El Covid-19 y los niños: respuestas a algunas preguntas que mortifican a los padres

Muchas teorías e informaciones falsas circulan estos días acerca de la influencia del nuevo coronavirus en la población infantil. El doctor Marcos Díaz Guillén, presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría (SDP), responde para Listín Diario algunas preguntas que mortifican a padres y madres sobre el impacto del Covid-19 en los niños. ¿Presentan los niños síntomas diferentes a los adultos? Se acaba de publicar un estudio coordinado por la Red Europea de Ensayos sobre Tuberculosis Pediátrica, en el que se determinó que la mayor parte de los menores de 18 años afectados por el COVID-19 solo experimentó síntomas leves, produciéndose en muy pocas ocasiones el fallecimiento del paciente (1% sobre un total de 582 casos analizados). Los síntomas más comunes en niños son la fiebre, signos de infección en las vías respiratorias superiores e indicios de neumonía. La mayor parte de los casos analizados no requirió oxígeno ni ningún otro tipo de apoyo para respirar en ninguna etapa únicamente un porcentaje pequeño (4%) requirió ventilación mecánica, si bien es cierto que cuando se necesitó, lo fue por un periodo relativamente largo (más de una semana). En el estudio se ha detectado además que algunos pacientes sufrieron daños gastrointestinales y presentaron de forma añadida infección por otros virus respiratorios, que agravaron el estado de los niños. Aunque los investigadores advierten de que no hay que extrapolar las cifras del estudio a la población en general, sostienen que estas conclusiones deberían servir para planificar la demanda de servicios de cuidados intensivos a medida que avance la pandemia. Por tanto, se puede decir que hasta el momento el COVID-19 se muestra con menos frecuencia y agresividad en niños, y que los síntomas suelen limitarse a la fiebre y dificultades respiratorias. Sin embargo, esto no impide que los niños puedan ser un vector de contagio en las familias y colegios, por lo que los niños deben estar sometidos a un control permanente, manteniendo en lo posible las medidas preventivas generales, singularmente el distanciamiento físico de personas con riesgo elevado, como son los ancianos y personas con problemas de salud independientes del propio COVID-19. ¿Se les aplica a los niños positivos el mismo tratamiento que a los adultos? Hasta el momento se están desarrollando tratamientos empíricos y experimentales para paliar los síntomas de la enfermedad, centrados en los casos severos y graves. No existe ningún tratamiento eficaz comprobado al 100% ni para adultos ni para niños, tampoco para grupos de riesgo. En el mismo sentido, tampoco se ha conseguido una vacuna. No existe, por tanto, un tratamiento diferenciado para niños o adultos, pero es importante recordar que el hecho de que los niños sean menos afectados no significa que su capacidad para contagiar no sea de alto potencial, por lo que hay que extremar las precauciones. ¿Es cierto que los niños menores de seis años no deberían usar mascarillas? Las mascarillas y el distanciamiento físico son los dos elementos imprescindibles para proteger a las personas de los contagios por Covid-19. Estas precauciones deben ser tomadas incluso en niños de más de dos o tres años, siempre que las mascarillas sean del tamaño y especificaciones adecuados para niños. No es recomendable que los niños por debajo de los dos años hagan uso de las mascarillas por el riesgo de asfixia, dada la corta edad, y por la evidente dificultad para evitar que infantes de esas edades les pongan las manos de continuo, se las quiten, las ensucien y las conviertan en un medio húmedo de contaminación, que es justo lo contrario que se pretende con ellas. De ahí que para los niños más pequeños se recomiende especialmente la distancia física y el lavado de manos e higiene en general. ¿Qué recomendaciones ofrece a los padres para mantener la alerta sanitaria y evitar el contagio? La principal fuente de contagio del Covid-19 son las gotas de saliva que se expelen por la boca de la persona infectada al toser, estornudar o incluso hablar. La distancia física y las mascarillas impiden que esas gotas de saliva contaminada ingresen en un organismo sano a través de la nariz y boca de una persona sana. De ahí la insistencia en que la población mantenga una distancia de seguridad -que se estima de metro y medio a dos metros- y se proteja correctamente nariz y boca. Complementaria con éstas se propone el lavado frecuente de manos con desinfectante, ya que el acto de rascarse la nariz o llevarse las manos a la boca y lo ojos es muy frecuente en las personas, posibilitando -aunque sea remotamente- que el virus ingrese en el organismo después de entrar en contacto con las manos. En el caso de los niños, es importante mantenerlos en lo posible aislados de personas desconocidas, ya que se hace complicado que, especialmente los más pequeños, cuiden su higiene de manos y se pongan correctamente las mascarillas. Es muy importante restringir el contacto de los niños con personas en grupos de riesgo por Covid-19, ya que la ausencia o suavidad de los síntomas en aquellos puede provocar que los mayores de la casa sean contagiados. En el caso de sufrir síntomas, especialmente fiebre, tos y dificultad para respirar, la persona debe de inmediato mantenerse en su residencia, reforzar las medidas de alejamiento de sus familiares más próximos y consultar con su médico, siguiendo sus recomendaciones. MUERTES EN RD El último dato oficial dado por el Ministerio de Salud Pública data del 12 de mayo. Ese día, el organismo informó que 8 menores de 19 años han fallecido por coronavirus en República Dominicana, cinco de ellos menores de cuatro años. El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, explicó en esa ocasión que entre la sintomatología que presentan los niños figuran “las manifestaciones gastrointestinales”. También informó que 236 niños menores de 10 años estaban contagiados con coronavirus.

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El Covid-19 y los niños: respuestas a algunas preguntas que mortifican a los padres

Es menos frecuente y agresivo en los más pequeños; sin embargo, según explica el presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría, esto no impide que los niños puedan ser un vector de contagio en las familias y colegios.

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