató la vida a su pareja, Jazmín Lugo Payero, de 25 años. Y como éste, hay muchos otros.
Lo cierto es que, no callan porque quieren. Unos lo hacen por timidez y otros por cargar con algunos traumas que no canalizan adecuadamente. Las razones por las que una persona “callada” puede delinquir varían. Se necesita conocer el contexto social y familiar en el que se ha desarrollado, así como también, la percepción que tiene sobre el mundo que le rodea. Esta explicación es de la psicóloga Alba Contreras, quien cursa una especialidad en Psicología Cognitiva Conductual.
“No obstante, los individuos bajo esta descripción pueden disfrutar de los beneficios que brinda la introversión, siendo el pasar desapercibido el mayor de estos. Ahora bien, podemos hacer algunas inferencias partiendo de lo mencionado anteriormente, como es la falta de recursos o habilidades para externar las emociones y los pensamientos negativos que le asaltan, lo cual puede desencadenar conductas impulsivas como el asesinato. De manera análoga, tenemos en el otro lado del espectro, las patologías ligadas a la salud mental. Aquellos que cumplen con los criterios suficientes para ser diagnosticado con alguna de ellas, como pudiera ser el caso del trastorno de la personalidad antisocial, que hacen uso del silencio para no despertar sospechas y vivir bajo perfil mientras sucumben a los deseos de una mente desequilibrada”, explica la especialista.
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