Airbnb era como una familia, hasta que comenzaron los despidos

“Parte de la compensación es ser parte de esta familia”, comentó Mollick. “Ahora la familia se va, y el acuerdo ha cambiado. Ahora es un empleo como cualquiera”.

Avatar del Listín Diario
The New York TimesSanto Domingo

El 5 de mayo, después de casi dos meses de trabajar solo en su departamento en San Francisco, Brian Chesky, director ejecutivo de Airbnb, lloró frente a su videocámara.

Era un martes, pero eso no importaba porque los días se habían vuelto una sucesión indefinida, y Chesky se dirigía a miles de sus empleados. Viendo su cámara web, leyó un texto que había escrito para decirles que el coronavirus había destrozado la industria del turismo, incluyendo su empresa emergente de alquiler de vivienda. Tendrían que reducirse los departamentos de la compañía y tendrían que despedir a algunos empleados.

“Siento mucho amor por todos ustedes”, dijo Chesky, con la voz entrecortada. “Nuestra filosofía se trata de tener un lugar al cual pertenecer, y el amor es la base de esa idea”. En cuestión de unas cuantas horas, les dijeron a 1900 empleados —un cuarto de la fuerza laboral de Airbnb— que ya no eran parte de la compañía.

Has alcanzado tu límite de artículos gratuitos

Por favor, regístrate ahora para seguir leyendo

¿Ya estás registrado? Inicia sesión aquí