PAREJAS
El Covid-19 se interpone en el noviazgo
Como un intruso en la madrugada llegó él. Puso distancia entre Andrés y Karina. Días sin verse y horas de ansiedad pasaron a sustituir las ‘mariposas en el estómago’ que produce el amor entre la pareja. Había un solo culpable y los dos sabían quién era que había convertido su relación en un ‘triángulo amoroso’. Su nombre es Covid-19, y su forma de seducir es el contacto directo. Mientras más te acercas a él más posibilidades tienes de que se adueñe de ti: ¡hasta que la muerte los separe!
Y sí, así es como el Covid-19 ha venido a interferir en el noviazgo. Hoy son muchas las parejas que enfrentan la distancia por la presencia en el mundo de un ‘galán’ sin género definido que no respeta edad, sexo, clase social, y mucho menos, apariencia física. Su conquista es tan agresiva que nadie es capaz de competir con él. Todos quieren tenerlo a un lado, y por eso se alían a la tecnología para ‘acercarse virtualmente’ y evitar que este ‘amante misterioso’ se salga con las suyas y destruya la relación.
A través de canciones, de mensajitos bonitos, llamadas, videos y de las redes sociales algunos novios están sobreviviendo a esta cuarentena que, aunque los mantiene a salvo en su casa, los separa de su amada o de su amado. En cambio, saben que es la única manera de ponerle un ‘freno’ a ese usurpador que ha venido a interponerse en su noviazgo.
Testimonios Andrés y Karina tienen dos años de amores. Durante ese tiempo lo más que han dejado sin verse es una semana por asuntos de viaje. “Nunca habíamos durado tanto separados. Ya son 17 días que tenemos sin vernos. Claro, hablamos más, tratamos de vernos por videollamadas y sobre todo, en la distancia hemos buscado la manera de compartir todo lo que hacemos en el día, pues ambos estamos trabajando desde la casa y estudiando, pero es fuerte”. Hace una parada al otro lado del teléfono, porque el llanto la asalta.
Él prefirió contar su experiencia a través de ella. Así que, cuando retoma la conversación, Karina habla sobre lo que Andrés le dice que ha significado ‘vivir’ este triángulo amoroso que ha formado el Covid-19. “Para él ha sido duro, pues nada más tiene la compañía de su perrito porque él vive solo. No ve la hora de que se acabe esta pesadilla, aunque ha admitido que ahora me quiere más y que ese virus no es el que va a destruir nuestra relación”. Lo cuenta, ahora entre risas.
Dilcia, y Anthony Su historia se la contaron al periodista de LISTÍN DIARIO, Juan Salazar. Él, como el equipo de L2 se ha interesado en la prueba de amor que están superando muchos novios a raíz de la interferencia que ha hecho en la vida de cada uno de ellos, el temible conquistador: Covid-19.
Al reproducir la historia de Dilcia y Anthony, Salazar cuenta que tienen dos años de noviazgo y 16 días sin verse por la cuarentena y el toque de queda impuesto por las autoridades para contrarrestar el coronavirus.
Residen en sectores bastante distantes, pero también han acatado al pie de la letra la recomendación de “quedarse en casa” para evitar un contagio. Aunque ella labora desde el hogar, él debe acudir a su trabajo.
Se comunican constantemente durante el día vía WhatsApp, y tarde en la noche, cuando terminan su jornada laboral suelen hablar por largas horas, tanto así que según Anthony: “En una ocasión implantamos un récord de más de cuatro horas hablando por videoconferencia”. Continúa: “Ella suele hacerme bromas que a veces me molestan, pero hasta esas maldades extraño con este encierro”, confiesa el joven de 26 años, quien aunque es menos expresivo que su pareja, el confinamiento lo ha llevado a que ahora le diga con más frecuencia frases como: “te amo” y “te extraño”.
Dilcia, de 24 años, admite que extraña abrazar a Anthony, que él se recueste sobre ella, le ponga los pies encima, cocinar algo juntos, tirarle fotos cuando él está desprevenido y sentir su olor. “Extraño que me dé la mano cuando bajamos unas escaleras, hablar con él y la tranquilidad que siento a su lado”, expresa.
Cuando la nostalgia por la separación abruma a la pareja se comparten las canciones que han marcado su relación y frases que permitan fortalecerla en la distancia. Ambos anhelan que la cuarentena termine pronto. “Cuando lo vea me le tiraré encima para que me abrace y tendrá que montarme a caballito”, dice sonriente Dilcia.
HISTORIAS Cogiéndole adelante al virus Manuel y Deborah no le permitieron al Covid-19 que se interpusiera en su relación. Ya mucho daño les había hecho con hacerles posponer su boda, pautada para el mes de abril. Así que, antes de que cerraran las oficialías, decidieron casarse. Eso sí, con su respectivas mascarillas y “armados hasta los dientes”, con su manitas limpias para evitar que el inoportuno ‘conquistador’ les eche a perder también su cuarentena juntos. Mientras tanto, esperan el tiempo de Dios, que es perfecto, para celebrar su boda por la iglesia.
Valorar la presencia “Yo no veo la hora en que esto termine y que pueda reencontrarme con mi novio y abrazarlo. De verdad, ha sido muy duro este distanciamiento porque aunque los jóvenes usamos mucho las redes y la tecnología en general, no es lo mismo. Ahora estamos entendiendo lo importante que es la presencia, que hay que dejar a un lado los celulares cuando estemos juntos y compartir mucho más, pues la vida nos cambia en un abrir y cerrar de ojos”. Margarita (su novio está en otro pueblo).