La industria de bodas encuentra ganancias en las bodas caseras

No fue hasta finales de mayo que su verdadero salvador llegó: las bodas en patios traseros.

Melissa Fahlstrom, propietaria de Sugar Whipped Bakery en Plattsburg, Missouri, vio un aumento en los pedidos de pasteles a fines de mayo a medida que más parejas comenzaron a organizar bodas íntimas en el patio trasero.Credit Jacob Moscovitch para The New York Times

Melissa Fahlstrom, propietaria de Sugar Whipped Bakery en Plattsburg, Missouri, vio un aumento en los pedidos de pasteles a fines de mayo a medida que más parejas comenzaron a organizar bodas íntimas en el patio trasero.Credit Jacob Moscovitch para The New York Times

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The New York TimesSanto Domingo

Durante el confinamiento de marzo por el coronavirus, Melissa Fahlstrom, propietaria de Sugar Whipped Bakery, un negocio en Plattsburg, Misuri, que se especializa en pasteles de boda, temía lo peor. “Sentí pánico de que mi negocio se paralizara de manera repentina”, dijo ella. “Podría tardar dos meses en pagar mi hipoteca, mi préstamo y mis gastos en general”.

Esa primavera, llegaron a cuentagotas pocas órdenes relacionadas con bodas. Entre ellas, la del novio que encargó un pastel para compartirlo con su prometida en el día en el cual su boda cancelada se suponía que tendría lugar. También, la de una pareja que ordenó pastelitos para familiares y amigos que vieron su ceremonia matrimonial a través de Zoom. “Todos fueron colocados de manera individual en una caja y los dejaron afuera de la puerta de las personas para que todas pudieran compartir el pastel”, dijo Fahlstrom.

No obstante, no fue hasta finales de mayo que su verdadero salvador llegó: las bodas en patios traseros. A medida que las órdenes de cancelarlas se relajaron, las parejas realizaban ceremonias en exteriores de diez, después veinte y luego cincuenta personas. Publicaron imágenes en redes sociales de estos acontecimientos, en las que mostraron cómo habían transformado patios ordinarios en lugares mágicos para realizarlas con luces de ensueño y flores. Entonces, más parejas decidieron intentarlo.

Las parejas seguían ordenando pasteles para sus festejos reducidos y ahora la mitad del negocio de Fahlstrom se compone de bodas en patios traseros. “En el pasado, los pasteles eran tan grandes y elaborados, no podía aceptar más órdenes”, dijo. “Ahora tengo tiempo para más órdenes. En los momentos más ajetreados de septiembre y octubre, tuve tres pasteles de boda a la semana”.

Aunque los pasteles son más sencillos, a ella le encanta elaborarlos. “Son más sobre naturaleza, florales”, dijo. “Se inspiran en lo que les rodea”.

Las bodas en los patios traseros se han convertido en las heroínas de la industria de bodas. La mayoría son más simples y más pequeñas que las ceremonias prepandémicas. Además, son realizadas en lugares informales como parques o porches en lugar de salones para banquetes lujosos. Sin embargo, de todos modos contratan a quienes ofrecen productos y servicios relacionados, como fotógrafos y videógrafos, empresas de cáterin, así como músicos. Esto los mantiene ocupados y financieramente estables.

“Soy afortunada porque ha crecido de maneras sorprendentes”, dijo Fahlstrom.

Alisa Tongg, quien se dedica profesionalmente a oficiar ceremonias y que vive en Stroudsburg, Pensilvania, se siente afortunada de que muchos clientes han decidido no retrasar su gran día, sino moverlo a un patio trasero. “Incluso cuando las personas posponen sus bodas, ocupan una fecha que pudo haber sido reservada por una nueva pareja”, dijo.

Muchos de los clientes de Tongg tienen su propia área verde donde casarse. Sin embargo, para aquellos que no cuentan con una, les ofrece su propio hogar. “Vivo en el borde de un acantilado desde el cual se puede ver el sendero de los Apalaches en las montañas Pocono”, comentó. “Es realmente hermoso”. Ella ha organizado más de ochenta bodas en su casa desde abril. “Estamos saturados”, mencionó.

Las bodas en exteriores componen la mayoría del negocio de Tongg. Durante la pandemia, solo ha oficiado cinco bodas que no se efectuaron en un patio trasero.

Las bodas en los patios traseros apoyan a muchos negocios en su comunidad. “Son muchas las personas que son contratadas cuando ocurre una boda”, dijo. “Se trata del fotógrafo local, la persona que sabe cómo configurar la transmisión en directo, la tienda de licores que suministra el brindis con champaña. Nos hemos asociado con una panadería local para hacer pasteles. Probablemente, hemos tenido setenta órdenes esta temporada tan solo con esa panadería”.

Los pequeños negocios que no contaban con los recursos para ofrecer sus servicios en bodas grandes con cientos de invitados y una logística complicada están viendo un incremento en contrataciones relacionadas con bodas.

Antes de la pandemia, hacer pasteles hermosos era un negocio adicional para Ana Calderone, una reportera de gastronomía de la revista People que vive en Brooklyn. “Solía hornear solo para familiares y amigos, así como cumpleaños ocasionales y cosas como esas”, dijo.

“No tengo una cocina comercial”, agregó. “No puedo hacer un pastel para 150 personas o algo como eso”.

No obstante, durante la pandemia, amigos de sus amigos, antiguos conocidos del bachillerato y colegas, así como seguidores de Instagram comenzaron a pedirle que hiciera pasteles pequeños para sus bodas en patios traseros. “En casos en los que normalmente usarían el pastel proporcionado por el salón de eventos, tienen problemas para encontrar a alguien”, dijo.

Ahora ella elabora cuatro o cinco pasteles de bodas al mes, en su mayoría para clientes de Long Island en Nueva York. “Gano una cantidad decente con cada orden y uso el dinero para una nueva herramienta para hornear o algo así”, mencionó.

Otra compañía que nació debido a la tendencia de las bodas en patios traseros es LoveStream. La compañía en Charlotte, Carolina del Norte, ofrece tres paquetes, cuyos precios van desde los 450 hasta los 1850 dólares, a parejas que desean subcontratar la labor de transmitir en directo sus bodas.

“Escuchamos demasiadas historias de terror de personas que intentan hacerlo por ellas mismas y, por ejemplo, la abuela no encuentra la manera de desactivar su micrófono o alguien olvidó que estaba ante una videocámara”, dijo Samie Roberts que es dueña de la compañía en conjunto con su esposo, Ryan Roberts. Su otra compañía, Bustld, que conecta a proveedores con personas que planean bodas, sufrió un duro golpe a principios de la primavera porque demasiados proveedores ya no podían costear unirse al servicio.

“Al ser un equipo de marido y mujer, era importante para nosotros decidir qué hacer como siguiente paso”, dijo ella. “El mes pasado fue nuestro mes de ganancias más altas. LoveStream realmente nos ha llevado al siguiente nivel”. La compañía ha trabajado en más de cien bodas desde principios de mayo y está contratando a dos nuevos empleados para que se unan al equipo.

Por supuesto, el invierno se acerca, lo que significa que las bodas en patios traseros también podrían disminuir. Algunas parejas y proveedores de bodas se están preparando con calentadores para exteriores, cocteles calientes, cobijas y carpas. Sin embargo, si estos pequeños negocios han aprendido algo, es que no pueden planear con certeza. Las reglas convencionales no aplican durante la pandemia.

“Ya tenemos bodas agendadas para enero, febrero y marzo, pero es un volado”, dijo Fahlstrom. “Todas las órdenes tienen adjunta esa nota de ‘Si no puedo realizar mi boda...’. Ya veremos. Las personas han sido muy creativas hasta el momento”.