Por amor a los tuyos: #quedateencasa

Buenos días queridos lectores. Hoy ini­cio mi entrega invitándolos a quedar­se en casa, por sus hijos, su esposa, sus padres, hermanos, y amigos por favor #quedateencasa. Acata la cuarentena dispuesta por el gobierno, pues es por tu bienestar y el de los tuyos que te invitamos asumir la responsabi­lidad de #quedarteencasa para evitar el temible Co­ronavirus que tantas víctimas ha causado en el mun­do, incluyendo nuestro país.

Adiós a Jenny Polanco

Entre las víctimas mortales está la de la destacada, admirada y querida diseñadora Jenny Polanco, quien para mí fue una gran sorpresa, pues aunque conocía de la gravedad de su estado pensé que con el favor de Dios lo superaría. Pero no fue así, el Señor tenía otros planes con ella, necesitaba que le actualizara el dise­ño del hermoso manto blanco que lo cubre, y le con­feccionara una nueva colección para el vestuario de los ángeles del cielo. Y por eso prefirió tenerla a su la­do para que exhibiera su hermosa propuesta caracte­rizada por la pureza del blanco en la sagrada pasarela celestial.

Te extrañaremos por siempre

Se nos fue Jenny, pero su recuerdo permanecerá por siem­pre en el corazón de nosotros a través del inmenso legado envuelto en la aureola del tul y el lino blanco que matiza­ron sus creaciones. A ella la conocí a principios de los 90s junto a la también diseñadora y gran amiga Modesta Cati­llo (QPD), quienes formaran su propio Atelier celestial. Su partida ha conmovido no solo a República Dominicana, si­no al mundo, especialmente aquellos países donde expor­to su talento y creatividad, poniendo en alto el nombre de nuestra Quisqueya.

Sello de la solidaridad

Sus colecciones lo llevaban impregnado, advirtiendo en cada pieza un mensaje de amor, esperanza y solida­ridad con los más necesitados. Su legado de amor y en­trega quedaron por siempre en la Aldea Cultural Santo Rosa de Lima, que funcionaría desde la cárcel de la Ro­mana, y desde donde se disponía a desarrollar un am­plio programa cultural, cuyos sueños quedaron trunca­dos con su partida. El temible Covid-19 que amenaza al mundo apagó tu voz e inmovilizó tu figura frágil, pero nos reconforta tu espíritu de lucha hasta el final y el im­perecedero legado de amor, entrega y trabajo.

Será una lección Divina

En medio de la incertidumbre que nos abate nos preguntamos, será una lección que nos está dando el Señor para hacernos entender que su fuerza Divina está por encima de la fuerza del hombre, y de que to­dos somos iguales ante su presencia, que el dinero no garantiza la vida, pues para el Coronavirus no le im­porta que tengas los millones de “Chanflín” como se dice en el argot popular.