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Miel sin abejas

Mediante tecnologías de biología sintética patentadas, esta firma californiana puede reproducir los compuestos que están en la miel

Abeja polinizando una Flor

Abeja polinizando una Flor

Investigadores estadounidenses desarrollan una miel tan deliciosa y asequible como la tradicional pero más sostenible para el medio ambiente, porque no requiere del trabajo de las abejas melíferas de la apicultura comercial, que quitan la comida a las abejas silvestres, ya en grave riesgo por los productos químicos y la pérdida de hábitats.

Aunque no fue hecha en una colmena, esta miel es real y es mejor para los humanos y para las abejas, según Darko Mandich, director ejecutivo de MeliBio (www.melibio.com), una empresa con sede en Berkeley (California, EEUU) que está fabricando miel en el laboratorio, lo que considera será el futuro de este delicioso producto.

Las abejas producen esa sustancia viscosa, amarillenta y muy dulce que conocemos como miel, transformando en su estómago el néctar de las flores, y devolviéndolo por la boca para llenar con él los panales y que sirva de alimento a las crías.

La firma de Mandich un emprendedor serbio afincado en EEUU y especializado en desarrollar productos alimenticios prémium, intenta producir una miel idéntica a la natural, mediante una tecnología microbiológica que permite obtener miel directamente de las plantas sin incluir a las abejas como mediadoras.

Mandich trabaja con el cofundador Aaron Schaller, un científico de la Universidad de California, Berkeley, (www.berkeley.edu), señalando que esta iniciativa de comida alternativa surgió de las discusiones sobre miel y abejas que mantuvo con este joven investigador, especializado en biología molecular y celular.

“Nos basamos en la misma idea que hay detrás de las biotecnologías que se están desarrollando para fabricar otros alimentos directamente a partir de las plantas, sin incluir animales en su producción, lo cual reduce el impacto de la producción en el medioambiente”, asegura Mandich.

Señala que hoy en día en Estados Unidos se pueden comer hamburguesas hechas de vegetales y otros ingredientes que tienen el mismo sabor y textura que una hamburguesa de carne, y cada vez se están consumiendo más bebidas alternativas a la leche de vaca, como las denominada ‘leche’ de avena.

“El objetivo de estas tecnologías y productos es que las personas puedan disfrutar de los alimentos a los que ya están acostumbradas, promoviendo un desarrollo sostenible y la mejora del medio ambiente”, asegura.

Mediante tecnologías de biología sintética patentadas, esta firma californiana puede reproducir los compuestos que están en la miel, incluyendo las variaciones basadas en las flores que las abejas visitan normalmente, y que ayudan a darle su sabor al producto final, según la revista Fast Company (FC).

BIORREACTORES EN LUGAR DE PANALES.

El proceso básico probablemente se asemeje al utilizado por la compañía Perfect Day (www.perfectdayfoods.com) que ofrece productos “lácteos sin vacas” y produce sus proteínas de la leche, aislando el ADN (código genético) y luego entregando ese modelo genético a los microorganismos alojados en un recipiente llamado biorreactor, para comenzar la producción, según FC.

“Aunque el desarrollo se encuentra en una etapa inicial, hace poco se fabricó un prototipo de sustancia que se asemeja al sabor, la textura y la viscosidad de la miel de abeja”, señala Mandich.

Afirma que en una prueba de sabor ciegas de esa “miel sin abejas” los catadores la encontraron indistinguible del producto tradicional, y que catorce empresas ya han firmado cartas de intención para comenzar a comprarla y usarla como ingrediente.

“Gracias a los avances en ciencia de los alimentos y biotecnología, podemos omitir la parte animal (las abejas) de la producción, con el objetivo de producir miel que, no solo coincida con el sabor, el color y la viscosidad de la miel de abeja, sino que también iguale o supere su valor nutricional”, señala Mandich.

ALIVIO PARA LAS ABEJAS SILVESTRES.

“La intención del proyecto es ayudar a restablecer el equilibrio de la naturaleza, reduciendo la presión sobre las abejas silvestres desplazadas por la abejas melíferas, y al mismo tiempo dar a las personas la oportunidad de consumir una miel que sea asequible, sostenible, deliciosa y funcional”, señala Mandich a EFE.

Destaca que las abejas melíferas son solo una de las 20,000 especies de abejas que hay en la naturaleza y que introducirlas en un nuevo hábitat para dedicarlas a la producción comercial de miel es un desafío para la supervivencia de las especies de abejas nativas y silvestres que deben retroceder ante las melíferas.

“Además, mucha de la miel producida a través de la apicultura comercial contiene adulterantes tóxicos que las abejas recogen de los huertos rociados con productos químicos”, señala Mandich.

“Por lo tanto, creemos que al producir miel en un ambiente seguro podemos asegurarnos de que esté libre de adulterantes tóxicos”, adelanta el CEO de MeliBio.

Mandich considera que las abejas nativas están en mayor riesgo que las melíferas, en parte porque las abejas compiten por su alimento, y “cuanto más aumenta la producción de miel, más crece la presión sobre las abejas silvestres nativas, muchas de las cuales que ya vienen enfrentando el riego de extinción debido a los pesticidas, al cambio climático y la pérdida de sus hábitats”.

Adelanta que su empresa prevé invertir en la expansión de su equipo de investigación y desarrollo para poder alcanzar un costo de producción menor que el de la miel de abejas, y planea enfocarse de entrada en las ventas a otras empresas que usan miel en los alimentos, jabón o champús que producen.

Mandich señala que “se prevé lanzar en 2021 el primer producto con ‘miel sin abejas’, la cual también podría tener éxito en el mercado de la comida vegana, que está en rápido crecimiento”.

Admite que el producto que está desarrollando no puede por sí solo resolver los problemas que enfrentan las abejas silvestres en peligro de extinción, “pero podría contribuir a aumentar sus posibilidades de supervivencia, la cual es esencial para la Humanidad debido a su contribución a la polinización".