La Vida

Modalidad ante el Covid ¡En bicicleta para el trabajo!

Esta crisis, algunos la han aprovechado para tomar la decisión de utilizar este medio de transporte para ir a la oficina, hacer diligencias, o pasear.

Arturo calculó que deforestaba entre 11 a 30 árboles al año solo con el uso de su vehículo. Por eso ahora anda en bicicleta. FUENTE EXTERNA

MARTA QUÉLIZSanto Domingo, RD

Hace unos años que la bicicleta ha tomado un gran prota­gonismo entre los domini­canos. Claro, con uso reser­vado solo para el deporte y hacer ejercicios. Ahora la cosa ha cambiado. Es un medio de transporte que, en estos momentos de pande­mia le está resolviendo la vi­da a muchos.

Unos la están usando pa­ra ir al trabajo, otros para salir hacer sus diligencias, y no faltan los que la montan para dar sus paseítos. Con ellas todo es ganar-ganar. Por supuesto, cuando no es­tá lloviendo a cántaros co­mo ha sucedido en las últi­mas semanas.

El hecho de que en algu­nos trabajos le hayan ba­jado formalidad a la vesti­menta que hay que llevar a la oficina, ha facilitado que algunos empleados se tras­laden en bicicleta a laborar. De hecho, hay entidades que ya han instalado par­queos para las bicis.

Este tipo de experiencia es mejor dejar que las cuen­ten sus protagonistas. Dos testimonios hablan de esta modalidad que cada día to­ma más auge en el país.

Arturo Suárez Santelíses Es un joven que durante la pandemia vendió su vehícu­lo. Ahora, cuando le toca ir de manera presencial a su trabajo, lo hace en bicicleta. “Tomé la decisión para ser parte del movimiento sos­tenible. La ruta que realizo inicia desde mi casa, en el sector de Gazcue, y finaliza en la Torre BHD, en la 27 de Febrero con Winston Chur­chill. Son (5.1 km). Tomo la avenida Simón Bolívar por la ciclovía hasta llegar a la Churchill, y cruzo la 27, y ya estoy en mi trabajo”. De­talla Arturo Suárez Santelí­ses, dejando saber que esta ruta la hace dos o tres veces por semana.

La primera vez que se le ocurrió utilizar un medio de transporte sostenible pa­ra ir al trabajo fue a media­dos del año 2019 cuando asistió a una conferencia de energía renovable y movili­dad sostenible.

“Vi por primera vez las ‘scooters’ y bicicletas eléc­tricas y, lo primero que pen­sé fue en el ahorro en gaso­lina y que no tendría que lidiar con el malestar de los tapones en el Distrito Na­cional. También me llama­ron la atención por lo prác­ticas e innovadoras que son, pues de pequeño siem­pre he montado bicicletas, patines, patinetas, etcéte­ra”. Cuenta Arturo al tiem­po de admitir que la pande­mia fue la excusa perfecta para tomar la decisión de utilizar bicicleta hasta para ir al trabajo.

Hoy le satisface el hecho de que se ha convertido en un medio de transporte que permite unir la diversión de montar una bicicleta con movimiento sostenible pa­ra ir al trabajo. “Con este medio ayudas enormemen­te a la reducción de CO2 al planeta. Un día calculé la cantidad de CO2 que emi­tía mi vehículo y yo, anual­mente, resulta ser que era alrededor de 343,2KG cuando lo que un árbol ab­sorbe de CO2 son de 10KG a 30KG por año, esto me hi­zo dar cuenta que todos los años deforestaba entre 11 a 30 árboles solo con mi ve­hículo y, aunque esta canti­dad no represente un gran cambio prefiero ser parte de los que contribuye a que ha­ya un vehículo menos en el gran Santo Domingo”. Su reflexión es para pensarlo e ir en búsqueda de una bici.

Otro aspecto que lo mo­tivó a tomar la decisión fue la ejecución en las calles del Plan de Movilidad Urbana Sostenible del Gran Santo Domingo (PMUS), aproba­do en 2019. “Con esta ac­ción también estoy mejo­rando mi condición física, así que, desde que comen­cé a ir a la oficina de nuevo, decidí hacerlo en bicicleta”, cuenta Arturo.

Graciela Lluberes “Yo amo el verde, la natu­raleza, los recursos natura­les, y hacía mucho que que­ría tener una bicicleta para moverme. La pandemia por el Covid-19 me hizo tomar la decisión, pues ya no ten­go que ir tan formal al tra­bajo. Así que me pongo mis jeans, mi camisa y mis tenis y a las 7:45 de la mañana me voy a la oficina. En 15 minutos llego sin tapón, sin estrés y, además ayudando al planeta”. Ella también hace sus diligencias y sus paseos en bici.

A Graciela, al igual que Arturo, la lluvia no le daña su fiesta. Para días lluviosos se ponen su impermeable con capuchas y botas, y tra­tan de tener mayor cuidado al desplazarse por las vías mojadas. Tienen otros ami­gos que están apostando a esta modalidad y, que como ellos, se sienten muy satisfe­chos de los resultados logra­dos hasta ahora.

RECOMENDACIÓN Arturo no solo se ha “montado en el tren de la movilidad”. También recomienda a otros que lo hagan. Con esto no solo puedes contribuir yendo en bicicleta a su trabajo, sino también a que se tenga un medio ambiente saludable. Esto lo dice Arturo.

Comenta que existen mensajeros y repartidores de las aplicaciones de comida con motos eléctricas con lo que se reduce la emisión de CO2 por persona que generas anualmente.

Se agotan Máximo Hernández, del grupo Todo Ciclismo, está en el mundo de las bicicletas. Él confirma el rumor de que este medio de transporte ha tenido tanta demanda en los últimos tiempos que, hasta se ha agotado porque hay tiendas que cerraron por la pandemia. “Hay tiendas que tienen sus órdenes con retraso de entrega desde febrero porque la mayoría de las fábricas cerraron por la situación del Covid”. Lo dice quien está en la categoría de paseador, monta alrededor de seis horas a la semana y poco menos de 100 kilómetros por semana.

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