Aluminio: enemigo de la COVID-19 ¡y mucho más!

¿Sabía que el aluminio es uno de los materiales que más neutralizan al nuevo coronavirus? Es solo una de las muchas curiosidades relativas al tercer elemento más común en la corteza terrestre, que está a punto de festejar 200 años de vida moderna.

El aluminio es el tercer elemento más común encontrado en la corteza terrestre, después del oxígeno y silicio. Además es el elemento metálico más abundante de nuestro mundo y el metal que más se utiliza a escala industrial después del acero.

Los compuestos de aluminio forman alrededor del 8% de la corteza del planeta y están presentes en las rocas, la vegetación y el ambiente, en el suelo, agua y polvo del aire.

En 2025 el aluminio cumplirá sus primeros dos siglos de vida moderna y fue aislado por primera vez por el físico y químico danés, Hans Cristian Ørsted. Lo hizo utilizando la electrolisis, un proceso que separa los elementos de un compuesto por medio de la electricidad.

Pero además, es uno de los materiales donde el coronavirus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19 posiblemente sobreviva menos tiempo.

Los coronavirus humanos anteriores, como el SARS, el MERS o el HCoV solo persisten activos de 2 a 8 horas en una superficie de aluminio, mientras que pueden llegar a sobrevivir días sobre el acero, la madera, el cristal, el vidrio, la silicona o el plástico, según el estudio ‘Persistence of coronaviruses on inanimate surfaces and their inactivation with biocidal agents’.

En la naturaleza el aluminio no se encuentra en forma metálica, sino combinado con otros elementos en forma de compuestos, y como metal, se extrae de un mineral denominado bauxita.

“Es uno de los materiales que más presentes está en nuestro día a día. Lo encontramos en envases de alimentos, de productos de higiene y estética, arquitectura, utensilios del hogar, artículos deportivos, transportes o instrumentos de electrónica”, señalan desde la Asociación Española del Aluminio (AEA), que representa a más de 600 empresas de este sector.

Automóviles, aviones, trenes de alta velocidad, bicicletas, marcos de puertas y ventanas, fachadas de edificios, hospitales de campaña, stands, quioscos, mostradores, expositores, herramientas, electrodomésticos, ordenadores, teléfonos móviles, ‘tablets’, sistemas de trasmisión eléctrica. La lista de aplicaciones del aluminio industrializado es interminable, según la AEA.

Esta asociación (www.asoc-aluminio.es) describe a Efe algunos de los datos más llamativos y sorprendentes sobre este material tan cotidiano y, a la vez, bastante desconocido, que “cada vez va a estar incluso más presente en nuestras vidas, gracias a su reciclabilidad”, según adelanta la AEA.

DIEZ SORPRESAS DE ALUMINIO.

1.- La mayoría de los vegetales contienen compuestos de aluminio. Las plantas absorben cantidades limitadas del suelo pero algunas, como el arbusto del té, lo absorben en grandes cantidades, por lo que se les conoce como “plantas acumuladoras”.

2.- El aluminio está en todas las arcillas, lo que lo convirtió en un componente de todos los recipientes de cocina desde las primeras civilizaciones. Además, el primer uso comercial importante de este metal ligero, también fueron utensilios de cocina.

3.- Inicialmente el aluminio fue considerado como un metal precioso, junto con el oro y la plata, por ejemplo se incorporó a la cubertería del emperador Napoleón III (1808-1873), a la postre el último monarca francés.

4.- Llevado por su visión de futuro, el genial escritor francés y pionero de la ciencia-ficción Julio Verne preconizó la entrada en la ‘era del aluminio’ sucediendo a la era del hierro, y consideró a este metal como “el único que permitiría viajar a la Luna”.

5.- El aluminio inició su industrialización y desarrollo en diversos sectores, a partir del periodo entreguerras mundiales, siendo el Empire State Building, en New York (EEUU), inaugurado en 1931, el primer edificio donde se utilizaron componentes de aluminio anodizado, es decir, con un tratamiento superficial para hacerlo más resistente a la corrosión y la abrasión.

6.- El aluminio es un material 100% reciclable, y puede ser sometido a este proceso de reciclaje infinidad de veces sin que ello suponga una merma o pérdida de sus propiedades, obteniendo una y otra vez productos dotados de la misma calidad que la que tenían al principio del ciclo.

7.- No solo eso: para reciclar el aluminio se necesita solo un 5% de la energía que se empleó la primera vez para fabricar los mismos productos, con lo cual resulta más sostenible producir aluminio reciclado que producir aluminio nuevo o primario.

8.- El 75% del aluminio producido a lo largo de la historia sigue en uso, bien porque esos primeros objetos y elementos siguen conservándose y usándose, o porque han sido reciclados en otros objetos. Se espera que a finales de 2020, se haya cubierto el 30% ciento de la demanda mundial de aluminio de este año con metal reciclado.

9.- Apenas 60 días es lo que tarda una lata de bebidas hecha de aluminio en producirse, llenarse, distribuirse, consumirse y reciclarse en una lata nueva, lista para comenzar el proceso de nuevo, con la misma calidad que al principio del ciclo.

10.- Los productos de aluminio pueden tener una vida útil muy alta, ya que son resistentes al agua, a la corrosión e inmunes a los efectos dañinos de los rayos UVA. Además, este metal es ignífugo, que no se inflama ni propaga el fuego, y sus aleaciones se funden a unos 650 grados centígrados, sin liberar gases nocivos.

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