¡A florecer en la crisis!: Un testimonio de éxito en medio de la tormenta
A veces detrás del éxito hay una historia llena de lágrimas, de sacrificio y de mucha entrega. Unos deciden ocultarla y hacer ver que siempre han disfrutado de las mieles de opulencia o que no conocen la palabra obstáculo. Otros se atreven a contarla para motivar a los demás a que no desmayen en la ruta hacia lo que desean conquistar.
Arlenys Zorrilla, una joven abogada y experta en protocolo de Estado, es de las que asume como positivo el compartir las vicisitudes por las que atravesó antes de lograr el éxito con un negocio propio. “Tuve una época de mucha angustia, de problemas económicos y de situaciones difíciles que no me permitían ver más allá de lo que tenía enfrente. Esas sombras no me dejan ver la luz en el camino”. Comienza diciendo la invitada del ‘Toque de las 9:00 de LISTÍN DIARIO’ de anoche.
No hay que pretender tener todos los millones del mundo, pero sí alcanzar lo suficiente para llevar un estilo de vida digno y lo más importante, que te permita extender la mano a los demás. Esa es una de las consideraciones de Arlenys, quien comenzó un negocio de venta de ropa sacando de su clóset las piezas que entendían podían ayudarla a obtener un buen dinero para salir de las incontables deudas que tenía.
“Traté de arreglar un espacio en mi casa, hice un bazar y vendí un gran número de ropa, zapatos, car
teras, de todo lo que pude. Hice una suma muy buena, que, de verdad, no me esperaba. Tanto es así, que hablé con mi familia para hacer un viajecito y comprar cosas para vender. Así nació Lua, que es mi proyecto personal”, lo cuenta con orgullo.
La instaló en una habitación, la acomodó para invitar a sus allegados a que vieran todo lo que tenía. Una persona fue llevando la otra y así fue estableciéndose sin perder la fe en que esa era la vía que le daría la solución a sus problemas. En medio de esta situación y entrega total, confirmó también que no estaba sola: “Mi familia me apoyó, estaba de mi lado y eso me daba más fuerzas para seguir. Comprendí que para lograr el éxito había que tener fuerza de voluntad, y eso hice”.
Sus avances
Hoy día ya su tienda está en una plaza comercial, se maneja sola, y cuenta con el respaldo de su esposo, con quien ha podido inclusive establecer una fundación, a través de la cual han ayudado a personas de escasos recursos. “Sobre todo en estos momentos de pandemia, nos hemos dedicado a llevar alimentos a quienes lo necesitan. Una de las acciones que más me ha marcado fue el poder construirle una vivienda digna a un señor que vivía en el hacinamiento. Hoy día, tiene otras condiciones de vida y la satisfacción que eso da, no tiene precio”, relata Arlenys.
Enfatiza que no hay excusa para echar andar los sueños, para salir de la crisis, y que esta que ahora enfrenta la humanidad por el Covid-19, no debe ser la excepción. “Podemos florecer en medio de la tormenta, pero siempre creyendo en que todo lo podemos si ponemos a Dios por delante y si dejamos que salga de nosotros esa fuerza que tenemos para avanzar en la vida. No se rindan, resurjan, que se lo digo yo: es posible”, concluye .