Morada final
Cremación y pandemia, más allá de las precauciones sanitarias
Durante la crisis, esta práctica ha servido para preservar cenizas de personas fallecidas fuera de su país natal hasta que las fronteras reabrieran permitiendo su repatriación.
Como parte de sus directrices para el manejo de cadáveres de víctimas de la covid-19, el Ministerio de Salud Pública recomendó en marzo que la cremación.
Hizo la recomendación previendo que los restos mortales de estos pacientes pudieran convertirse en fuentes de propagación de la enfermedad.
El protocolo indica que la funeraria debe retirar el cuerpo del centro médico donde se produce el fallecimiento y conducirlo directamente al cementerio o crematorio (el embalsamamiento quedó prohibido). Y para el manejo y traslado, se exige del uso de equipo de protección personal (respiradores N95, guantes, monogafas, batas impermeables), fundas especiales para traslado de cadáveres, limpieza y desinfección de la zona y de las herramientas utilizadas.
Fuera de las precauciones sanitarias, la incineración tiene otra ventaja en el contexto de la pandemia.
De acuerdo con María Fernanda Arredondo, presidenta de Grupo Blandino, permite preservar las cenizas de personas fallecidas fuera de su país natal hasta que las fronteras reabran permitiendo su repatriación.
En otros casos, las familias conservan las cenizas con la esperanza de reunirse y hacer una ceremonia de despedida una vez pase la pandemia.
Poco aceptada en un principio Hace años que la empresa funeraria introdujo la cremación como parte de sus servicios. Lo hizo apostando al futuro.
En ese entonces quienes solicitaban el servicio eran extranjeros residentes en el país. Aparte del factor cultural, para las familias de inmigrantes (especialmente de Estados Unidos y Europa) era más económico repatriar unas cenizas que un cuerpo.
El panorama ha ido transformándose con el tiempo. Hoy, el número de dominicanos que pide la cremación supera al de extranjeros, si bien sigue sin ser su alternativa preferida.
La incineración constituye el 20 por ciento de los casos manejados en el grupo, informa Félix Payano, director de Ventas y Mercadeo del grupo.
¿Más costosa que el enterramiento? Suele decirse que la cremación cuesta más que el entierro tradicional, pero Arredondo y Payano aseguran lo contrario.
El proceso de despedir a un ser querido tiene dos componentes: la velación (servicio funerario) y la sepultura (servicio de cementerio).
Payano dice que, aun cuando la familia pague funeral más cremación, le resultaría más económico que pagar funeral más enterramiento tradicional en un cementerio.
Quienes no hacen velatorio, sino solo la incineración del cuerpo, invierten menos aun.
Por otro lado, un nicho en un columbario, que es donde se colocan las urnas cinerarias, es más económico que un nicho, bóveda o panteón en un cementerio.
Disposición final de los restos En opinión de Arredondo, la disposición final de un cuerpo no depende tanto de las ventajas y desventajas de cada método, sino más bien del “sentimiento”.
Payano, entretanto, considera que en vez de preguntarse si desean ser cremadas, las personas deben reflexionar sobre dónde quieren que sean depositados sus restos.
“La pregunta es si tú quieres que te entierren en un cementerio público, en un cementerio privado o en un columbario”, dice.
Y es que, de acuerdo con él, la cremación no es más que un subproducto para depositar los restos del fallecido en un columbario, y la carencia de este tipo de espacios, entre otros factores, frenó por mucho tiempo la cremación en el país.
Muchos consideran los cementerios públicos como lugares inseguros y descuidados, mientras que los camposantos privados tienen mejores condiciones, pero se encuentran muy alejados del centro de la ciudad.
Un columbario, como ocurre con el que creó Grupo Blandino en la avenida Luperón, puede levantarse en un lugar más céntrico y accesible.
Este nuevo espacio, cuya inauguración formal se canceló debido a la pandemia de covid-19, cuenta con 900 columbarios. La empresa funeraria ya contaba con este tipo de nichos en sus sucursales del ensanche Ozama y Santiago.