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¡Lo cuento o no! La vergüenza de decir: ‘soy positivo al Covid’

Muchas personas, al tener la prueba con resultado positivo, simplemente se aíslan, y no dicen que tienen el virus.

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ROSANNA HERRERASanto Domingo, RD

Que la gente esté viviendo confor­me a lo que el Co­vid-19 le ha lleva­do, es una cosa, y que siguen los comportamientos inadecuados con respecto a con­targiarse, es otra. Aunque la guar­dia se ha bajado, y el miedo se ha ido perdiendo, hay cosas que con­tinúan igual que al principio, y es el estigma o el autoestigma.

Para explicar mejor esta situa­ción, la psicóloga Carmen Virgi­nia Rodríguez trae a colación una experiencia que, como profesio­nal le ha tocado de cerca. Como persona que actualmente dio po­sitivo al Covid-19, da fe y testimo­nio de que existe un estigma al decir que se está positivo, y esto viene por varias razones.

“Lo primero es la culpa inculca­da por todos los que alrededor co­mienzan a cuestionar si se cuidó o no, si fue responsable o no y por último, el ‘y si contagio a...’ y Lo segundo es la vergüenza compra­da a raíz de esos comentarios y cuestionamientos”, explica la pro­fesional. Resalta que por esto hay muchas personas que, al tener los resultados de la prueba positivo, simplemente se aíslan, sin decir que tienen el virus.

Fue partiendo de esta realidad que, en el Grupo Profesional Psi­cológicamente, como parte de su programa de responsabilidad so­cial, organizaron y montaron un programa de terapias grupales divididos en cinco, con diferentes temas y uno de ellos era un pro­grama de apoyo, gratis para to­do aquel que ha padecido de Co­vid-19. “Para sorpresa nuestra, todos los grupos se llenaron, al

punto de que tuvimos que cerrar las inscripciones, menos el de Co­vid 19. Esto nos sorprendió ¿Por qué? Porque a nivel individual, la demanda ha aumentado conside­rablemente, y la cantidad inscrita en la terapia grupal no se corres­ponde con ese resultado”, com­parte Rodríguez.

Conclusiones psicológicas Luego que lo analizamos, en­tendimos y concluimos que, posi­blemente la vergüenza, la culpa, el miedo a ser señalados, entre otros sentimientos y emociones no manejadas, esté siendo la ra­zón por la cual las personas que estuvieron interesadas, no se qui­sieran exponer frente a otros.

“Hoy día, donde yo misma es­toy confinada, y las preguntas a mi alrededor de las personas que lo saben porque se los digo es: “¿Y lo vas a decir?”, y yo pienso: ‘¿Por qué no?’. Creo que llego el momento, de dejar de emitir jui­cios y comentar a la ligera a to­do aquel que ha tenido la suerte de ‘coronarse’- Hay que cuidarse, y protegerse, pero entendiendo que cualquiera se puede conta­giar, aunque se cuide. Y hay per­sonas que pueden quedarse en casa, y no tienen que salir, pero hay otras que no se pueden dar ese lujo”, considera la especialis­ta. Pone un ejemplo muy común: “¿El que choca en la calle, salió de su casa a chocar con otro carro? No lo creo, entonces, vamos a de­jar el estigma o el autoestigma”, concluye la psicóloga clínica y te­rapeuta familiar.

CLAVES Testimonios “No quise decirle a nadie que me dio Covid porque no que­ría que me rechazaran. Me tranqué, y duré mis 14 días en la casa, pero sólo mi ma­má lo sabía y es porque vive conmigo. Me sigo cuidando, pero nadie se enteró ni se en­terará de eso”, compartió una joven de 24 años con LISTÍN DIARIO.

Para Yanselis Cabrera aho­ra es un absurdo lo que hizo. “Pero cuando me contagié, lloré más por lo que dijera la gente que por lo que me pu­diera hacer el virus. Y lo peor es que fui muy irresponsable, andaba como si nada, cla­ro con mascarilla y distancia­miento, pero andaba en la ca­lle”, cuenta.