Una nueva propuesta gastronómica

¡Hola! Buenos días.

“Aprovecha al máximo tus posibilidades, y conviértelas en éxito”. Con esta frase de Golda Meir, primera ministra de Israel, inicio mi entrega de hoy resaltando el espíritu emprendedor del contador público Carlos Vanderhorst, quien en medio de esta temible pandemia creó su proyecto Vanderbowl, cuyo concepto y sazón criollo exalta al emprendimiento local.

Desde la llegada del coronavirus al país, ya son más de 27,936 casos confirmados y 675 personas fallecidas, situación que no solo ha transformado la rutina de las personas, sino que también representa grandes pérdidas económicas en el sector empresarial y un reto enorme para aquellas personas cuyo empleo se ha visto afectado por la pandemia.

Y precisamente ese es el caso del Carlos, quien fue suspendido por 90 días en la empresa para la cual laboraba, y quien en medio de las dudas sobre si regresaría a su antiguo empleo, transformó una idea de una conversación con su hija en una nueva propuesta de negocio.

En esa conversación le planteaba él a su hija que, viendo los cambios que ha provocado el Covid-19 en la cotidianidad, podrían preparar alimentos para entregarlos a domicilio y a su vez compartir esos pequeños momentos.

Tradición familiar

Además de nacer en medio del espíritu emprendedor de este joven y en medio de la adversidad que conlleva esta pandemia, otro importante merito es que es una tradición heredada e inspirada por los padres de Vanderhorst, quienes le enseñaron parte importante de la gastronomía criolla. A partir de ahí y a través de la práctica, Vanderhorst forjó sus más grandes virtudes culinarias.

Variedad de exquisiteces

Entre las tantas propuestas que ofrece a sus consumidores este empírico chef y joven emprendedor figuran pasteles en hojas de plátano y yuca rellenos de pollo, res y vegetales; egg rolls de pollo y vegetales; croquetas de pollo y berenjena; quipes, empanadas de todo tipo, catibías, pastelitos, bolitas de queso y bollitos de yuca. Además de una variedad de carnes asadas y mofongos gourmet.

Los alimentos son preparados bajo protocolos estrictos de higiene y limpieza, y un empaque cerrado al vacío permite mantenerlos libres de cualquier contaminación.

Los encargos son transportados a la comodidad de los hogares de los compradores y los alimentos son preparados bajo el más estricto protocolo de higienización y las medidas impuestas por las autoridades de salud atendiendo la actual situación.

Transición de la oficina a la cocina

Para Vanderhorst, uno de los mayores retos ha sido la transición de la oficina a la cocina, pues, según él, no es lo mismo tenerlo como un hobbie que cuando tienes que hacerlo para llenar las expectativas de los clientes. Pero para este proyecto Carlos ha recibido un gran apoyo de su familia, que constituyó el motor principal que encendió la chispa para este proyecto empresarial-familiar conformado por su esposa Nurys Paulino y sus hijos Carlos e Ianka Vanderhorst, quienes han sido su mayor soporte.

El nombre de la empresa surgió en abril de este año, y es una combinación de su apellido y ‘bol’, instrumento de cocina que más utiliza para la elaboración de sus platos.

Cargado de entusiasmo, alegría y optimismo, pero sobre todo con la fe en Dios puesta en este proyecto, Carlos exhorta a los jóvenes a tomar el camino del emprendimiento con responsabilidad para ser los exitosos empresarios del mañana. Comentó que pronto estará disponible la página web oficial de la compañía y que se encuentran operando a través de sus redes sociales.