NATURALEZA
Pingüinos, un ejemplo para el Día de los Enamorados
“El ciclo de vida de los pingüinos transcurre entre el mar durante el invierno para alimentarse y la tierra durante la primavera, periodo en el que se dedican a buscar pareja y a reproducirse”, explica Andrés Barbosa, investigador y biólogo del Museo de Ciencias Naturales, perteneciente al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) de España.
Tras su periplo marinero estas aves ponen manos a la obra para construir los nidos para su progenie.
“Hay cierta variabilidad entre las especies en su construcción, porque unas los instalan haciendo un agujero en la tierra, mientras que otros prefieren criar sobre el suelo directamente, poniendo un pequeño lecho de piedrecitas, como lo hacen los antárticos. Sea como sea, cualquiera de las especies de pingüinos construyen nidos, excepto el pingüino emperador y el pingüino rey”, subraya Barbosa.
MONÓGAMOS DE LARGA DURACIÓN.
Pero una de la característica más especiales de estas aves es que son monógamos de larga duración porque establecen una pareja a lo largo de toda su vida.A menos que haya algún problema que haga que la pareja se rompa, como la muerte provocada por una orca u otro animal depredador.
En ese caso, cuando llegan de su viaje por el mar, si no la encuentran en la colonia, buscan otra pareja que esté libre.
La madurez sexual de los pingüinos se alcanza entre los 3 o 5 años. Es entonces cuando se establecen como pareja.
Sin embargo y en principio, “a diferencia de otras aves monógamas que lo son exclusivamente para la temporada activa de reproducción y a la siguiente temporada buscan otra pareja, los pingüinos se muestran fieles a su pareja, con la cual realizan la reproducción. De hecho, la frecuencia de la extrapaternidad, es decir de hijos de padres diferentes al dueño del nido, es más baja que en otras aves coloniales”.
CUIDADO DE LAS CRÍAS AL 50%.
El cuidado de las crías lo tienen dividido más o menos al 50%. Son bastante paritarias y en cada momento siempre uno de los adultos miembros de la pareja está cuidando el nido, evitando que los huevos pierdan calor o puedan ser depredados, mientras que el otro está alimentándose en el mar, porque el mar es el único que les proporciona el alimento.
De esta manera hacen relevos que, “según los lugares, puede ser de varios días, 3 o 4, e incluso más, en el mar durante la incubación. Mientras que en la etapa del cuidado de las crías, nuestros datos más recientes, a través de dispositivos GPS, nos indican viajes de hasta 14 horas, y después vuelven al nido para alimentar con pescado o crustáceos a las crías, dejando que el otro individuo se vaya a buscar más comida, para que el que ha llegado se quede en el nido y, hasta que vuelva su pareja, ayunará”, añade Barbosa.
El biólogo argumenta que “realmente se sabe muy poco de la vida de estos animales durante el invierno porque hay poca información de seguimiento. La única manera de seguirlos es con dispositivos de satélite que transmiten su posición, pero es una técnica bastante cara, más o menos viene a costar 3.600 dólares por cada pingüino”.
El cortejo de apareamiento entre los pingüinos “no es especialmente llamativo en comparación con otras especies, pero sí tienen una serie de danzas, en las que suben y bajan el cuerpo y la cabeza. Además producen algunos sonidos que van reforzando el reconocimiento entre ambos y que se repiten brevemente y con menos intensidad cuando vuelven del mar y les sirve para identificarse”, agrega el investigador.
EMPAREJAMIENTO ENTRE PINGÜINOS DEL MISMO SEXO.
Según Barbosa, “aunque la identificación de los pingüinos por el sexo es difícil en algunas especies por su similitud, los datos que se tienen procedentes de zoológicos han mostrado que también pueden emparejarse dos machos o dos hembras, que se juntan para criar y adoptar un huevo que se hayan encontrado. Ese comportamiento también se ha descubierto en baja frecuencia en la naturaleza”.
“Existen individuos, probablemente jóvenes, que a veces construyen un nido y cogen un trozo de madera o algo así y lo incuban como si fuera un huevo o un pollo pequeño. Se supone que están aprendiendo y están haciendo prácticas de crianza”, añade el biólogo.
Además indica que el tiempo de duración en que los pollos son cuidados por sus padres depende de las especies.
Entonces, “los dos adultos se van al mar a comer y dejan a los pollos libres en la colonia, donde se forman lo que se denominan ‘guarderías’, que es una aglomeración de los pollos que se quedan solos y, entre ellos, se van juntando para protegerse de la depredación”, señala el investigador.
Cuando los adultos llegan del mar para darles de comer no vuelven las parejas juntas, vuelven a la colonia cuando han conseguido suficiente alimento y, en ese momento, es muy importante la función de la llamada auditiva, porque en un aglomerado donde puede haber cientos de pollos los padres los empiezan a llamar mediante graznidos hasta que localizan a sus crías para proporcionarles el alimento.
Esta función es fundamental, ya que, dice Barbosa, “una colonia de pingüinos es un lugar extremadamente ruidoso dado que están todos los animales llamándose unos a otros. De vez en cuando hacen llamadas que, en principio, no son para reconocer a nadie, pero quizás lo hacen como defensa o estableciendo el territorio que será su nido”.
Una vez que ya se han reconocido, algunas especies hacen carreras en las cuales el padre o la madre, en lugar de darles de comer directamente, salen corriendo y las crías corren detrás del adulto.
“De vez en cuando el adulto se vuelve y les da de comer para, en el caso de que no haya suficiente alimento, detectar cuál es la cría que tiene más hambre y, por otro lado, está en mejores condiciones para soportar esa pequeña carrera que puede ser de 10 o 15 metros. Es una forma de decidir a quién dar de comer cuando no hay suficiente alimento”, indica el investigador.
“Los pingüinos, como el resto de las aves marinas, son bastante longevas y pueden vivir entre 20 y 30 años, por lo tanto un animal que pueda vivir 20 años puede llegar a tener 15 de reproducción”, concluye Andrés Barbosa.