Iván Tovar
Adiós a un gran maestro
“No es el espectáculo de la vida que nos propone Iván Tovar, ni nada que pueda acomodarse del ritmo cotidiano. Cada una de sus telas es comparable a la condensación de un segundo, de una multitud de instantes escogidos, entre los más ricos, los más llenos, los más significativos, de una existencia”, José Pierre, crítico de arte francés.
El dios Zeus, reparte sus dones artísticos desde el Olimpo, en Jarabacoa, ciudad de la eterna primavera, y donde mora desde hace tiempo una importante comunidad de pintores, espacio que también le sirve de habitat, a Iván Tovar, el creador plástico dominicano más cotizado en el mercado del arte internacional, que ve en el caribeño, a uno de los 10 surrealistas (vivos) más importantes del mundo, como lo consignan libros, enciclopedias y diccionarios especializados en esa escuela artística, así como las subastas de arte donde sus obras son altamente cotizadas, entre otros parámetros.
Rodeado de pinares, de buen humor y con sonrisa satisfecha, nos reencontramos después de varios años de mutuo silencio. Lo encuentro renovado y divertido, su risa gestual se expande y aunque es parco en contar sus éxitos, pero nos dice de sus próximos compromisos, entre ellos: la puesta en circulación de un nuevo libro sobre su obra con el auspicio de Gary Nader Arte Latinoamericano, acompañada con una carpeta serigráfíca de dos ejemplares con 200 piezas numeradas, retocadas y firmadas por su creador, también esta cercana su participación en París, en la Galería 1990-2000 con la exposición “Picasso-Dalí, el surrealismo reinventado”.
De igual forma, nos confirma su muestra próxima en la King Fin Art de New York, donde expondrá una individual de su última producción plástica, también nos habla con agrado sobre la edición 64 de la revista de cultura “Agalha”, correspondiente al bimestre julio ñ agosto del presente año y que se edita en el municipio Fortaleza de la provincia de Sao Paulo de Brasil, dedicada íntegramente a reseñar y difundir la obra del pintor dominicano.
El ejemplar monográfico está escrito por doña Marianne de Tolentino, quien produjo un texto crítico y valorativo de su obra y que sirve como la presentación del autor para el lector carioca, los cuadros y dibujo de Tovar forman parte de las ilustraciones de los diversos textos literarios, artículos, entrevistas, críticas y comentarios de su obra que aparecen en lo largo y ancho de la revista donde se puede advertir la maestría indudable, la belleza en los tonos y matices en la extrañas figuras, como la depuración y limpieza de los trabajos de Iván Tovar”. El editor de la publicación es el escritor Floriano Martins, quien preparó una antología de la poesía surrealista incluyendo el poema Vlía, de Freddy Gatón Arce.
A 700 metros sobre el nivel del Mar, en su paraíso particular, al que llegan con su alegría María su esposa y su hija Daniela, los fines de semana, después de cumplir sus compromisos capitalinos. Iván se concentra en dar rienda suelta a su gran capacidad creativa, a desdoblar sus pasiones sobre el lustroso fondo negro de cuidadosa perfección, del que emergen colorística, agresiva las elucubraciones de su intelecto; visceras, flechas, círculos, formas, organicidad y plasticidad se conjugan en un enigmático e intrincado fuerza de poder de síntesis, dominan sus lienzos y su misión, de pasión y extasis.
“Si pintar es una agradable manera de complicarse la vida”, como me dijo Tovar hace diez años: entonces que viva esa complicación, pues de esa manera, en el trajinar por los vericuetos de su oficio, emerge él como rey del sueño, onirista militante, paladín de la reflexión, convertido en maravilloso detallista, perfeccionista persuasivo, legendario conmovedor, profeta de la vigilia, perseguidor de quimeras, fantástico recreador de mil batallas creativas y vivénciales.
Su paradigmático dominio técnico, hace gala en sus obras de madurez y perfección plástica, resumen de una estética legendaria conmovedora alquimista de pigmentos colorísticos, que le sirven de instrumento para recrear los vericuetos y andamiaje del deseo y el desencadenamiento irrefrenable de la pasión.
Formado inicialmente en la Academia y Leña de la Escuela Nacional de Bellas Artes, abrevando conocimientos estéticos y pictóricos de los formadores de las principales figuras actuales del arte nacional, Iván perfiló su intuición estética entre la fuerza expresiva del dominicano Gilberto Hernández Ortega y el ibérico Eugenio Fernández Granel. Posteriormente estudió en la Escuela de Bellas Artes de Paris, donde residió por más de 20 años, logrando.
Logros
Figurando su nombre entre personalidades señeras de la plástica mundial, como Picasso, Dalí, Miró, Magritte, Paúl Klee, Ives Tanguey, entre otros genios, Iván Tovar continúa, entre pinares, reinventándose cada día, entre música y el sonido del silencio, entre sus sueños y sus éxitos como creador, que aunque destacados, él los comunica con sencillez, como es normal, entre los verdaderos estetas del mundo, que dejan que sus obras hablen como estandarte de sus ejecutorias ¡Gracias Iván por tu humildad y tu tiempo.