La Vida

Discretamente: Dominicanos están haciendo turismo

Unos escogen ir a un resort, otros prefieren alquilar una villa y están los que se aventuran a realizar paseos más desafiantes.

IVONNE SORIANO MORALESSanto Domingo, RD

Luego de la reapertura de lugares turísticos en República Dominicana (por el cierre de acti­vidades económicas y distanciamiento social, a causa del virus COVID-19) muchas perso­nas están ansiosas por salir y des­cubrir sus alrededores después de meses de aislamiento. Poco a po­co los dominicanos han empezado a hacer turismo interno, viajando discretamente y en familia.

Algunos lo hacen para desco­nectarse de la ciudad, el estrés y la misma situación mundial gene­rada por la pandemia. Otros de­sean estar en contacto con la na­turaleza, la cual sirve hasta para calmar la ansiedad que genera la misma situación, según afirman los psicólogos.

Es importante tomar las me­didas necesarias para prevenir el contagio, ya que el virus aún si­gue esparciéndose. Si vas a un ho­tel o rancho, es bueno verificar previamente si están cumpliendo el protocolo de salud y de reser­vas establecido por las autorida­des. Pero también es importante que tengas tus propias medidas de prevención, como el distancia­miento social, el uso de mascari­llas, lavarse las manos constante­mente y usar gel higienizaste, así como cualquier otra medida con la que te sientas más seguro.

Si no tienes idea hacia dónde “escaparte”, aquí te recomenda­mos algunos lugares, para que pases unos días en familia y en tranquilidad.

Villa Refugio: dentro del proyecto Villas Ximeno en Jara­bacoa. Esta villa, que tiene capa­cidad para siete personas, es ideal para ir en familia y en distancia­miento social. Tiene un jardín con jacuzzi privado.

Campo Aventura: en Coma­tillo, Bayaguana, se encuentra es­te lugar con hermosos paisajes. Tienen dos cabañas para aproxi­madamente 40 personas, ideales para campamentos y retiros.

Skyview Constanza: es una hermosa villa privada con capaci­dad para 12 personas. Cinco ha­bitaciones, cocina equipada, sala, comedor, piscina, terraza, balcón con hermosas vistas de las mon­tañas de Constanza.

Altocerro Villas, Hotel y Camping: complejo ecoturísti­co en Constanza, con 68 habita­ciones, entre hotel y villas. Las vi­llas están equipadas para pasar unos días en tranquilidad y sin salir. Además tienen restauran­te, centro de convenciones, áreas verdes.

Rancho Don Lulú: ubicado en San Francisco de Macorís, en la falda de la Loma Quita Espue­la, cuenta con ocho acogedoras habitaciones, restaurante con ri­ca comida criolla y una gran pis­cina natural.

Quinta de Ensueño: es una acogedora cabaña de mon­taña, que permite disfrutar de unos días en familia rodeado to­talmente de la naturaleza, dentro del proyecto Quintas del Bosque, en la carretera a Manabao. Caben ocho personas, distribuidas en tres amplias habitaciones.

Rancho Ecológico El Cam­peche: está en San Cristóbal y busca la autosostenibilidad a tra­vés de la educación ambiental, el turismo ecológico y cultural y con el campismo.

Rancho Baiguate: Recono­cido por sus actividades de aven­

tura, este lugar permite conocer Jarabacoa de una forma diferen­te. Cuenta con cerca de 30 habi­taciones, piscina, restaurante y canchas.

Saman Boutique Hotel. Se encuentra en Las Terrenas, Sa­maná. Es un pequeño y hermoso hotel boutique, con un concepto ecológico. Tiene confortables ha­bitaciones, piscina, restaurante y rooftop.

Rancho Doña Callita: este complejo turístico, en Hato Ma­yor, cuenta con canchas de vo­leibol y baloncesto, restaurante, juegos infantiles y lago para pes­car. Tiene villas ecológicas y con­fortables habitaciones de hotel.

JapaneseVilla: se encuentra en Jarabacoa y cuenta con tres habitaciones, y capacidad para ocho huéspedes; cocina equipa­da, tres baños con bañera de hi­dromasaje, restaurante, jardín y otras áreas.

Tubagua Ecolodge: ubica­do en Yásica Arriba, Puerto Plata, este proyecto de turismo sosteni­ble brinda unas hermosas vistas panorámicas de la región. Sim­ples y cómodas cabañas para alo­jar hasta 30 personas.

Rancho Mahúa: ubicada en Jarabacoa, a pocos metros del río Jimenoa, es una villa familiar, con piscina privada, dos habita­ciones para seis personas, ideal para unos días de retiro con la fa­milia en la montaña.

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