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DOCENCIA

Para docentes: cómo impartir las clases en línea de manera eficaz y segura

Este decálogo de consejos ofrecido por los expertos en ciberseguridad de Kaspersky los ayudará a afrontar el reto de la educación a distancia.

Redacción L2Santo Domingo, RD

Sl presente año escolar, que, de­bido a la pande­mia por el nue­vo coronavirus deberá realizarse en línea en República Dominicana, supone un reto para pro­fesores y estudiantes tanto de escuelas y colegios co­mo de universidades y cen­tros de formación especia­lizada.

Para que los docentes puedan sacar el máximo partido a la educación on­line y para que esta ex­periencia resulte lo más cómoda, eficaz y segura posible, la empresa espe­cializada en ciberseguri­dad Kaspersky ofrece los si­guientes consejos:

1. Capacitación digital. La importancia de conocer bien las herramientas

Ya sea que se seleccio­nen de forma autónoma las herramientas para impar­tir las clases online - pla­taforma de videoconferen­cia, servicio de supervisión de exámenes o aplicación de mensajería- o bien, si el centro educativo obliga a usar alguna plataforma de­terminada, es necesario co­nocer bien las capacidades y características de todas ellas: leer las instrucciones, aprender la interfaz y bus­car en Internet las guías de configuración. Aclare con el administrador la lista completa de recursos a los que puede acceder y usar para sus clases y aprenda a utilizarlos.

2. Entender las reglas (y revisarlas con sus estudiantes)

Es probable que el cen­tro educativo tenga direc­trices sobre los servicios a usar por el profesorado y el personal, cómo usarlos y cuáles son ilícitos. Por ejemplo, puede existir una política que prohíba el uso de cuentas personales para fines laborales, o que obli­gue a todo el mundo a uti­lizar determinada aplica­ción de mensajería. Debe conocer todas esas reglas y requisitos, además de mantenerse al tanto de las normas de uso de los equi­pos proporcionados por el centro. Asimismo, es im­portante informar a los es­tudiantes con antelación sobre cualquier requisito o restricción que les afecte también. Una buena prác­tica es poner por escrito es­tas normas.

3. Limitar las herramientas

Las herramientas infor­máticas seleccionadas para llevar a cabo las clases de­ben resultar cómodas tanto para el profesor como para los estudiantes. Un mayor número de ellas no signifi­ca necesariamente una me­jor experiencia. Aunque el centro educativo propor­cione acceso a un gran nú­mero de servicios, no sig­nifica que se tengan que utilizar todos (a menos que así se requiera).

4. Establecer una contraseña única para cada servicio

Utilice una contraseña única para cada cuenta. Por supuesto, todas estas deben ser fuertes, lo sufi­cientemente largas y no demasiado obvias. Evite escribir las contraseñas en un papel o guardarlas don­de alguien pueda encon­trarlas. Si resulta difícil re­cordarlas, se puede utilizar un gestor de contraseñas. Asimismo, evite compartir cuentas con varias perso­nas. Cuantas más personas usen una cuenta, más vul­nerable será.

5. Desarrollar un código de conducta para las clases

Al igual que en un en­torno escolar tradicional es necesario un código de conducta (preferiblemen­te por escrito) en las aulas virtuales. Su seguimien­to facilita a los profesores la realización de la clase y ayuda a los estudiantes a aprender el material con menos distracciones. Por ejemplo, se puede acordar que, al comienzo de la cla­se, todos los alumnos ten­gan la cámara encendida por defecto, pero solo es­té activo el micrófono del profesor.

6. Acordar los canales de back-up

Incluso los servicios más fiables fallan llegan a fa­llar. Por ello es necesario contar con un plan de con­tingencia. Para evitar tener que recuperar las clases, averigüe de antemano qué servicio usará su clase si el predeterminado no fun­ciona. Por ejemplo, si los alumnos no pueden poner en marcha Teams al co­mienzo de la clase, ¿debe­rían unirse a una llamada de Skype inmediatamente o enterarse del nuevo plan por WhatsApp? La clave para que ese plan funcione es saber de antemano dón­de reunirse.

7. Mantener la puntualidad

Diez personas esperan­do que empiece la clase es una pérdida de tiempo in­útil, por lo que es impera­tivo mantener la puntuali­dad. Una buena práctica es conectarse al servicio de vi­deoconferencia varios mi­nutos antes para asegurar­se de que todo funciona correctamente y de que to­dos tienen a mano los do­cumentos necesarios. Deje que cualquier rezagado se conecte sin comentarios; llegar tarde a un aula vir­tual no genera tanta mo­lestia como llegar a un aula física después de que haya sonado la campana.

8. Proteger las cuentas educativas

La intromisión de un alumno (por ejemplo, la al­teración de las notas) en la cuenta de un profesor, aun­que grave, no debe suponer mayor preocupación. Sin embargo, si hablamos de un ciberdelincuente, este po­dría obtener los datos perso­nales de los demás alumnos, lo que podría acarrear con­secuencias legales. Si el ser­vicio lo permite, utilice la au­tenticación de dos factores.

9. Reconocer los correos electrónicos de phishing

Las plataformas educa­tivas y los servicios de vi­deoconferencia son muy populares, algo que apro­vechan los ciberdelincuen­tes. Por lo tanto, es impor­tante saber cómo distinguir los intentos de phishing de los correos oficiales y los mensajes de servicios le­gítimos Los sitios de phis­hing suelen contener erro­res, diseños mal alineados y enlaces rotos, pero a ve­ces los estafadores se las arreglan para crear pági­nas de phishing que son in­distinguibles de las reales. Observe la dirección del si­tio web en la barra de di­recciones del navegador. Si es diferente de la dirección del sitio web oficial del ser­vicio, aunque sea una sola letra, no introduzca ningu­na información personal en la página.

10. Proteger los dispositivos

Es necesaria una protec­ción fiable en cada disposi­tivo utilizado para acceder a los recursos educativos - ordenadores, teléfonos in­teligentes y tabletas. Algu­nos programas maliciosos pueden intentar propagar­se a los dispositivos de los estudiantes .