Arbolito navideño: Símbolo de esperanza se yergue a pesar de la crisis
En tiempos aciagos muchos hogares siguen adelante con la costumbre de montar y decorar un arbolito como forma de mantener la ilusión.
Hace más de mil años que, según la leyenda, San Bonifacio de Maguncia creó el árbol de Navidad al decorar un pino con manzanas y velas para representar el perenne amor de Dios, y ni siquiera la pandemia por covid-19 ha frenado el deseo de las familias de continuar con esa tradición.
En un contexto de crisis sanitaria y económica la gente decide invertir en el montaje del arbolito como una forma de mantener la esperanza y la ilusión en medio de tiempos difíciles.
En eso coinciden Fabiola Román y Morelia Otazo, quienes se dedican al montaje y decoración de árboles navideños.
“La Navidad es una tradición más allá de montar el árbol, más allá de algo físico; es una tradición reunirse a cenar, tener tu decoración; nada, ni la pandemia, nos la va a quitar”, expresa Otazo, de la firma de decoración navideña Holly Jolly.
La presencia de niños en el hogar es, sin quizás, el factor que más peso tiene al momento de decidir si colocar o no un arbolito. El 2020, año en que los menores han pasado más tiempo que nunca en casa, no ha sido la excepción.
“El arbolito es lo único que los ilusiona”, comenta Román, quien señala que, tras meses de encierro y otras limitaciones, las personas no quieren privarse de parte de la emoción que trae consigo esta época del año.
Impacto de la crisis Fabiola Román comenzó a decorar arbolitos de terceros como pasatiempo hace alrededor de cinco años. Hace tres que emprendió esta actividad como negocio.
La experiencia le permite hablar del antes y el después.
Aparte de recibir las primeras solicitudes de clientes un par de semanas más tarde de lo acostumbrado, este año ha habido otros cambios. Ya que su labor implica visitar distintos hogares, Román debió invertir en equipo de protección personal (guantes, mascarillas y cubrepiés) e implementar protocolos para prevenir la propagación del coronavirus.
De igual manera, el horario de trabajo se ha visto afectado. Morelia Otazo, quien tiene cinco años de experiencia en el negocio de la decoración de arbolitos, cuenta que el toque de queda obliga a acelerar el proceso y a reducir el número de horas de labor (tomar más de un día para el montaje dispararía los costos del servicio).
Ambas entrevistadas informan que el volumen de clientes empresariales se ha reducido. El número de clientes residenciales, en tanto, se mantiene estable.
“Muchas empresas, quizás, han tomado la decisión de hacer decoraciones más pequeñas o hacerlas entre ellos y reciclar lo que ya tenían”, comenta Otazo.
Reusar adornos Una época de alegrías, de nuevas oportunidades y de unión. De esa forma perciben las Pascuas quienes contratan los servicios de decoración navideña y montaje de arbolitos de Eventos Difaint.
Por eso, deducen desde la empresa de decoración, los usuarios siguen adelante con esta tradición.
Este año en esa firma han visto una constante entre los clientes: quieren reciclar los adornos y ornamentos que ya poseen y reducir al mínimo el gasto en la compra de nuevos materiales.
¿La razón? El costo de los materiales y servicios ha aumentado.
“Los arbolitos llevan muchos adornos”, explican a Listín Diario. “Cuando sumas el costo de tantas cosas, cualquiera se sale de presupuesto”.