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Mitos e historias populares que son inciertas

Desde que Walt Disney está criogenizado hasta que la Gran Muralla China se ve desde el espacio.

Aunque no por mucho repetir una mentira se convierte en verdad, sí puede penetrar en la sociedad y puede llegar un momento en el que se dé por verídica. Esto es lo que ha sucedido con algunas de las creencias comunes que nacieron, sobreviven y navegan de boca en boca.

WALT DISNEY.

Seguro que han escuchado más de una vez que Walt Disney, fundador del imperio tras el famoso ratón Mickey Mouse, está criogenizado, congelado, a la espera de que avances futuros en la ciencia puedan devolverlo a la vida. Pues esto no es cierto.

El famoso productor de cine animado, que nació en diciembre de 1901 en Chicago, EE.UU., murió diez días después de cumplir los 65 años, el 15 de diciembre de 1966.

Tras su fallecimiento por un cáncer de pulmón, corrió el rumor de que su cuerpo se conservaba en un congelador de criogenización, pero nada más lejos de la realidad.

Disney fue incinerado y sus cenizas descansan en el Forest Lawn Memorial Park en Glendale, California, con una sencilla inscripción en la que se lee “Walter Elias Disney”.

LA GRAN MURALLA CHINA.

Otro de los mitos más reproducidos y asumidos como verdaderos es el creado en torno a la Gran Muralla China y su categoría de construcción visible desde el espacio y desde la Luna.

La Gran Muralla China es, sin ninguna duda, una obra colosal. Se construyó durante dos mil años en el norte del país asiático y su tramo conservado más extenso tiene 8.850 kilómetros de largo.

Aun así, a pesar de sus dimensiones, no es posible divisarla desde fuera de la atmósfera, al menos con claridad y siendo inequívocamente identificable.

Entre quienes lo han desmentido se encuentran verdaderos expertos en el espacio: como el astronauta chino Yang Liwei.

Él dijo, tras reentrar en la Tierra tras su primer viaje espacial, que la Gran Muralla China no se veía desde allá arriba.

Un año más tarde, la polémica volvió con una foto publicada por la Agencia Espacial Europea que “probaba” que sí era visible. Sin embargo, unos días más tarde, la institución aseguró que se habían confundido y que lo que se veía en la imagen era un río.

En un artículo de 2005, publicado en la página de la NASA, Kamlesh P. Lulla, científico jefe para la observación de la Tierra en el Centro Espacial Johnson, en Houston, en aquel momento, se pronunció al respecto. “De hecho, es muy, muy difícil distinguir la Gran Muralla China en la fotografía de astronautas, porque los materiales que se usaron en la pared son similares en color y textura a los materiales de la tierra que rodea la pared”.

LA OREJA DE VAN GOGH.

Un capítulo espinoso en la historia del arte que ha dado mucho de sí. Según la creencia popular, Vincent Van Gogh, autor de “Los Girasoles” o “La noche estrellada”, en 1888, tras una acalorada discusión con el también pintor Paul Gaugain se cercenó la oreja izquierda con una cuchilla de afeitar y, tras envolverla en un paño, la entregó a una mujer en un burdel.

La mujer, asustada, alertó a la policía que lo encontró a la mañana siguiente en su habitación con la almohada manchada de sangre.

Aunque sí hubo un altercado con la oreja del pintor, hay una inconcreción en el relato que ha trascendido y que todo el mundo conoce.

Van Gogh no se amputó toda la oreja, sino una parte del lóbulo, según defiende la teoría más aceptada.

Dos historiadores alemanes, por su parte, publicaron en 2009 un libro, cuyo contenido recogió ABC News, en el que defendían que el autor del corte fue Gaugain y que el holandés se autoinculpó para protegerlo.

NAPOLEÓN Y SU ESTATURA.

Si hay un aspecto del general y emperador francés Napoleón Bonaparte que ha sobrevivido en el imaginario común es su estatura. Pero el “Pequeño Cabo” no era un hombre bajo, después de todo.

Tras la derrota en Waterloo, Napoleón fue desterrado por los británicos a la Isla de Santa Elena, en el Océano Atlántico, donde murió en 1821.

Según la autopsia, falleció debido a un cáncer de estómago. En esta misma autopsia y en otros estudios que le siguieron, se estipuló que la altura de Bonaparte era de 1,69 metros, lo cual encajaba dentro de la estatura media de la época.

Algunas teorías apuntan a que las caricaturas del británico James Gillray contribuyeron a crear el mito sobre su estatura.

EINSTEIN Y LAS MATEMÁTICAS.

Algún niño habrá utilizado alguna vez al físico Albert Einstein para justificar sus malas calificaciones en matemáticas.

Pero en realidad, no hay ninguna constatación de que el físico teórico y genio detrás de la Teoría General de la Relatividad no fuese bueno con los números: sus notas en geometría y álgebra eran, en ocasiones, más altas que las que obtenía en física.

Se cree que este mito está ligado a que suspendió el examen de admisión a la Universidad Politécnica de Zúrich la primera vez que se presentó, a los 16 años.

Según la página web del canal History, falló en las pruebas de lengua, botánica y zoología, pero le fue bien en matemáticas.