Para enfermos

¡La sanadora magia de la música!

Luis Geraldino, psiquiatra del Grupo Profesional Psicológicamente.

Luis Geraldino, psiquiatra del Grupo Profesional Psicológicamente.

Cuando empe­zaba mi for­mación como psiquiatra tu­ve la suerte de participar en procesos de evaluación junto a expertos como los doctores Fausto Valdez y Gómez Estrella. Es­tos constaban de entrevistas médicas orientadas al área de la salud mental seguidas por discusiones y observa­ciones realizadas por estos profesionales y maestros.

Una mañana en particu­lar llegó a consulta, acom­pañada por su hija, una se­ñora que sobrepasaba los 80 años. La paciente se en­contraba ya con marcado deterioro cognitivo secun­dario al Alzheimer. Había abandonado tareas que en el pasado le habían ocupa­do su día y lentamente se había alejado, olvidando casi todo a su alrededor con la interesante excepción de los luminosos momentos en los que parecía volver en sí misma tras escuchar alguna canción o música de su ju­ventud.

Mi atención y curiosidad se dispararon tras los doc­tores informar que algunos pacientes con Alzheimer o ciertas demencias parecían sostener una respuesta po­sitiva frente a la exposición a estímulos musicales aun no supieran su nombre o el de su familia.

El cuestionamiento au­menta al momento en el que señalamos que nues­tra memoria auditiva se encuentra en gran parte agenciada desde el lóbu­lo temporal, irónicamente, una de las áreas que sufre con antelación las altera­ciones neuroanatómicas del Alzheimer.

Jörn-Henrik Jacobsen en su publicación “¿Por qué se puede preservar la memo­ria musical en la enferme­dad de Alzheimer avanza­da?” identificó que escuchar música y recordar la misma puede tener patrones de ac­tivación cerebral que invo­lucran áreas como el giro cingulado anterior en la zo­na media del cerebro, y el área motora presuplemen­taria en el lóbulo frontal. Otra investigación indicó que en pacientes con Alzhe­imer el deterioro de estas regiones era hasta 50 % me­nor que en otras regiones

Algo inesperado

Oliver Sacks en su libro Musicofilia: Relatos de la música y el cerebro nos seña­la: “El cerebro es un sistema dinámico en el que algu­nas partes ejercen control y otras partes lo suprimen. Y si tal vez uno tiene daños en una de las áreas que contro­lan o suprimen, entonces es posible la aparición de algo inesperado, puede tratarse de un ataque, un rasgo di­ferente o incluso una súbita pasión por la música”.

Sacks en su trabajo exami­na la interesante relación clí­nica con la música y nuestra paciente era un vivo ejemplo de esto. Los daños causados por una patología degenera­tiva no habían logrado dete­ner el acceso a aquellos pre­ciados recuerdos.

Si quieres utilizar este recurso con algún miembro de tu familia es bueno que recuerdes que hay elementos que nos indican, de acuerdo al doctor Jonathan Graff-Radford de La Mayo Clinic, que la música debe ser según la necesidad.

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