Un órgano desconocido... ¡En nuestra cabeza!
Los médicos han descubierto, de manera accidental, una misteriosa estructura anatómica que parece ser un conjunto de glándulas salivales escondidas dentro de nuestra cabeza, al examinar a pacientes mediante una avanzada técnica de imagen. Algo que ha pasado inadvertido durante siglos.
Investigadores del Instituto del Cáncer de los Países Bajos (NKI) descubrieron dos áreas inesperadas situadas al fondo de la nasofaringe en unos pacientes a los que exploraban, mediante una nueva técnica de imagen, en unas investigaciones destinadas a evitar las secuelas de la radioterapia en la cabeza y el cuello.
Las áreas descubiertas se asemejan a las glándulas salivales mayores conocidas “pero en la parte posterior de la nasofaringe no debería haber glándulas salivales grandes, ya que las personas tenemos tres juegos de estos órganos, pero no están allí", explica el radioterapeuta oncológico Wouter Vogel, del NKI.
Hasta donde se sabía, las únicas glándulas salivales o mucosas que hay en la nasofaringe son microscópicas, y hay alrededor de un millar de éstas glándulas distribuidas de manera uniforme por toda la mucosa, así los investigadores se sorprendieron mucho cuando encontraron estas nuevas áreas.
Gracias a las tecnologías de imagen más avanzadas que nos permiten visualizar órganos, células e incluso moléculas, es de esperar que ya conozcamos todas las partes y los rincones del cuerpo humano y parece poco probable efectuar un nuevo descubrimiento anatómico en nuestro organismo.
Por eso es fácil imaginar la sorpresa de dos investigadores médicos neerlandeses que acaban de descubrir un misterioso órgano escondido en el centro de la cabeza humana: lo que parece ser un conjunto de glándulas salivales y que los científicos habían pasado por alto durante siglos.
Esta “entidad desconocida” la identificaron por accidente dos científicos que estaban examinando a pacientes con cáncer de próstata mediante un tipo avanzado de exploración llamado TEP / TC con PSMA, una herramienta de diagnóstico que resalta la presencia de tumores en el cuerpo cuando se inyecta al paciente con glucosa radiactiva, según el portal Science Alert.
El oncólogo radioterapeuta Wouter Vogel y el cirujano oral y maxilofacial Matthijs Valstar, del Instituto del Cáncer de los Países Bajos (NKI por sus siglas en neerlandés) estudiaban a pacientes con cáncer de próstata mediante este escáner de exploración cuando descubrieron que, al fondo de la nasofaringe de los explorados, se habían iluminado dos áreas inesperadas.
Áreas que “no debería estar allí”
Las áreas que descubrieron parecían similares a las glándulas salivales mayores conocidas, “pero allí, en la parte posterior de la nasofaringe, no debería haber glándulas salivales grandes, ya que las personas tenemos tres juegos de estos órganos, pero no están en ese lugar”, explica el doctor Vogel.
Hasta donde se sabía, las únicas glándulas salivales o mucosas que hay en la nasofaringe son pequeñas, de escala microscópica. Son alrededor de un millar de glándulas distribuidas de manera uniforme por toda la mucosa, y los investigadores se sorprendieron mucho cuando encontraron estas nuevas áreas, según este centro de investigación, con sede en Amsterdam.
En colaboración con sus colegas del Hospital universitario UMC Utrecht (www.umcutrecht.nl/en), Vogel y Valstar descubrieron que los 100 pacientes con cáncer de próstata que fueron explorados mediante TEP / TC con PSMA, tenían un conjunto de estas glándulas, según el NKI.
“En este tipo de imágenes las glándulas salivales se muestran con bastante claridad”, explica el doctor Valstar, quien señala que las dos nuevas áreas que se iluminaron tenían algunas características propias de las glándulas salivales.
Los hallazgos del NKI (www.nki.nl) fueron confirmados al estudiar el tejido de dos cuerpos humanos en el centro médico universitario UMC de Ámsterdam.
Glámdulas tubariales
"Las llamamos glándulas tubariales, en referencia a su ubicación anatómica (en la parte posterior de la nasofaringe)", indican Vogel y Valstar.
Estos doctores se dedican a investigar los efectos secundarios que la radiación puede tener en los pacientes con cáncer de cabeza y cuello y, cuando efectuaron el hallazgo, estaban escaneando las glándulas salivales de pacientes con cáncer de próstata, con el objetivo de recabar información para poder preservar esas glándulas durante los tratamientos radioterápicos.
"La radioterapia puede dañar las glándulas salivales, lo que puede provocar complicaciones. Los pacientes pueden tener problemas para comer, tragar o hablar”, explica el radioterapeuta Vogel.
Los investigadores encontraron que, al igual que sucede con las glándulas salivales conocidas, la irradiación de estas "nuevas" glándulas, también aumenta las complicaciones en los pacientes irradiados, por lo que piensan que, además de ser sorprendente este hallazgo, podría beneficiar a los pacientes con cáncer.
Vogel cree que debería ser técnicamente posible evitar administrarles radiación a la mayoría de los pacientes en esta ubicación recién descubierta, del mismo modo que intentamos hacerlo para tratar de preservar las glándulas conocidas.
“El conocimiento de estas nuevas glándulas nos está ayudando a comprender una toxicidad que hasta ahora era inexplicable y que sufren algunos pacientes que informan sobre una sensación de sequedad en la parte posterior de la boca, cuando todas las glándulas salivales conocidas parecen funcionar normalmente”, explica el doctor Vogel a Efe.
“Esta nueva información también podrá ayudarnos a informar a los pacientes sobre la posible toxicidad de la radioterapia y podrá ser tenida en cuenta para tomar decisiones personalizadas sobre el tratamiento”, según este radioterapeuta.
Vogel señala que no planean cambiar de inmediato el tratamiento para todos los pacientes, ya que primero necesitan obtener una validación independiente de sus hallazgos por parte de otro centro, y luego deben confirmar si mantener estas ‘nuevas’ glándulas sin irradiar ayuda realmente a los pacientes y en qué casos.
“Después de cumplir esos pasos, las guías internacionales podrán actualizarse con una nueva estrategia de tratamiento validada”, adelanta.